La cantidad de personas desaparecidas ha tenido un aumento en 2021, pero además el porcentaje de víctimas que no han sido encontradas también se ha incrementado. Lo anterior refleja que hay poca efectividad en las investigaciones y la localización de las víctimas por parte de las autoridades como la Fiscalía General y la Policía Nacional Civil tal como lo sostiene el Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH) de la Universidad Centroamericana (UCA).
El coordinador técnico del OUDH, Jorge Rodríguez explicó a El Diario de Hoy que de acuerdo a los análisis de las cifras de la Fiscalía General, anteriormente el porcentaje de casos de personas que seguían desaparecidas “al cierre de un período era del 30 por ciento”. El restante 70 por ciento aparecían sin vida, con vida o aparecían con vida, pero ligado al cometimiento de delitos.
A su juicio, en el primer semestre de este año, la situación ha empeorado, contrario al discurso de las autoridades de Seguridad que justo este día dijeron que es falso el aumento de personas desaparecidas.
“Según los datos que hemos recopilados de la Fiscalía General, en estos primeros seis meses, de enero a junio 2021, este porcentaje ha aumentado al 40 por ciento”, dijo Rodríguez.
En ese sentido, el hecho de que hay un buen porcentaje de víctimas que no aparecen con vida refleja que “es otro indicador que nos está alertando que no solo esta forma de vulneración (derecho a la libertad), está aumentando justamente, sino que la efectividad de las autoridades en torno a la investigación y ubicación de las víctimas está disminuyendo”.
El experto señaló que la problemática de los desaparecidos “es un fenómeno complejo y no asumirlo por todos los actores y por supuesto el Estado a la cabeza con las dimensiones, la problemática y la seriedad que se merece, pues lo que va a generar es que se siga reproduciendo y aumentando como en los últimos años y llegar a situaciones peores”.
En estos momentos “está desbordado, desde el momento en el que decimos que ya sobrepasó, llevamos tres años en el que el número de desaparecidos es mayor que el de las víctimas de muertes violentas”, explicó.
Pero el fenómeno se agrava más porque las autoridades competentes de enfrentar el problema no tienen un registro único de personas desaparecidas.
“Pueden ser miles, pero como las autoridades no tienen ese dato y desde otros actores tampoco hay capacidad de recursos para hacer ese registro. Es muy probable que el número de personas desaparecidas sea mucho más, no se puede saber por la ausencia de este registro”, señaló Rodríguez.
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A su juicio es “importante saber el número de personas que permanecen desaparecidas, aun con las cifras de 2011, porque muchas de esos casos al no tener información reciente, muchas veces se archivan y los casos no prosperan”.
La Fiscalía General reveló recientemente que 1,192 personas desaparecieron de enero al 13 de octubre de este año, lo que supera al número de víctimas del año pasado.
Aún cuando la cantidad de homicidios ha disminuido con respecto al año pasado, por tercer año consecutivo, el número de personas desaparecidas supera a las muertes violentas en este año en el país.
Las cifras de la Policía Nacional Civil detallan que 936 personas murieron en hechos violentos del uno de enero al 2 de noviembre de este año, es decir, una cifra menor que la cantidad de personas desaparecidas en este año, pero hasta el 13 de octubre.
A juicio de Rodríguez, la situación de los desaparecidos ha empeorado en los últimos meses, pero cree que los responsables de esas desapariciones no solo son las pandillas.
“Una buena cantidad de este tipo de desapariciones es responsabilidad de los grupos al margen de la ley, y el problema de esto es que justamente está demostrando que no están desmontadas estas estructuras ni se ha reducido el poder de estas estructuras en el territorio”, dijo Rodríguez.
Agregó que “este tema de los desaparecidos, su aumento y sus indicadores epidémicos, tal como están ahora, nos está sugiriendo ese elemento que no es cierto que se haya recuperado el control territorial por parte del Estado, porque sino esto ya no pasaría”.
También hay muchos casos, sobre todo cuando las víctimas son mujeres jóvenes y adultas , en los que los victimarios pueden ser personas cercanas a su círculo familiar e incluso, sus parejas o ex parejas.
“Hemos conocido muchos casos en ese sentido y eso demuestra que es algo que no se está visibilizando a través de políticas públicas, eso está quedando fuera. No hay una apuesta por investigar y prevenir este tipo de violencia ”, según Rodríguez.
Señaló que en el caso de menores y adolescentes existe otro factor que tiene que ver con el fenómeno de la trata de personas, una problemática que a su juicio las autoridades deben de profundizar.
“Es otro tipo de crimen organizado, que no estamos seguro de que se esté combatiendo, visibilizando o apostando de la misma manera”, dijo Rodríguez.
Cuestionó las dificultades que enfrentan las familias de las víctimas cuando llegan a denunciar el desaparecimiento en las instituciones correspondientes que les exigen hasta 72 horas para poder recibir la denuncia.
Recordó que existe un protocolo de búsqueda de personas desaparecidas que señala que no se necesitan 72 horas para iniciar la búsqueda.
Otras de las dificultades que enfrentan son las series de estereotipos que expresan los encargados de recibir esas denuncias como por ejemplo que “si es joven, que si es parte de pandillas, que si anda en malos pasos, que si es mujer y joven, que quizás este con el novio”.
Agregó que “este tipo de estereotipos dificulta el proceso de búsqueda que se debería de dar. Además genera en las víctimas como una sensación de abandono de que las autoridades no les vaya a dar una solución para encontrar a sus familiares, ahí hay un abandono por parte de las autoridades”.
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