El Salvador y Costa Rica firman un acuerdo contra el crimen llamado Escudo de las Américas

La cooperación en seguridad entre El Salvador y Costa Rica dio un paso significativo con la firma del acuerdo Escudo de las Américas, una iniciativa bilateral orientada a enfrentar desafíos comunes como el crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de armas, la trata de personas y el lavado de dinero. 

La suscripción del documento se realizó este jueves en la Residencia Presidencial del Lago de Coatepeque, donde ambos mandatarios, el presidente Nayib Bukele y el presidente de Costa Rica, Rodrigo Alberto de Jesús Chaves Robles,  destacaron la urgencia de adoptar mecanismos de acción conjunta.

Desde el inicio del encuentro, el presidente salvadoreño destacó que Costa Rica es ejemplo en temas de seguridad, algo que como nación se está luchando por alcanzar. Además, subrayó que este pacto nace con una intención clara: construir una respuesta coordinada a problemas que desbordan las fronteras nacionales. 

“Hoy con la Declaración de Coatepeque, que estamos firmando este día, lo que queremos es lanzar el Escudo de las Américas, que es una iniciativa que tenemos con el presidente Chaves, para, en un inicio, dos países nos ayudemos a combatir la criminalidad”, expresó durante la conferencia conjunta.

La visión compartida por ambos gobiernos parte de un diagnóstico similar: las redes criminales operan sin límites geográficos, y los Estados deben adaptar su forma de colaboración a esa misma dinámica. Es decir, nace con El Salvador y Costa Rica, pero tiene un horizonte regional.

Bukele lo resumió al señalar que las organizaciones delictivas actúan como estructuras articuladas a escala continental. “El crimen no tiene fronteras, el crimen no se detiene porque haya una frontera (...). El crimen trabaja como una sola red coordinada, pero los países no”, afirmó. Según dijo, esa asimetría dificulta la capacidad de reacción estatal y favorece la consolidación de las mafias transnacionales.

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Una estrategia abierta a más países

El acuerdo firmado entre San José y San Salvador no pretende ser exclusivo. Al contrario, nace con vocación de crecimiento. Bukele aseguró que la experiencia reciente de El Salvador en materia de seguridad puede respaldar los esfuerzos costarricenses y, al mismo tiempo, servir como punto de partida para sumar a más gobiernos de la región. 

“Esta estrategia, que inicia de dos, pero que está abierta para gobiernos que piensen igual y que quieran lo mejor para sus pueblos y que quieran acabar con la criminalidad internacional que es la que plaga a toda Latinoamérica”, indicó.

El presidente salvadoreño también aludió a las diferencias que existen en la región sobre cómo abordar el avance de las organizaciones delictivas. Desde su perspectiva, algunas administraciones enfrentan condiciones políticas o institucionales que limitan su participación. “Muchos gobiernos incluso están coludidos con el narco, con los crímenes, con el crimen organizado, otros no están dentro de las organizaciones del crimen organizado, pero le temen, otros se enfrascan en pleitos políticos en lugar de llevarle soluciones a la gente”, cuestionó.

Pese a ese contexto, Bukele insistió en que el Escudo de las Américas aspira a generar resultados tangibles para salvadoreños y costarricenses, especialmente en áreas vinculadas a la seguridad pública y al desarrollo económico. “No es un documento más. Este acuerdo reconoce que la seguridad y el desarrollo son esenciales”, puntualizó.

Una visión compartida

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, agradeció la hospitalidad del gobierno salvadoreño y destacó que el acuerdo refleja una apuesta conjunta para reducir los niveles de violencia y frenar la expansión de redes criminales. 

Chaves advirtió que ninguna nación puede considerarse completamente protegida ante la influencia de grupos transnacionales. Desde su óptica, la magnitud del fenómeno hace necesario que los países unan capacidades y estrategias. Por ello, expresó su deseo de que el Escudo de las Américas avance como una plataforma hemisférica. “Yo espero que esta semilla germine, que se unan muchos más países y que algún día nuestro Hemisferio vuelva a cosechar la dulce fruta de la vida en paz”, concluyó.

Agenda del mandatario costarricense

Como parte de su agenda oficial de dos días en el territorio salvadoreño, está previsto que el mandatario costarricense visite el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca (San Vicente), una instalación que ha generado atención internacional por su modelo carcelario y su impacto en la política de seguridad salvadoreña.

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Solidaridad tras el paso del huracán Rafael

Durante el encuentro, Chaves también aprovechó para reiterar el agradecimiento de Costa Rica por la asistencia brindada por El Salvador tras el paso del huracán Rafael. “Costa Rica expresa todavía, y lo hará por años, su agradecimiento profundo al pueblo salvadoreño y a usted personalmente (...) por el apoyo que nos dio con sus brigadas cuando el huracán Rafael golpeó a nuestro país”, recordó. Según expresó, el gesto no tuvo motivaciones políticas, sino un espíritu de cooperación y humanidad.