Policía francesa intensifica la búsqueda de los autores del robo en el Louvre
Sesenta investigadores trabajan para dar con los responsables del robo de joyas reales en el Louvre, un caso que ha sacudido a Francia y preocupa al mundo del arte.
Por
AFP
Publicado el 20 de octubre de 2025
La Policía francesa desplegó a sesenta investigadores para localizar a los responsables del robo de joyas reales en el Museo del Louvre, ocurrido el domingo por la mañana. Los ladrones, que actuaron en solo ocho minutos, sustrajeron nueve piezas del siglo XIX, incluida la corona de la emperatriz Eugenia. Las autoridades siguen la pista de un grupo del crimen organizado y analizan videos, huellas y rastros digitales, mientras Interpol colabora ante la posibilidad de que las joyas ya estén fuera del país. El hecho reavivó críticas sobre la falta de seguridad en los museos y puso bajo presión al gobierno francés.
La Policía Nacional francesa lanzó una operación a gran escala para encontrar a los responsables del espectacular robo de joyas reales ocurrido en el Museo del Louvre. Sesenta investigadores especializados trabajan desde este lunes en identificar y detener a los autores de un asalto que dejó en evidencia la fragilidad de la seguridad en el museo más visitado del mundo.
Según fuentes cercanas a la investigación, las autoridades siguen la pista de un grupo del crimen organizado que habría planeado la operación con precisión milimétrica. “Lo que es seguro es que hemos fallado”, reconoció el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, en declaraciones a la emisora France Inter, al admitir la gravedad del golpe.
El museo, que cada año recibe alrededor de nueve millones de visitantes, permanece cerrado por segundo día consecutivo mientras la policía recopila pruebas, analiza videos de seguridad y toma declaraciones a testigos y empleados.
Ocho minutos de acción y una huida perfecta
El robo tuvo lugar el domingo por la mañana, alrededor de las 9:30, cuando el museo ya estaba abierto al público. Dos hombres con los rostros cubiertos ingresaron a la galería de Apolo, un salón histórico mandado construir por Luis XIV. Tras cortar el cristal de protección con una sierra radial, sustrajeron nueve piezas del siglo XIX, entre ellas la corona de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.
Toda la operación duró apenas ocho minutos. Las cámaras de seguridad muestran que los ladrones actuaron con calma y coordinación, usando un montacargas para acceder a la sala y abriendo las vitrinas con herramientas profesionales. Parte de la escena fue grabada por un visitante con su teléfono móvil, lo que permitió a los investigadores obtener imágenes de los sospechosos.
Durante la huida, los delincuentes abandonaron una de las piezas sustraídas, la corona de la emperatriz, que ahora está siendo examinada por expertos del Ministerio de Cultura para verificar su estado. Las demás joyas, valoradas por las autoridades como de “importancia patrimonial incalculable”, siguen desaparecidas.

Investigación a contrarreloj
El ministro del Interior, Laurent Nuñez, afirmó que se trata de “ladrones experimentados” y posiblemente “extranjeros”. Los investigadores creen que el grupo contaba con información interna sobre los sistemas de seguridad del museo y el movimiento de los guardias.
La policía ha revisado las grabaciones de cámaras en el perímetro del museo, los accesos a estacionamientos cercanos y las rutas de salida del centro de París. También ha solicitado colaboración internacional a la Interpol, ante la posibilidad de que las joyas ya hayan salido del país.
En paralelo, unidades especializadas en arte robado de la Brigada de Patrimonio Cultural colaboran con expertos de casas de subastas y museos para rastrear cualquier intento de venta o tráfico ilícito de las piezas.
Turistas sorprendidos y autoridades bajo presión
El cierre del Louvre por segundo día consecutivo generó desconcierto entre los turistas que esperaban acceder al recinto. “Hoy es mi cumpleaños, era mi regalo y hace varios años que quería venir”, contó a AFP la italiana Elisa Valentino, frustrada por el cierre. Otros, como la estadounidense Carol Fuchs, se mostraron escépticos sobre el futuro del caso: “¿Alguna vez las encontrarán? Lo dudo. Creo que ya están muy lejos”.
Mientras tanto, el gobierno francés enfrenta crecientes críticas por la falta de inversión en seguridad museística. Un informe del Tribunal de Cuentas advierte que entre 2019 y 2024 el Louvre “no ha logrado ponerse al día” en la modernización de sus sistemas de protección.
Ante el revuelo, el Ministerio del Interior anunció un refuerzo inmediato de la vigilancia en las principales instituciones culturales del país.

La promesa del Elíseo
El presidente Emmanuel Macron prometió que “las obras serán recuperadas y los autores llevados ante la justicia”, en un mensaje publicado en la red social X. La fiscal de París, Laure Beccuau, confirmó que se analizan huellas, ADN y rastros digitales dejados por los asaltantes.
Aunque el Louvre ya fue víctima de un robo histórico la desaparición de la Mona Lisa en 1911, el nuevo golpe reabre heridas en la memoria cultural francesa y deja un mensaje claro: la carrera por recuperar las joyas reales apenas comienza.
