Este es el delicioso emprendimiento de Emeli, la profesora vio la oportunidad en medio de la pandemia

Por hoy, está contenta por que más de alguno de sus productos estará en la mesa de los salvadoreños durante las festividades de fin de año.

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Emeli es una profesora que imparte clases a estudiantes desde el primer ciclo hasta bachillerato en un colegio de Soyapango. Foto EDH/ Yessica Hompanera

Por Enrique Carranza

2020-12-29 7:52:13

“De día soy maestra y de noche emprendedora”, comenta la sonriente y muy entusiasta profesora Emeli Santamaría, mientras parte una fresca coliflor y explica su incipiente negocio.

Y es que para la docente la irregularidad en la agenda escolar a causa del Covid-19 abrió el camino del proyecto que un día visualizó en las aulas de la universidad.

Se trata de la elaboración de productos bajo la marca Mamá Oty, que son exquisitos encurtidos, nances añejados y papaya en dulce que recogen las técnicas de dos generaciones -Otilia Rivas, la abuela o mamá Oty, y Marielos, la madre de Emeli-.

“Como tarea de la universidad debíamos crear una empresa, pero hubo dificultades en el  grupo y terminé trabajando sola. En ese momento retome y di forma a la idea que ya teníamos con mi pareja”, comenta Emeli.

En los siguientes días elaboró el logo, nombre y afiches, además de todo lo necesario para iniciar la empresa, todo el material debía ser expuesto ante catedráticos y estudiantes de la universidad donde estudió.

“Todo resultó bien en la exposición, y cuando terminó los compañeros se acercaban para conocer más sobre la empresa y la distribución de los productos”, continúa Emeli.

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“La espinita”, como se dice, de emprender quedó en la pareja desde aquel momento, pero por cuestión de tiempo en la rutina laboral de ambos no lograba cuajar.

Fue hasta el inicio de 2020 cuando el Covid-19 tomó fuerza en El Salvador y las clases se volvieron virtuales que Encurtidos Mamá Oty vio la luz.

La docente consideró que pasar ese período en San Salvador sería difícil y más aún para su pequeño hijo, y también para la mascota de la familia, entonces se mudó donde su madre y abuela, en la zona rural de San Vicente. Su pareja continuó con rutina.

“No ha sido fácil, en el inicio se vendieron sólo 80 botes, pero la satisfacción fue ver realizado el sueño”, detalla Emeli.

La publicidad de Encurtidos Mamá Oty fue montada en Facebook, allí mismo se encargan los productos, se coordinan lugares y fechas de entrega.

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“Esto se trabaja en la noche y madrugada, a veces terminamos de preparar y armar los pedidos entre las 3 y 4 de la mañana”, continúa.

además, comenta que en el proceso participan mamá Oty, Marielos y Emeli.

Profesora de día y emprendedora de noche

A lo largo de este año Emeli combinó los encurtidos y otros productos con el impartir clases virtuales de Técnicas de la comunicación, para los alumnos de primer ciclo hasta bachillerato de un colegio de Ilopango.

La clase para los más pequeños la impartió acompañada de “Tecnicom”, un payasito dispuesto siempre a opinar y resolver dudas en la clase.

Han sido más de 500 alumnos los atendidos este año, Emeli asegura que entre los principales retos que enfrentó fue la débil señal celular de la zona, que por momento fue tal que debía subir a uno de los árboles de jocotes de la propiedad para poder impartir clases y reunirse con el resto del personal docente.

Pese a las dificultades de conectividad y el cansancio la joven maestra permanece entusiasmada con el emprendimiento, es más, está contenta por que más de alguno de sus productos estará en la mesa de los salvadoreños durante las festividades de fin de año.

Emeli Santamaría, la maestra que cumplió su sueño de emprendimiento durante la pandemia