Tras la advertencia que hizo el mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, a los países vecinos y especialmente a El Salvador, de pelear por la “soberanía” de la isla Conejo; diputados de la oposición miran que se trata de “un distractor” y una “cortina de humo” que favorece a ambos gobernantes dadas las circunstancias específicas que viven en ambos países.
“Este tema es un excelente tema electoral para Honduras y una buena cortina de humo para el gobierno de El Salvador, para ocultar los verdaderos problemas que tenemos los salvadoreños”, expresó el diputado de ARENA, René Portillo Cuadra.
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Según dijo, la situación se puede resolver mediante las relaciones diplomáticas entre ambos países sin tener que llegar a un tema de beligerancia, como lo planteó Hernández de usar a soldados para garantizar la soberanía de la isla Conejo.
“A Honduras le viene bien en un ambiente electoral; para Bukele es una cortina de humo para tapar temas de corrupción, de la Chivo Wallet”, ahondó Portillo Cuadra.
El diputado del partido Nuestro Tiempo, Johnny Wright, mencionó que ni los ciudadanos de El Salvador ni de Honduras quieren enfrentarse a un conflicto armado, pero observa que detrás de la advertencia del presidente hondureño se esconden “intereses políticos, perversos y oscuros” y que no sería la primera vez que se usa a la isla Conejo para “generar humo”.
“Sabemos que noviembre es un mes crítico tanto en Honduras con las elecciones presidenciales y en El Salvador está pendiente de conocerse si el país logra firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, subrayó Wright.
Añadió que en el país salvadoreño hay situaciones que el gobierno quiere opacar como es la “impopularidad del Bitcoin” y las manifestaciones de la sociedad civil que se están preparando en contra de las acciones totalitarias del actual gobierno del presidente Nayib Bukele, por lo que considera que ambos gobernantes “buscan distraer la atención”.
En esto coincidió también la diputada Claudia Ortiz, del partido VAMOS, explicando que ni la población de Honduras ni de El Salvador quieren entrar en un conflicto militar siendo que la situación económica y de salud que viven ambos países es preocupante.
Ortiz instó a que si en realidad existe una “amenaza real” el problema se puede resolver de manera pacífica. “No queremos guerra, no queremos conflicto, mucho menos con un país vecino”, apuntó.