Los 5 asesinos seriales más temibles de la historia de Gran Bretaña

Actores de crímenes atroces, caracterizados por la falta de remordimiento y asociados a problemas psicológicos. Entre los asesinos seriales se encuentra el "vampiro de Londres" que acostumbraba a beber la sangre de sus víctimas.

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Asesinas y asesinos en serie de Gran Bretaña. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3yaiXo9

Por N. Hernández / Agencias

2021-06-30 2:16:28

A lo largo de la historia se ha conocido de asesinos en serie capaces de cometer los crímenes más atroces que la humanidad podría imaginar. Uno a uno van acumulando asesinatos, muchos cometidos por traumas de la infancia y otros sin motivo alguno aparente.

A continuación la lista de los asesinos más temibles de Gran Bretaña:

BURKE y HARE, los roba cadáveres

La lista inicia con Burke y Hare, murieron en 1859. Estaban acusados de 16 asesinatos, estrangulaban a sus víctimas en las calles de Edimburgo para vender sus cuerpos a las escuelas de medicina de la ciudad.

A principios del siglo XIX, en Inglaterra, la escasez de cadáveres para ser utilizados en las escuelas de medicina trajo consigo el profanamiento de tumbas. De esta manera, surgiría un nuevo oficio. A los que se dedicaban a tan siniestra labor se les denominó “resucitadores”.

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William Burke y William Hare, ambos inmigrantes irlandeses fueron más prácticos y decidieron cometer asesinatos para venderlos a Robert Knox, (1791 –1862), por aquel entonces profesor en la Escuela de Medicina de Edimburgo.

Al principio fijaron sus objetivos en personas ya enfermas, como Joseph el Molinero, al que asfixiaron poniendo en práctica el procedimiento que les haría famosos y que pasaría a la historia de la medicina forense como el Método Burke; una manera sencilla de matar. Lo único necesario para poner en práctica dicho método era –y es- sangre fría. Mientras Hare sujetaba a la víctima por detrás, Burke metía los dedos en la nariz y apretaba la barbilla para que la víctima no pudiera abrir la boca.

De esta manera, su carrera criminal se hizo imparable. Prostitutas, mendigos y lisiados, cualquier persona marginal era sometida al método de asfixia para luego ser vendida, ya cadáver, al doctor Knox, que pagaba al contado.

Cuando se descubrieron los hechos, Knox tuvo que huir, William Hare testificó contra su socio de sangre para que su pena capital fuese conmutada y William Burke fue ahorcado públicamente.

MARY ANN COTTON, la asesina del arsénico 

Ella murió ahorcada en 1873 por haber "eliminado" con arsénico en dos décadas a 21 personas, en su mayoría familiares de sus tres maridos sucesivos.

Se le acusa de haber matado a tres de sus cuatro maridos para cobrar las pólizas de seguro, también a unas 21 personas, incluyendo 11 de sus 13 hijos.

murió ahorcada en 1873 por haber "eliminado" con arsénico en dos décadas a 21 personas. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3yaiXo9

El método era el envenenamiento por arsénico, este causaba dolores gástricos y el rápido deterioro de la salud. En esa época aún estaba la epidemia de tifus, enfermedad que provoca casi los mismo síntomas: Dolor abdominal, fiebre que puede ser extremadamente alta, de 40,6°C a 41,1°C  que puede durar hasta dos semanas antes de causar la muerte.

JOHN HAIGH, el asesino del baño de ácido

También era conocido como el "vampiro de Londres", murió ahorcado en 1949 tras confesar nueve asesinatos. Sumergía los cuerpos de sus víctimas en el ácido tras haber bebido parte de su sangre.

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En la década de 1940 asesinó a varias personas para robar su dinero, fue capturado el el 20 de febrero de 1948 sospechoso de la desaparición de la señora Durand-Deacon y sometido a juicio el 18 de julio 1949.

El periódico News of the Worl pagó la defensa de Haigh para a cambio él escribiera la historia exclusivamente para ellos. También intentó que los jueces lo declararan mentalmente incompetente para evitar la pena de muerte. En su declaración dijo que frecuentemente tenía pesadillas y se obsesionaba por beber sangre.

Apodado el "asesino del baño de ácido" o el "vampiro de Londres", murió ahorcado en 1949. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3dxJUue

Durante su instancia en la cárcel llegó a comportarse de manera irracional, al llegar al punto de beber su propia orina frente a los guardias, pero los peritos oficiales, aseguraron que había actuado con premeditación y alevosía movido por la codicia.

Finalmente confesó haber matado a un total de nueve personas, fue declarado culpable de los asesinatos de seis víctimas cuyos restos pudieron ser identificados con certeza y condenado la horca, pena que fue ejecutada el 6 de agosto de 1949 en la prisión de Wandsworth.

JOHN REGINALD CHRISTIE, un necrófilo

Murió en 1953 en la horca por el asesinato de ocho mujeres que había violado después de asesinarlas por estrangulación en su domicilio londinense.

Entre sus víctimas está su esposa, a quien asesinó estrangulada. Cometió los crímenes entre 1943 y 1953, por lo general primero estrangulaba a sus víctimas, después de haberlas dejado inconscientes con gas doméstico, y después procedía a violarlas.

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Antes de llegar a la pubertad, ya había asociado la sexualidad a la muerte, la dominación, y la violencia, y era impotente a menos que tuviera el control total. Sus primeras experiencias sexuales fueron un fracaso. También era hipocondríaco e histérico, y exageraba o fingía estas tendencias para así llamar la atención.

Murió en 1953 en la horca por el asesinato de ocho mujeres que había violado después de asesinarlas. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3x7WhVn

PETER SUTCLIFFE, el destripador de Yorkshire

Asesinó a cuchilladas a 13 personas en un lustro, la mayoría prostitutas de Yorkshire. Fue interrogado nueve veces por la policía antes de ser condenado a perpetuidad en 1981.

Peter era el sepulturero del cementerio de Bingley, relató que en una de sus muchas jornada excavando escuchó una voz que provenía de una tumba. Aseguró que era "una voz suave y gentil", pero con el tiempo se volvió agresiva y con tono imperativo.

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En uno de esos días fue a un bar, quiso hacer tratos con una prostituta, pero ella lo engañó, le quitó el dinero y no le dio el servicio. Además, lo ridiculizó ante todas las personas que estaban en el bar.

La voz le dijo que no podía perdonar tal ofensa y concluyó que su función mesiánica era acabar con todas las prostitutas de la tierra. Ahí empezó sus crímenes.

Asesinó a cuchilladas a 13 personas en un lustro, la mayoría prostitutas de Yorkshire. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://bit.ly/3dv8o74