El gobierno de El Salvador pudo haber tenido una negociación más inteligente con el gobierno estadounidense, en la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, al país, esto tras comparar los resultados que obtuvieron otros países centroamericanos, según voces expertas consultadas por El Diario de Hoy.
Mientras que Nayib Bukele hizo una oferta de negocio con el sistema carcelario salvadoreño, que debe revisarse legalmente, en Costa Rica, Rubio prometió apoyo en materia de ciberseguridad, migración y narcotráfico; y en Guatemala, el gobierno norteamericano brindará asistencia técnica y financiera para desarrollar obras terrestres, marítimas y aéreas priorizadas por las autoridades guatemaltecas.
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Las diferencias de los encuentros de Rubio con los mandatarios de El Salvador, Guatemala y Costa Rica fueron bastante marcados, pues Bukele lo recibió de manera informal en su residencia a orillas del lago Coatepeque, mientras que en otros países se desarrollaron actividades más protocolarias.
Rubio hasta dio una declaración conjunta con el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo.
“Lo que más nos entristece a los salvadoreños es que se ha hecho una caricatura sobre la pleitesía, sobre la oferta carcelaria del señor Bukele; pero sobre todo la simplificación mental que hay hacia la proyección exterior de El Salvador. No fue posible obtener nada en la visita de Rubio porque, claro, no se le propuso nada sobre inversiones mancomunadas, sobre atracción de comercio, no participó el sector privado”,
Napoleón Campos, especialista salvadoreño en Relaciones Internacionales
Destacó que en las reuniones en Guatemala hubo representación del sector privado y productivo. “En Guatemala quedó instalada una comisión multilateral que va a visitar Washington para darle continuidad a los proyectos ambiciosos que fueron delineados tras la visita”, agregó.
Aunque Rubio dijo a la prensa en Guatemala que no se prevé revisiones en el esquema estadounidense de sanción a la corrupción, como la Lista Engel y la Ley Global Magnitsky, con la cual fueron sancionados funcionarios y exfuncionarios del gobierno de Bukele y diputados de Nuevas Ideas, reiteró al presidente Arévalo el compromiso de la administración de fortalecer la democracia.
Campos también señaló las diferencias con la visita a Costa Rica, país al que Rubio calificó como el ejemplo y el modelo a seguir en Centroamérica.
Y considera que el acuerdo de apoyo nuclear con El Salvador es un mensaje directo a revisar las relaciones y compromisos que tiene el país con China.
Sin apoyos a connacionales
El economista Rafael Lemus expone que el gobierno de Bukele pudo haber negociado recibir a los connacionales y recibir un apoyo del gobierno estadounidense para su capacitación y reinserción laboral.
“El problema va a ser que una vez que esa gente empiece a migrar masivamente al país se van a topar con la realidad que es sin oportunidades de empleo y un país que está creciendo en pobreza y que estos retornados se van a sumar a ese grupo de informales en situación de pobreza”, advirtió Lemus.
El economista cree que pudo haber sido viable que se negociara con los puertos del país, en especial si alguno se encuentra en desuso tras el gobierno haberlo entregado a empresarios turcos.
“O lo que tanto han intentado hacer, una plataforma de turismo, ahí con un puerto para recepción de turistas o que hagan en la región otros puntos de atracción de visita. Pudo haber buscado otras opciones, lo que no se ve es que esté pensando en el país”, opinó.
Para Lemus, la oferta de servicios de cárcel que propuso el gobierno de Bukele no solo es pobre, sino que no traerá beneficios.
“No pensó en los salvadoreños que están en el exterior, tampoco en cómo desarrollar al país. Fue muy mezquino estar pensando, pero como lo ha puesto Milena Mayorga, que lo único que le pidió es que le regrese deportados los líderes de pandillas”, determinó.
Celia Medrano, defensora de derechos humanos, considera que es lamentable que en un encuentro de primer nivel con el jefe del Departamento de Estado estadounidense no se conociera en la agenda como punto prioritario un trato digno para migrantes salvadoreños y un apoyo para garantizar condiciones adecuadas para la inserción económica para quienes sean deportados.

“Lo que sí se conoció fueron ejes principales en la agenda entre Bernardo Arévalo y Marco Rubio. Lo que El Salvador ha planteado como prioridad ha sido una planta nuclear para minar bitcoin, cuyo detalle, seguro estará en reserva para los salvadoreños”, advirtió Medrano.
El analista político Carlos Araujo afirma que lo menos que las y los salvadoreños esperan de los gobernantes son las muestras de preocupación y gestión por la estabilidad de miles de connacionales con estatus migratorio irregular en los EE.UU.
“Pero no, lo que vimos es un ofrecimiento de la mega cárcel (que por cierto si tiene espacio de sobra es por la mala planificación y gasto innecesario ) y la solicitud de deportación de los cabecillas de maras presos en Estados Unidos”, lamentó.
El sacerdote jesuita José María Tojeira dijo en entrevista con Canal 12 que la propuesta carcelaria del gobierno de recibir convictos de otros países podría significar exponerse a críticas de otros países.
“Eso puede dar ocasión a reclamos y entrar en conflictos con otros países. Yo creo que no es bueno para el futuro, porque el presidente (Donald) Trump estará cuatro años, el siguiente no sabemos qué pensará, aunque sea republicano puede pensar distinto que él y después lo que queda como herencia es un malestar de otros países con nosotros”, consideró el analista.
Pero espera que, por lo menos, “la buena relación sirva para que no quiten el TPS a los salvadoreños”.
Según la embajadora salvadoreña Milena Mayorga, el secretario Rubio, además de firmar un acuerdo de energía nuclear con El Salvador, también acordó cooperar en materia de inteligencia y seguridad.
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