Jamal Khashoggi, periodista asesinado el año pasado en el consulado de su país en Estambul, fue quemado en un horno que fue construido en el jardín de la casa del cónsul, la información fue revelada en un documental de Al Jazeera emitido el domingo.
Según la información, las autoridades vigilaron la quema del horno al aire libre desde afuera de las instalaciones, se cree los restos del periodista fueron trasladadas a la casa del cónsul saudí en bolsas plásticas, esto después que fuera asesinado en el consulado, situado a unos metros de distancia.
Uno de los trabajadores que construyó el horno aseguró que solo siguió las indicaciones que el cónsul saudí le indicó. Exigía que fuera profunda y capaz de soportar temperaturas superiores a los mil grados centígrados, temperatura suficientemente caliente para derretir el metal.
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Además, según el informe policial se determinó que grandes cantidades de carne de barbacoa se asaron en la parrilla del horno, esto para tratar de cubrir los restos de la cremación del cadáver del periodista saudí. Supuestamente, la quema del cadáver duró tres días.
Después de matar al periodista, el equipo de asesinos pintó las paredes de la oficina donde estuvo Khashoggi en el consulado saudí, restos de sangre fueron encontrados al retirar la pintura.
El documento que relata todos estos hechos se basó en las declaraciones que funcionarios políticos, seguridad y amigos de Khashoggi dieron.
Once sospechosos han sido acusados ??por el asesinato de Khashoggi en Arabia Saudita, que ha insistido en que manejaría el caso y rechazó su extradición a Turquía.
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La relatora especial de las Naciones Unidas, Agnes Callamard, quien encabeza una investigación internacional sobre el asesinato, lo calificó de “asesinato brutal y premeditado, planeado y perpetrado por funcionarios del estado de Arabia Saudita”.
La investigación internacional comenzó a fines de enero y se debe presentar un informe oficial en junio.
En un fragmento señala que el jefe de la inteligencia turca, Hakan Fidan, fue el primero en contactar al príncipe heredero del reino de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman (MBS)pidiendo datos sobre el paradero de Khashoggi.
Pero en un momento de la conversación telefónica, cuando Fidan exigió al príncipe que revelara lo que había ocurrido con el periodista, la situación se volvió tensa. El también ministro de Defensa saudita y futuro rey cortó la comunicación ante lo que consideró una “amenaza inaceptable”.
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MBS es un joven príncipe de 33 años que superó a muchos otros herederos, incluyendo a algunos de sus tíos, hasta convertirse en el primero en la línea de sucesión de su padre, Salman Bin Abdulaziz.
Visto en un principio como un reformista y modernizador, MBS también se ha ganado numerosos enemigos dentro del reino y ha cultivado una fama de brutalidad puertas afuera, especialmente por su rol liderando la coalición árabe que realiza bombardeos en Yemen y ahora con el asesinato de Khashoggi, uno de sus principales críticos.