El divertido Santa Claus bailarín que causa sensación en San Salvador

La Navidad ya se siente con fuerza en el Centro de San Salvador. Como cada año, los comerciantes de la 17.ª Avenida Sur y la 4.ª Calle Poniente han levantado sus puestos para ofrecer desde árboles y coronas hasta nacimientos, luces y adornos de todos los estilos. Pero esta vez, la atención no se la están llevando los clásicos de temporada, sino un personaje inesperado: un Santa Claus que baila al ritmo de música urbana, capaz de detener a cualquiera que pase cerca.

Entre risas, grabaciones para redes sociales y la curiosidad de quienes se acercan, este muñeco animado se ha convertido en el artículo más comentado del corredor navideño.

No falta quien llegue directamente preguntando por él, ya sea para adornar la sala, ambientar una fiesta, sorprender a los niños o simplemente pasar un buen rato viendo cómo se mueve al compás del “perreo”.

Vilma de Ramírez, una de las vendedoras con más tradición en la zona, asegura que el Santa Claus bailarín cuesta $15 y es, sin duda, el más solicitado.

“Es la sensación del año. La gente viene a buscarlo porque les causa gracia y quieren algo diferente para decorar”, comenta mientras activa uno de los muñecos para atraer a más compradores. “Lo que traemos se va rápido. A veces nos toca pedir más porque no nos alcanza”.

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El fenómeno ha sorprendido incluso a otros vendedores, quienes aseguran que este tipo de artículos suele venderse bien, pero no con el nivel de demanda que alcanzó esta figura. “Los jóvenes se lo llevan bastante, también los que quieren tener algo llamativo en el negocio”, agrega.

Junto con Santa, los inflables navideños también mantienen su popularidad. Hay opciones desde $35 hasta $50: muñecos de nieve, renos, trineos y versiones gigantes de Santa Claus que iluminan cualquier espacio. Según los comerciantes, estos productos se han posicionado como una alternativa práctica para quienes buscan decoración vistosa sin demasiado esfuerzo.

Árboles, nacimientos y adornos para todos los gustos

Aunque el muñeco bailarín acapara las miradas, los artículos tradicionales siguen ocupando un lugar importante en las compras. La oferta es amplia y se ajusta a todos los presupuestos:

• Árboles navideños desde $6 hasta $35, dependiendo del tamaño y la frondosidad. El árbol de 2.10 metros, uno de los favoritos, tiene un precio de $35.
• Figuras religiosas para nacimientos desde $4, con variedad de materiales y estilos.
• Aserrín para los portales a $0.50 y combinaciones de musgo con pellejo a $5, indispensables para quienes mantienen la tradición del nacimiento en casa.
• Árboles blancos decorativos a $18, venados desde $3 hasta $5, y luces navideñas en el rango de $1.50 a $2.00.
• Pascuas de plástico, que van desde $1.25 hasta $2.00, así como stickers de Santa Claus a $3, según detalla la comerciante Alicia Búcaro.

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El colorido de la zona, sumado a la variedad de productos, convierte este circuito navideño en un paseo obligado para miles de capitalinos que buscan precios accesibles y un ambiente festivo.

Compras nocturnas

Algo que caracteriza a estas ventas es su horario extendido. Los comerciantes se mantienen abiertos hasta la madrugada, permitiendo que muchas personas lleguen después de sus jornadas laborales. Las luces de los puestos, el movimiento de compradores y las bocinas con villancicos crean un ambiente que ya es parte del imaginario navideño del Centro Histórico.

“Vengo cada año porque aquí encuentro de todo y a mejor precio”, comenta Isabel Arce, quien llegó con una lista para asegurarse de no olvidar ningún detalle de su decoración. Mientras revisa pascuas y luces, asegura que la variedad siempre la convence a comprar más de lo que tenía previsto.

José Morales, por su parte, llegó buscando luces para el exterior de su casa. “Le prometí a mi familia que este año íbamos a poner más iluminación, así que me vine a ver qué encontraba. Y bueno… ya llevo varias bolsas”, dijo entre risas.

A pesar del paso del tiempo, este sector de ventas se mantiene como uno de los más visitados de San Salvador. La zona también cuenta con parqueos cercanos, lo que facilita la experiencia de compra. Muchos comerciantes coinciden en que diciembre es la temporada más esperada del año, no solo por el aumento en ventas, sino por la convivencia con los clientes, quienes vuelven cada temporada.

De esta manera, con tradición, creatividad y un toque inesperado de humor, el Santa Claus que baila se ha convertido en el símbolo más viral de la Navidad capitalina. Entre nacimientos, luces y árboles, este peculiar personaje resume la mezcla de ingenio y alegría que caracteriza a las ventas navideñas del centro, donde cada año renace la magia decembrina al estilo salvadoreño.