¿Se puede cosechar el agua? En Tonacatepeque ya lo están haciendo

El concepto de cosechar el agua implica crear las condiciones para que el agua se filtre en el suelo, llene los pozos de captación y pueda ser consumida por las comunidades.

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Los miembros de una comunidad rural de Tonacatepeque le apostaron a reforestar un terreno donde antes hubo un cañal. La siembra es diversa y ayuda a la alimentación y filtrar el agua en el suelo. / Foto EDH Jessica orellana

Por Evelyn Chacón

2021-06-29 10:45:49

Mientras Orlando Aguiluz habla convencido en cada palabra de la importancia de cosechar agua y lo que eso significa, un paisaje verde resalta a sus espaldas. La vista es impresionante porque Orlando está parado en un tanque de captación de agua, que tiene una altura de cinco metros y que logra almacenar 300 metros cúbicos de agua, en el cantón Veracruz, de Tonacatepeque.

Sin embargo, esa hermosa y extensa alfombra verde no existía hace, apenas, cuatro años. En su lugar había un cañal y basura, en el terreno que mide 80,000 metros cuadrados.

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Comunidades del municipio de Tonacatepeque han comprendido que el concepto de cosechar el agua implica crear las condiciones para la lluvia, gracias a la reforestación, se filtre en el suelo o llene los pozos de captación para que pueda ser consumida

“Hemos podido modificar esa conducta en la que se vivía, hoy podemos decir que este lugar se ha convertido en un centro de formación agroecológica y de producción. Las comunidades podemos cosechar las aguas que necesitamos”, expresa Orlando.

Orlando Aguiluz muestra la barrera hecha con zacate limón para ayudar a la filtración de agua lluvia al suelo, en Tonacatepeque. Foto EDH / Jessica Orellana

La transformación ha venido del coraje y el sudor de las personas de la comunidad, quienes han llegado a reforestar en su rol de alumnos, deportistas, líderes de iglesias , voluntarios, empleados, altruistas y gente convencida que esa es la tabla de salvación ante las adversidades, que llegan vestidas de pandemia, sequía o inundación.

En ese afán han logrado sembrar más de 30,000 plantas y árboles en toda la cuenca de cinco kilómetros de largo por tres kilómetros de ancho, en donde, también, están los pozos que captan y abastecen de agua potable a la comunidad, que tiene 12,000 habitantes.

Los pozos tienen una profundidad de 210 metros, “eso significa que hemos tenido problemas para encontrar el agua y si estas obras de reforestación no se realizan, vamos a tener que excavar más. Porque sin las obras no hay quien capture (filtre en el suelo) el agua y se va de pasada al río Lempa o a hacer estragos a las zonas bajas. Y hoy estamos demostrando que se pueden hacer cosas valiosas para la comunidad”, explica Orlando, quien conoce muy bien el terreno donde está el proyecto que lidera Abazorto, Calma y el CDC, quienes trabajan bajo la bandera de Alianza Nutre.

Esta faena de la siembra ocurre cada abril y este año la apuesta fue sembrar varas.

“La vara es la que realmente puede filtrar mucha agua y retenerla. El agua ya no se va a la zona baja a causar daños”, explica Orlando, quien es presidente de Abazorto.

Donde algunos ven tragedia por la llegada de los aguaceros, Orlando afirma que lo que existe es una oportunidad. Y esa frase, aunque suene idealista o un sueño, la comunidad se ha encargado de probar que es posible, a través de la reforestación.

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Otra muestra de la cosecha de agua es que tras la reforestación, el riachuelo que estuvo por 15 años sin pasar por varios cantones y caseríos de Tonacatepeque, volvió a su cauce como un hilo continuo de agua, y en su recorrido va dando oportunidad a los campesinos para que le apuesten a los cultivos.

La reforestación en esta zona de Tonacatepeque permite la cosecha de agua. / Foto EDH Jessica Orellana

“Ese río ya da muestras de vida. Nosotros estamos muy contentos porque la mayor satisfacción de un programa, cuando se desarrolla, es que sea exitoso. No dudemos, hagámoslo con fe y confianza”, dice Orlando, quien cree que no reciben suficientes apoyos de parte de las organizaciones de gobierno y municipales, pese a que han demostrado con resultados el éxito de esta apuesta ambiental, alimentaria y social.

“Aquí es agua domiciliar, de consumo, lo trabajamos para que no le falte agua a la familia, tiene las normas que exige Salud. Esta es una de las mejores aguas porque a diario hacemos campaña con los agricultores para descontaminar, muchos agricultores ya no usan químicos y usan abono orgánico”, expresa con orgullo el presidente de Abazorto.

El deseo de Orlando es que el proyecto que ellos tienen sea replicado en el país e incluso a nivel internacional. Por ahora ya el proyecto se ha retomado en Cojutepeque, Sonsonate y Santa Ana.

El trabajo de la sociedad civil

La Alianza de las Organizaciones de la Sociedad Civil por la Soberanía y la Seguridad Alimentaria (Alianza Nutres) fue constituida en 2014. Actualmente está formada por el Centro de Apoyo de la Lactancia Materna (Calma), el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) y la Asociación de Beneficiarios del Agua de la zona norte de Tonacatepeque (Abazorto).

En el terreno reforestado han elegido árboles y plantas que faciliten la filtración de agua y que puedan ser utilizadas en la alimentación o como medicina natural.

Números clave

2,500 familias
son atendidas por Alianza Nutre, en diferentes programas

500 metros
lineales de Zacate-Limón son parte de las barreras vivas sembradas en el terreno.