Trump condiciona ayuda alimentaria al fin del cierre del gobierno en EE. UU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este martes que la ayuda alimentaria federal se distribuirá únicamente una vez que concluya el cierre del gobierno, que mantiene suspendidos servicios públicos y programas de asistencia en todo el país.

A través de su cuenta en Truth Social, Trump señaló que los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) “se otorgarán sólo cuando los demócratas de izquierda radical abran el gobierno, lo cual pueden hacer fácilmente, y no antes”. 

La afirmación contradice declaraciones previas de su propia administración, que había asegurado que los hogares más vulnerables recibirian apoyo parcial mientras durara la parálisis presupuestal.

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Un cierre que ya se siente en los hogares

Estados Unidos enfrenta una nueva crisis política y fiscal tras la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso. El cierre ha dejado sin operar a miles de empleados federales y amenaza con convertirse en el más largo de la historia del país si no se alcanza pronto un compromiso para aprobar el presupuesto.

El programa SNAP, conocido como “food stamps”, es una de las principales herramientas de asistencia alimentaria en Estados Unidos. Según datos del Departamento de Agricultura, más de 40 millones de personas dependen de esos beneficios para garantizar su alimentación mensual. La incertidumbre sobre su continuidad ha generado preocupación entre familias de bajos ingresos y organizaciones comunitarias.

Impacto político y social

El cierre del gobierno ocurre en un contexto de fuerte polarización política, con ambas cámaras del Congreso divididas sobre el gasto federal y las prioridades del Ejecutivo. Analistas señalan que la postura de Trump busca presionar a los legisladores demócratas para aceptar sus condiciones presupuestarias, aunque el costo inmediato lo asumen los ciudadanos más vulnerables.

Grupos de defensa de los derechos sociales han criticado la medida, calificándola de “irresponsable” y “punitiva”. Señalan que suspender el acceso a los alimentos básicos en medio de una crisis política podría agravar la inseguridad alimentaria y aumentar la tensión social.

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Consecuencias más allá de EE. UU.

El prolongado cierre del gobierno estadounidense también genera incertidumbre económica en otros países, debido al peso de la economía de Estados Unidos en los mercados globales. Las demoras en programas federales, pagos y regulaciones pueden afectar cadenas de suministro y la confianza de inversionistas.

Mientras tanto, la Casa Blanca no ha dado detalles sobre un posible calendario de reapertura o sobre si se contempla una medida temporal para garantizar la entrega de alimentos.

El enfrentamiento político en Washington sigue sin señales de resolverse, y millones de familias permanecen a la espera de una decisión que podría determinar su acceso a la comida en las próximas semanas.