Alumnos retan al caudal del río para poder llegar a la escuela

La comunidad educativa de la escuela del caserío El Retumbo, en San Alejo, debe cruzar el río para llegar a las aulas. En invierno el paso por el caudal es un peligro

Por Insy Mendoza

2021-07-12 9:00:39

Caminar a la escuela para los alumnos sus padres y profesores del Centro Escolar Caserío El Retumbo, en el municipio de San Alejo, La Unión, resulta ser peligro en invierno, debido a que en el trayecto deben cruzar el río El Tizate.

En algunas ocasiones son los padres de los alumnos quienes deben cargar en hombros años niños pequeños para cruzar el río y evitar que sean arrastrados por las fuertes corrientes.

La escuelita tiene una población de 152 estudiantes desde parvularia hasta noveno grado y son asistidos por siete docentes.

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Al terminar las clases, los estudiantes se juntan en grupos para regresar a sus casas, y al estar a la orilla del río se quitan los zapatos y calcetines para cruzar el caudal.

Algunos tratan de saltar de piedra en piedra, pero siempre caen al agua, lo que para ellos es una alegría, para sus padres es un peligro.

Los profesores con el apoyo de alumnos y padres de los estudiantes improvisaron una pasarela hecha con llantas viejas y cemento, pero la fuerza del caudal lo dañó.

Cuando está desbordado el río nadie lo intenta cruzar.

Los residentes de las comunidades del cantón El Tizate comentan que cada año, dos o tres veces se inundan las instalaciones de la escuela que está a 25 metros de distancia del río, así como viviendas y cultivos de los alrededores.

Cuando hay clases y se ve la amenaza de una tormenta, los docentes despachan a los alumnos temprano antes de que llueva, para que puedan regresar a sus casas.

De acuerdo con los lugareños, tienen más de 25 años de venir enfrentando los riesgos durante el invierno por la crecida del río y por una quebrada que también está en los alrededores de la escuela.

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Los padres de familia y docentes piden al gobierno central, u otro organismo que les apoyen en trabajos de dragado del río para profundizarlo y unas bordas para evitar que siga causando daños materiales, y poniendo en riesgo la vida de las personas.

Celia Torres, directora de la escuela del caserío El Retumbo, manifiesta que durante el invierno es un riesgo para los niños porque en algún momento una repunta que venga de la parte alta los puede arrastrar mientras ellos lo están cruzando.

La docente dice que la escuela se encuentra como en una isla, rodeada de agua porque tienen al río y una quebrada que se desbordan cuando las tormentas son fuertes, siempre se les inundan las aulas de la escuela, en ocasiones anteriores se les dañó una refrigeradora y otros equipos de la institución.

“A veces llegan a la escuela todos mojaditos de sus ropas, de las mochilas. También se les dañan los útiles escolares porque se han caído al cruzarse el río. Hay una gran necesidad de que nos construyeran una pasarela o que construyeran bordas para evitar que sigamos cada año en la misma situación”, agregó Torres.

Torres explica que cuando el río está bastante crecido, los alumnos de parvularia no llegan o a veces los padres de familia los cargan para cruzarlos y llevarlos hasta la escuela.

El profesor David Mortecinos hace un llamado urgente para la construcción de una pasarela sobre el río porque cada año es una amenaza para la población educativa y el resto de personas de la localidad.

“Es una escuela vulnerable porque en la parte de arriba en la jurisdicción de Yucuaiquín cuando abren unas represas nos viene afectar en la parte de abajo porque el río se desborda hasta con un metro de altura, perdiendo materiales didácticos”, agrega Montesinos.

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El docente asegura que hay bastante deseo de los alumnos en asistir a clases presenciales, pero debido a las crecidas del río les perjudica cada año.

“Cuando vemos que la tormenta se está formando corremos a subir las cosas como las camas y otras pertenencias las tenemos que amarrar del techo para evitar que sean llevadas por las corrientes”, expresa Natividad Benítez, de 73 años, quien vive a 10 metros de la escuela.

Benítez recuerda que en años anteriores perdió hasta aves del corral, y siempre la escuela y las casas aledañas al río y la quebrada se inundan.

“A los profesores de la escuela les toca en cada inundación andar barriendo y lavando todo ese lodo que les queda adentro de las aulas”, comenta.

Victoria Gutiérrez, gobernadora departamental de La Unión, manifestó que hasta el momento no les habían reportado alguna emergencia o problemas de la escuela, “es de hacer una inspección en el lugar y coordinar con las instituciones”, declaró.