Así fueron las horas previas a la extraña desaparición de la joven salvadoreña Pamela Burgos en Guatemala
Familia y amigos de Pamela Michelle Burgos Valencia, de 25 años, aún no se explican las razones de la desaparición de la joven estudiante de gastronomía, con quien perdieron comunicación hace más de una semana.
La última vez que alguien consiguió comunicarse con Pamela Burgos fue la tarde del sábado 12 de enero. La conversación se realizó a través de una aplicación de mensajería instantánea y no fue distinta a otras conversaciones que la joven mantenía con familiares y amigos en El Salvador. La comunicación concluyó cuando Pamela dejó de contestar.
Ese mismo día, la joven salvadoreña fue vista por última vez caminando por las calles de la Ciudad de Guatemala. Asistió a una cita con un amigo en una cafetería local, muy cerca de la escuela en donde tenía planeado cursar el último semestre de la carrera de gastronomía, en la Zona 4 de la ciudad. Su graduación sería en en diciembre. Testigos dicen que la vieron platicar por un rato y luego marcharse del lugar.
La familia relata que Pamela acostumbraba a informar en dónde se encontraba y en compañía de quién estaba, y que aquel encuentro en la cafetería fue lo último que supieron de ella o su paradero. Intentaron comunicarse a la mañana siguiente, el domingo 13 de enero, pues les pareció extraño que no hubiese contestado en toda la noche y que dejara de hablar sin despedirse.
La joven salvadoreña desapareció el 12 de enero, Ese mismo día, la joven fue vista por última vez caminando por las calles de la Ciudad de Guatemala. La familia describe que hasta la mañana del lunes 14 que, preocupados, decidieron llamar a su teléfono celular. El aparato ya se encontraba apagado.
Fue entonces que notaron que los mensajes de texto y audio se enviaban, pero ella ya no los recibía ni escuchaba. En un primer momento, pensaron que se debía a un problema con la redes telefónicas, situación que ya se había presentado antes, pero al cabo de unas horas comenzaron a notar que lo que ocurría ya no era normal.