VIDEO: La lactancia materna también es tema de hombres

El Centro de Apoyo a la Lactancia Materna (Calma) destaca la importancia del rol del hombre frente a su pareja a la hora de alimentar al recién nacido con leche materna. También del impacto en la economía familiar

Hombres de caseríos de Tonacatepeque están "desaprendiendo" ideas sobre la lactancia materna y que esta etapa es asunto solo de mujeres, un cambio que inculca el Centro de Apoyo a la Lactancia Materna (CALMA) en esta localidad

Por Evelyn Chacón

2021-07-03 8:34:27

Mientras Ana Josefa muestra un seno, Noé y Filadelfo, junto a otros hombres y mujeres, ven y escuchan atentos sobre la importancia de la lactancia materna en el Centro Agroecológico de Tonacatepeque. El seno es de tela y tiene dos capas, para explicar la forma interna de la mama.

Noé es hombre de campo, de sombrero para cubrirse del sol y de corvo al hombro listo para trabajar, pero también con mentalidad lista para aprender y desaprender.

Filadelfo, aunque también es hombre de campo, tiene un porte más lleno de formalidad.

¿La lactancia materna es cosa solo de mujeres? es la pregunta engañosa que deben responder Noé Callejas y Filadelfo Martínez.

Noé no tarda en responder sobre la importancia de que la madre se alimente bien para poder amamantar al bebé. “Para que esté fortalecida y el niño nazca bonito, la mamá debe alimentarse bien, con sopitas de mora, de chipilín, ayotillo, güisquiles , zanahoria y demás”, expresa con seguridad.

Por eso él siembra todo ese tipo de hortalizas, para que los alimentos “lleguen a la casa, ella prepara esos alimentos para los niños y ella, y son nutrientes”. Eso sí, Noé sabe que los primeros seis meses de vida del bebé son exclusivos de la lactancia materna, como hizo su esposa y por eso ella se mantiene “siempre bonita, bien alimentada”.

Él reconoce el rol de su esposa, por eso no duda en decir públicamente: “Gracias por todos los niños y gracias porque todavía estamos aquí batallando, echándonos la mano y trabajando siempre en la tierra”.

Noé no solo es el campesino de manos fuertes que labra la tierra, sino también un esposo noble que reconoce el apoyo de su esposa. La respuesta de Filadelfo a la misma pregunta es tajante, precisa: “No”. Luego explica que “también con ayuda del caballero, de la familia para que el niño se sienta agradado, complacido, que no siente resentimiento”.

También puedes leer: ¿Se puede cosechar el agua? En Tonacatepeque ya lo están haciendo

Filadelfo no tiene hijos pequeños, las lecciones que está aprendiendo en esta etapa de su vida serán para compartir con los hombres más jóvenes, ya sea de su familia, vecinos, quien preste oídos para consejos. “Yo no sabía cómo mi mamá me amamantó, ahora que ha llegado este tiempo yo me siento agradado”, dice al recordar y valorar la entrega de su madre, quien ya falleció; también hace el mismo reconocimiento a su esposa, con quien comparte tareas del hogar.

“Yo no me voy a sentir apenado por ayudarle a hacer cosas, lavar trastes , lavar ropa, yo me siento orgulloso y satisfecho en esa forma. Ese consejo se los mando a los jóvenes porque es bonito saber y conocer más de lo que nos han enseñado”, dice Filadelfo.

Pero esa receptividad a las lecciones sobre lactancia materna y alimentación sana que tienen Noé y Filadelfo no son tan comunes como lo quisiera Ana Josefa Blanco Noyola, presidente del Centro de Apoyo a la Lactancia Materna (Calma).

“Tradicionalmente se considera que la lactancia materna es un tema de mujer y que la mujer es la única responsable de la crianza de los hijos. A través de los estudios nos hemos dado cuenta que el papel del hombre es fundamental”, expone Ana Josefa, quien añade que el rol del hombre “es un eslabón dentro de la cadena protectora de la lactancia materna”.

La presidente de Calma es explícita al decir que tanto papá como mamá deben afrontar juntos el tema de alimentación desde que nace el bebé hasta los dos años. Sin embargo este acompañamientos debe iniciar mucho antes, desde la planificación del embarazo o los controles prenatales.

Pero llevar ese ideal a la realidad frecuentemente debe pasar por vencer el machismo o creencias culturales. Sin embargo el personal de Calma le apuesta a la “formación y educación”. Y muestra de ello son las charlas que brindan en el centro agroecológico de Abazorto.

Calma, Abazorto y el CDC forman Alianza NutrES, en donde Ana Josefa también es presidenta. “ No porque son agricultores sólo deban recibir educación sobre tierras, insumos o nuevos cultivos, sino debe ir acompañado con educación para la vida, lo que significa lactancia materna, seguridad alimentaria nutricional y la participación del hombre en el proceso de crianza”, añade.

Te puede interesar: José dejó su oficio en la construcción y se fue a cultivar sus sueños

Que el mensaje cale y haga cambios de conducta “no ha sido fácil. Hicimos un estudio, hace algunos años, con profesionales. Y una de las cosas que decían era que no se veían vinculados al tema. Cuando una mujer recién daba a luz, llegado su primer mes y no podían iniciar una buena lactancia, lo que hacían era salir a comprar la leche de fórmula, porque se sentían muy angustiados”.

Pero calmar esa “angustia” podría costar $2,400, en esa compra de leche de fórmula en los primeros 6 meses de vida del infante. Y paralelamente, al no recibir las defensas que tiene la leche materna, se corre el riesgo de que el bebé sea más vulnerable a enfermarse. La leche materna definitivamente sale más barata, higiénica y segura.

En El Salvador, cinco de cada diez mujeres dan pecho a sus recién nacidos. En el área urbana lo hacen en promedio los primeros 66 días de vida del bebé. En el área rural la cantidad es 72, según datos de Calma. Idealmente el infante debe tener exclusivamente leche materna los primeros 6 meses de vida (180 días).

Ana Josefa Blanco es la presidenta de NutrEs y de Calma. Foto EDH/ Jessica Orellana.