La diáspora salvadoreña en el siglo XXI: cuántos son, dónde viven y qué ha cambiado

La diáspora salvadoreña es una de las más grandes de Centroamérica. Según datos de organismos internacionales y el Banco Central de Reserva (BCR), entre 1.5 y 1.6 millones de personas nacidas en El Salvador viven actualmente en el extranjero.

Si se suman sus hijos y descendientes directos, la cifra asciende a entre 2.5 y 3 millones de personas, lo que representa alrededor del 25 % de la población salvadoreña estimada en 6.3 millones para 2025.

Este fenómeno no es reciente: comenzó a intensificarse durante la guerra civil (1980-1992) y ha continuado por factores como la inseguridad, la falta de empleo, desastres naturales, violencia de pandillas y el cambio climático. A esto se suman las motivaciones por reunificación familiar y mejores oportunidades de vida.

¿Dónde están los salvadoreños en el exterior?

Estados Unidos concentra la mayor parte de la diáspora:

• 1.4 millones de salvadoreños nacidos en el país viven en EE. UU.
• La población total de origen salvadoreño (incluyendo descendientes) llega a entre 2.5 y 2.9 millones.

Otros países con presencia significativa son:

Las cifras provienen de censos nacionales, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y registros del Banco Central de Reserva (BCR).

Perfil y condiciones de la migración

La mayoría de los migrantes salvadoreños son adultos entre 18 y 54 años, con una leve mayoría masculina. En cuanto al nivel educativo, entre el 55 % y 77 % tiene secundaria o menos. Se insertan principalmente en sectores como construcción, servicios, manufactura y agricultura.

Aunque se han implementado programas de migración laboral ordenada —como los acuerdos temporales con Estados Unidos y Canadá—, gran parte de la migración sigue siendo irregular, lo que expone a las personas a riesgos como tráfico humano, explotación y deportaciones.

Remesas y su impacto en la economía

Uno de los vínculos más fuertes entre El Salvador y su diáspora son las remesas familiares, que en 2024 superan los $8,000 millones anuales, equivalentes al 24% del PIB nacional. Este flujo económico sostiene a miles de hogares y juega un papel central en el desarrollo local.

Además, el 8.3 % de los hogares en El Salvador reporta tener al menos un familiar viviendo en el extranjero, según el Censo de Población y Vivienda 2024, coordinado por el BCR. Esto representa un ligero aumento respecto al 7.9 % registrado en 2007.

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Retornos y nuevos desafíos

En 2022, el número de personas retornadas al país aumentó un 70 % respecto al año anterior, lo que motivó la creación de programas de reintegración como Nuevas Oportunidades. A su vez, los encuentros en la frontera sur de EE. UU. disminuyeron un 27 % en ese mismo año, según reportes de la OIM.

Algunos de los desafíos más visibles de la migración salvadoreña incluyen la situación de niños no acompañados, personas LGBTIQ+, mujeres en situación de riesgo y personas con discapacidad. También hay un impacto negativo en sectores como la agricultura, que ha perdido a una parte significativa de su fuerza laboral joven (alrededor del 32 %), según el PNUD.

Una diáspora que define a El Salvador

El Salvador del siglo XXI está profundamente marcado por su relación con la diáspora. Las comunidades salvadoreñas en el exterior no solo sostienen parte de la economía con remesas, sino que también participan en procesos culturales, sociales y, en algunos casos, políticos desde fuera del país.

Aunque la migración ha cambiado en forma y destino, no ha disminuido. En lugar de eso, se ha diversificado y consolidado como un rasgo estructural de la sociedad salvadoreña.

Las políticas actuales buscan ordenar los flujos migratorios, fortalecer el vínculo con la diáspora y promover su participación en la economía y el desarrollo nacional.

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Datos más recientes

Entre el 21 de enero y finales de noviembre de 2025, la Patrulla Fronteriza registró 117,105 encuentros, lo que representa una caída del 37 % respecto al promedio mensual de 185,625 encuentros durante la administración Biden, según datos del CBP. Solo en la frontera con México, el descenso en comparación con octubre de 2024 es de casi un 90 %.

Estas cifras se suman a una tendencia a la baja que comenzó en 2024 y que ha alcanzado niveles no vistos en más de medio siglo. Según un comunicado oficial, 2025 podría cerrar como el año con menos detenciones en frontera desde 1970.

El Salvador también refleja esta tendencia. En octubre de 2025, solo 164 salvadoreños fueron detenidos en la frontera entre EE.UU. y México, una caída drástica frente a los 3,121 detenidos en el mismo mes de 2024.

También bajaron las deportaciones. Entre enero y septiembre de 2025, 10,162 salvadoreños fueron retornados al país, en comparación con los 11,461 del mismo periodo en 2024. Sin embargo, el número de vuelos con deportados aumentó, con 148 vuelos registrados hasta octubre, una cifra superior a todo el año 2024.

Según Human Rights First, en octubre hubo 16 vuelos de deportación hacia El Salvador, y de mantenerse esta tendencia, 2025 podría acercarse al récord registrado en 2022.