Para la época de Semana Santa varias calles de pueblos y ciudades se llenan de colores como parte de la celebración de la fiesta religiosa en honor a los días santos en la religión católica.
Los feligreses elaboran varios diseños alusivos a momentos religiosos o figuras folclóricas. Muchas personas utilizan las alfombras para agradecer las peticiones que se les han cumplido o lo que consideren un milagro.
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¿De qué están hechas?
Las alfombras son una combinación de varios ingredientes que se juntan para formar patrones en el suelo, el principal es el aserrín que se puede teñir de diferentes colores dependiendo el diseño que se busque, también se utiliza una variedad de flores como rosas, claveles, crisantemos, entre otras.
Una vez se tienen todos los materiales las personas usan moldes y objetos como cucharas para darle forma a los diseños que quieren plasmar en el suelo.
Usualmente se coloca una capa base en el suelo de un color genérico que servirá de fondo o incluso de aserrín sin pintar, esto para que el diseño tenga una altura homogénea en relación al suelo que en ocasiones puede tener baches que causen altibajos en la proporción del dibujo.
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Las personas comienzan a crear la alfombra desde adentro hacia afuera, para evitar que el diseño se corrompa por pisadas o malos movimientos.
En El Salvador suelen colocar las alfombras el Viernes Santo, el día en el que se conmemora la muerte de Jesucristo según la tradición cristiana.