Insólito: Un anciano perdió su dentadura postiza y la encontró en su garganta

El objeto le causaba sangramiento y le impedía consumir comida sólida.

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Foto BMJ

Por N. Hernández / Agencias

2019-08-15 6:40:15

Después de una tos persistente, de días sin poder tragar comida sólida y tosiendo sangre, un hombre de 72 fue a pasar consulta, pero cuando los doctores de la sala de emergencias examinaron la parte posterior de su garganta no encontraron nada inusual.

Los especialistas dijeron tenía una infección del trato respiratorio y que lo enviarían a casa con medicación, esto después de hacerle un examen de rayos X y análisis de sangre.

Las molestias aparecieron después de una cirugía menor en el abdomen, los doctores aseguraron que el dolor era probablemente un efecto secundario persistente de haber estado intubado durante la operación.

Finalmente los doctores descubrieron la causa real de sus síntomas: su dentadura postiza, que había perdido durante la operación ocho días antes, estuvo todo el tiempo en su garganta, según un artículo publicado el lunes en la revista BMJ Case Reports.

No está claro por qué no extrajeron la dentadura del hombre durante la operación, en la que los médicos le quitaron un tumor benigno del abdomen, pero para cuando despertó, los dientes no estaban por ninguna parte, según informa el artículo. Creyendo que se había perdido en algún lugar del hospital, el electricista jubilado se marchó a casa y no volvió a pensar en ello, dice el artículo.

Seis días después 

Los medicamentos que le dejaron en su primer visita no surtieron efecto alguno, a los dos días tuvo que volver al hospital y los síntomas eran peores, puesto que no podía ni tragar sus medicamentos y seguía tosiendo sangre. Además, le costaba respirar, especialmente cuando estaba acostado, lo que le obligaba a dormir sentado en un sillón.

A los médicos les preocupaba que hubiese desarrollado una neumonía por inhalar algo y fue internado. Exámenes en el cuello no arrojaron nada extraño, pero una cámara flexible registró sus tráqueas y pulmones irritados e hinchados.

Cuando los doctores le contaron que tenía un objeto sin identificar, el paciente recordó su dentadura postiza extraviada, esta era una placa metálica con tres dientes frontales fijados.

Después una prueba de rayos X confirmó la sospecha y el hombre entró a urgencias otra vez. Ahí le extrajeron los dientes con un par de pinzas.

Sin embargo, la extraña condición no acabó ahí porque la recuperación del paciente fue bastante complicada, pues seguía tosiendo sangre. Los doctores estimaron que había perdido 1.5 litros de sangre.

La causa del sangrado era “un vaso arterial” en la garganta que se había oscurecido por el tejido que se formó sobre él durante el proceso de curación, apuntó el artículo. De nuevo, el hombre entró de emergencia en la sala de operaciones para reparar la arteria y aparentemente se recupera bien desde la intervención, según la publicación que reportó el caso.

El artículo no menciona el nombre del paciente, ciudad ni hospital donde ocurrió este insólito hecho. Sin embargo, el caso ha sido discutido por la comunidad médica, pues expone los riesgos de dejar dentaduras en las bocas de los enfermos durante cirugías que requieren anestesia general, según escribió el autor del artículo, Harriet A. Cunniffe, un otorrinolaringólogo en James Paget University Hospitals NHS Foundation Trust en Reino Unido.

“No hay pautas nacionales establecidas sobre cómo deben manejarse las dentaduras postizas durante la anestesia”, escribió Cunniffe, que añadió que muchos hospitales permiten que los pacientes se dejen puestos los dientes falsos hasta momentos antes de intubarlo.

Una investigación de 15 años recoge más de 80 casos en todo el mundo en los que las dentaduras postizas terminaron alojadas en las vías respiratorias del individuo. De esos 80 casos, en seis ocasiones esto ocurrió cuando la persona se encontraba bajo anestesia general, según una investigación publicada en 2016 en el Journal of Oral & Maxillofacial Research. En 1976, una mujer de 49 años murió después de que inhalara una parte de su dentadura cuando le colocaron un respirador en la garganta. Más recientemente, un hombre de 50 años tragó sus dientes mientras estaba sedado. Después, la dentadura pasó a su sistema digestivo, explica el artículo.

La experiencia del hombre británico también enfatiza otra lección importante para los doctores. “Escucha siempre a tus pacientes”, escribió Cunniffe.