Familia santaneca lleva 54 días peregrinando por tres centros de retención

Entraron al país el 13 de marzo; regresaban de Colombia. En una segunda prueba, el menor salió positivo a COVID-19, a pesar de que no recibió atención por eso, en la tercera prueba salió negativo pero antes de conocer ese resultado, lo enviaron junto a la madre a un lugar donde sólo hay positivos.

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Albergados en el INJUVE. Foto Cortesía

Por Jorge Beltrán Luna

2020-05-06 2:49:14

Una pareja y su hijo de 13 años suman 54 días retenidos luego de que ingresaran procedentes de Colombia, sin que hasta hoy se les haya informado por qué no los dejan marcharse a su vivienda, en un sector de Santa Ana.

La familia G.M. entró vía aérea el 14 de marzo. De inmediato fueron llevados al centro de retención del Injuve Zacamil. El 4 de abril les hicieron la primera prueba a los tres. De forma verbal les dijeron que habían salido negativos. A pesar de eso, continuaron en el mismo lugar hasta que el 13 de abril, a las 10:00 de la noche, les informaron que serían trasladados al hotel El Roble, en La Palma, Chalatenango.

El traslado sobrevino horas después de que un grupo de personas exigiera que, habiendo cumplido un mes de estar en cuarentena, se les permitiera regresar a sus casas o que les informaran por qué seguían retenidos.

Pero la reacción del Gobierno fue trasladarlos a un hotel. A la medianoche del 13 de abril estaban arribando al hotel, donde fueron ubicados y luego dejaron que transcurrieran los días.

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Seis días después, a todos los que estaban en el hotel El Roble les hicieron una segunda prueba de COVID-19. El 22 de abril, como a las 5:00 de la tarde, la pareja recibió una mala noticia: el niño había resultado positivo.

Les pareció raro que sólo el niño estuviera contagiado. S.M. dice que su hijo es muy apegado a ella por lo que dormían en la misma cama, compartían alimentos y agua, pero ella y A.G., su esposo, estaban negativos, según les dijo el encargado del centro de retención.

Pero contrario a lo esperado, que el niño fuera separado o llevado a algún hospital, solo les pidieron que no salieran de su habitación. Según la madre, G. nunca presentó síntomas de estar enfermo.

“Estuvimos en el centro de contención de Injuve Zacamil por 31 días, con mi esposo y mi hijo de 13 años; salimos de allí con una prueba negativa, luego nos trasladaron al hotel El Roble, en Chalatenango, donde nos hicieron una segunda prueba. Ahí dijeron que mi hijo era positivo, cosa que nos pareció sin sentido porque en todo momento habíamos estado los tres juntos”, relató S.M.

Aquel mismo 22 de abril, a una mujer de 38 años que también había estado en el Injuve Zacamil, le dijeron que también era positiva a COVID-19. Ella fue separada de otras dos jóvenes con quien compartía habitación en El Roble.

Lo enviaron a un centro donde solo hay positivos

Al siguiente día, la mayoría de personas fue despachada a sus casas. La mujer de 38 años positiva fue enviada al hospital de Tecoluca, y sus dos compañeras de habitación, al hotel Las Palmeras.

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S.M., su esposo y su hijo quedaron solos en el hotel El Roble. Les pareció obvio que sucediera eso debido a que su hijo había resultado positivo. Allí permanecieron por cinco días más.

Sin embargo, el 28 de abril les hicieron otra prueba, la tercera. Pero ese mismo día les dieron otra mala noticia: el niño sería trasladado al hotel Mesón de María, en San Salvador, donde sólo hay casos positivos. A los dos adultos los llevarían al hotel Holiday Inn.

Escuchar que sería separado de sus padres fue un duro golpe para G., cuenta la madre del niño. Sin embargo, tras una ligera lucha con apoyo de la Procuraduría para la Defensa de Derechos Humanos, aceptaron que el menor estuviera acompañado de su madre. Solo al padre enviaron al Holiday Inn.

“Llevamos seis días acá y nos nos dicen nada”, comentó el lunes anterior, S.M. a un periodista de El Diario de Hoy.

“El día de ahora (lunes 4 de mayo, en la mañana) intentaron hacerle una cuarta prueba a mi esposo aún sin conocer resultados (de la tercera) pero él lo permitió alegando que queremos la respuesta de la tercera prueba . He averiguado por mis propios medios y me dicen que desde el viernes están las tres pruebas y somos negativos. Por qué no nos lo dicen; por qué no nos sacan de acá. Llevamos 52 largos días encerrados”, agregó.

Ese mismo lunes en la tarde, personal de la Procuraduría de Derechos Humanos le dijo que las tres pruebas habían salido negativas y que desde el viernes 1 de mayo ya estaban los resultados. Oficialmente no les han informado nada.
De momento, la única petición que la familia G.M. dice es acabar con la completa incertidumbre de lo que pasará con ellos. Ayer, el encargado del Mesón de María le dijo a S.M. que no saben qué sigue.

“Después de tanto llamar y preguntar, la coordinadora de acá me dijo ahora que ellos ya saben que somos negativos pero que no saben qué sigue. Como que quieren hacernos otra prueba”, comentó S.M. hoy a El Diario de Hoy.

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De acuerdo con S.M., a pesar de que ella y su hijo están en un lugar donde solo hay personas contagiadas, según le han dicho, ella y su hijo han permanecido en total aislamiento, sin salir de su habitación y sin contacto alguno.
“No sé cuántas personas habemos aquí porque no vemos a nadie, no salimos de la habitación. Incluso, cuando vienen a dejar la comida, solo la dejan en la puerta, cuando salgo a recogerla ya no hay nadie”, dijo la denunciante.

Esta familia pide la pronta intervención de las autoridades y de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos pues consideran que ya es demasiado tiempo; incluso piensan que el supuesto contagio de su hijo pudo ser una equivocación porque en menos de diez días entre prueba y prueba, dio negativo al COVID-19.