Migrante salvadoreña extraviada en México fue localizada en un hospital de Chiapas en estado delicado
Yulisa Pineda fue arrollada por una rastra en Veracruz y se encuentra ingresada en una clínica con pronóstico delicado. La joven se tomó un fotografía en el hospital y logró enviarla a su familia
Luego que El Diario de Hoy publicara sobre la extraña desaparición de la migrante salvadoreña Yulisa Pineda, el pasado sábado 7 de febrero, una mujer de nacionalidad mexicana se comunicó con la familia de la joven, el sábado 9, para informarles que una persona de similares características se encuentra ingresada en una clínica asistencial de la localidad de Mazatán en México, con pronóstico delicado.
Yulisa Adelaida Pineda Cardoza, de 20 años, sufrió un accidente de tránsito en el estado de Veracruz, cuando una rastra la arrolló al intentar cruzar una carretera para comprar sus alimentos. Esta versión es corroborada por un testigo del hecho y la pareja de la joven de 20 años, Mauricio Saldívar. Yulisa y su pareja formaron parte de la quinta caravana de migrantes salvadoreños que salió del país el pasado 16 de enero.
Luego del accidente, Yulisa fue ingresada en un hospital local de Veracruz, en donde recibió los primeros cuidados médicos y permaneció varios días sin comunicación alguna. Desde ahí fue trasladada, vía aérea, hasta Mazatán en donde se encuentra ingresada. Su estado ha mejorado pero todavía no puede movilizarse por sí misma y utiliza un collarín por la gravedad de sus lesiones.
El sábado 9, por la tarde, la familia de Yulisa consiguió comunicarse por llamada telefónica con la joven, quien les expresó que fue movilizada hasta Mazatán pues expresó a sus doctores que deseaba regresar a El Salvador y en esa zona es posible tomar un autobús directo; sin embargo, no cuenta con los recursos ni la capacidad física para hacerlo.
“No puedo moverme”, relata una de las hermanas de Yulisa, que ella les expresó durante la llamada telefónica. La joven consiguió hacerse una fotografía y enviarla a través de una cuenta de mensajería social diciéndoles: “me trajeron aquí porque de aquí salen buses directos a El Salvador, pero no puedo moverme”. En la imagen es visible su rostro y el collarín que utiliza.