El cabo de la Policía Nacional Civil, Pablo Salvador Hernández García, murió en el hospital de Zacatecoluca, luego de ser atacado a balazos en su vivienda por presuntos pandilleros.
Hernández estaba destacado en la Sección Táctica Operativa de Soyapango.
Según información de la Policía, el agente fue trasladado al hospital nacional Santa Teresa, de Zacatecoluca, pero falleció por las lesiones.
El ataque ocurrió en la vivienda del policía situada en la colonia Miramar, de San Juan Nonualco. Las primeras versiones oficiales del hecho refieren que Hernández García le causaron al menos siete balazos.
Sobre este asesinato las autoridades investigan dos hipótesis, si fueron las pandillas o delincuencia común, ya que el cabo regresaba a su vivienda después de retirar dinero del banco. Al agente le robaron el efectivo y su arma.
Con la muerte del cabo, suman 19 las muertes violentas de policías y un empleado administrativo de la corporación.
Durante el año 2018 fueron ultimados 32 policías, 2 empleados administrativos de ese cuerpo de seguridad, 17 militares, 3 custodios de Centros Penales y un estudiante de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).
La mayoría de estas muertes violentas son atribuidas a las pandillas, que buscan, según las autoridades de seguridad, presionar al Gobierno con estos ataques para obtener beneficios carcelarios para sus líderes.
El Gobierno responsabiliza a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias de los altos índices de homicidios de entre 103 y 50,3 por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2018, cifras que ponen a la nación como una de las más violentas del mundo.