Los católicos ya piden la intercesión de San Óscar Romero

Durante la vigilia por la canonización en la Plaza Gerardo Barrios, los católicos pidieron al nuevo santo de la Iglesia que interceda para que cese la violencia en el país.

descripción de la imagen
Foto EDH/Jessica Orellana

Por Violeta Rivas

2018-10-14 8:00:32

Al observar la ceremonia de canonización de San Óscar Romero, la feligresía que asistió a Catedral Metropolitana mostró su júbilo cuando el Papa Francisco lo elevó a los altares junto a otros seis beatos.

En el momento específico en el que el Pontífice nombró Santo a Óscar Romero se pudo observar el llanto de felicidad de la feligresía que asistió a la transmisión de la ceremonia, además del júbilo mostrado en el repique de las campanas de las iglesias, los globos que llenaron el cielo de los alrededores de Catedral Metropolitana y la quema de pólvora.

“Lloré de la emoción porque deseábamos que él fuera Santo porque se lo merecía, porque tanto que luchó por este pueblo. Yo le he pedido a San Romero paz en este país, que ya cese tanta violencia, yo tal vez ya no voy a ver esa paz; pero sí quiero que la vivan mis hijos y mis nietos”, dijo Ana Cecilia de Villalta, residente de Soyapango.

María de Palacios, de 52 años, quien vive también en Soyapango, cuenta que lloró de la emoción cuando el papa Francisco nombró Santo a San Romero, porque ha sufrido mucho por la violencia que se vive en el país.

TE PUEDE INTERESAR:

Nuncio Apostólico en El Salvador: “Cuidado con transformar a San Romero en bandera”

Santo Rocco Gangemi instó a no olvidar que el interés social del arzobispo brotaba de su fe

“Hace 22 días asesinaron a un familiar, por eso le pido a San Romero la paz, que la delincuencia deje de tocar tanto a las familias salvadoreñas porque ya tenemos tres muertos en la familia que fueron asesinados, es lo que le he pedido al Santo, y que proteja a mis hijos”, expresa la feligrés.

Estanislao Hernández dijo que como todo salvadoreños vivió el momento de la canonización con mucha alegría.

“Al fin se hizo justicia porque los salvadoreños ya lo habíamos hecho Santo. Es un momento muy especial, muy emotivo, un momento histórico que no lo vamos a volver a vivir, por eso venimos a compartirlo con todo el pueblo que él tanto quiso”, comentó Hernández

Lilsi Murillo, de 54 años, explicó que el momento de la canonización de San Romero lo ha esperado el país por 38 años. “Nosotros fuimos la juventud que acompañó a Monseñor Romero en los años 1980 y ahora vemos concluido ese ciclo que comenzamos en aquel tiempo, cuando pertenecíamos a las comunidades eclesiales de base”, cuenta.

La feligrés expresa que durante todos estos años le pidieron mucho a Dios, por medio de la oración, para que San Romero fuera elevado a los altares, ya que fue parte de las enseñanzas que el nuevo Santo realizó en vida, “porque él siempre nos enseñó que todo se hacía por medio de la oración, porque el Señor es el que dirigiría nuestros pasos”.

TE PUEDE INTERESAR:

Julian Filochowski: “Creo que Romero no es una figura católica, sino un hombre ecuménico”

Este exjesuita británico trabajó en El Salvador y se declara amigo personal de monseñor Romero durante el convulsivo período de 1977 - 1980 cuando el obispo era Arzobispo de San Salvador. Reconoce el legado de trabajo de Romero más allá de la doctrina católica.

Agrega que le ha pedido a San Óscar Romero la paz de El Salvador y la sanidad de su familia.

Otra de las asistentes a la vigilia en Catedral Metropolitana fue Guadalupe Hernández, quien vive en las cercanías del Constitución y que expresó que siente mucha emoción al tener a San Romero en el país, momento que todos los salvadoreños esperaban.

“Yo, en la misa, le pedí paz a San Romero, que nos dé tranquilidad, que se termine toda la violencia que hay en el país”, dijo Hernández.

Agregó que le llenó de orgullo el observar a la multitud que presenció la canonización y que mostraron su amor por el Santo, el haber podido vivir con todos los salvadoreños una fiesta espiritual.

TE PUEDE INTERESAR:

San Óscar Romero, el primer santo de El Salvador

El papa Francisco inscribió a monseñor Romero en el libro de los Santos de la Iglesia

“Cuando el Papa lo nombró Santo yo dije, ‘se hizo justicia’ porque creo que es la palabra que expresa todo lo que sentí en ese momento. Realmente es una alegría inmensa la que nos ha invadido y este es inicio de una gran historia porque Romero fue Santo desde el momento que lo asesinaron, y él ahora ha resucitado en su pueblo”, expresa Raquel García, originaria de Quezaltepeque.

La feligrés dijo que le ha pedido a San Romero con fe, que interceda ante Dios por su familia y “le he pedido algo familiar y tengo la fe que él me va a ayudar, yo sé que sí me lo va a conceder”, asegura.