¿Por qué solo el 7% de los negocios familiares en El Salvador sobrevive a la tercera generación?

La economía del país está sostenida en un buen número de empresas que comenzaron como negocios familiares, muchas se han convertido en grandes marcas, pero el reto es subsistir en el tiempo.

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Para lograr una sincronía en el manejo del negocio y en la toma de decisiones, es indispensable contar con un concejo familiar. Foto EDH / archivo

Por Tania Urías

2019-01-25 5:58:28

Nueve de diez compañías que hay en el país están dirigidas por familias, y existe una tendencia similar en la mayoría de países de la región.

En El Salvador los negocios familiares generan al menos el 65% del empleo privado y contribuyen con el 70% del Producto Interno Bruto, según datos de la Asociación Nacional de la Empresa Privada, ANEP, y citados por el TEC de Monterrey.

La economía del país está sostenida en un buen número de empresas que comenzaron como negocios familiares, muchas se han convertido en grandes marcas o corporaciones que ya incluso exportan o están asentadas en el extranjero.

Sin embargo, según datos del TEC, aunque estos modelos de negocio son importantes para la economía de cualquier país, hay dificultades para que permanezcan en el tiempo.

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Esta empresa comenzó gracias al esfuerzo de una pareja de santanecos, hoy sus tres hijos manejan el negocio y están comprometidos con sacarlo adelante y hacerlo crecer.

Solo un 60% se mantienen en la segunda generación, apenas un 7% en la tercera y tan solo un 4% en la cuarta generación.

“Los problemas surgen cuando las dificultades de la familia se llevan a la empresa, entonces pueden ser conflictos tan fuertes que se cierra una empresa. Se juegan emociones, valores, legados, situaciones ancestrales y patrimonio”, explicó Juan Antonio Monterrosa, experto en el tema y director del Instituto de la Empresa Familiar Latinoamericana (IEFL), con sede en El Salvador.

Para Monterrosa, quien lleva 22 años asesorando a propietarios de negocios familiares, la clave para que este tipo de compañías subsistan son: la familia, el patrimonio y la empresa.

Aspectos esenciales

Una empresa familiar puede subsistir en el tiempo, pero el punto a tomar en cuenta es que se estructuren adecuadamente los roles de cada miembro del grupo familiar, explicó.

Además, es importante que se vayan generando herramientas como el protocolo familiar, un documento que se elabore con cláusulas matrimoniales, del patrimonio y de tradiciones, entre otros.

“Lo esencial no es el documento en sí, sino el proceso que se echa a andar a partir de este. Ponerse de acuerdo en cosas cómo: a qué proyecto se le va a inyectar más dinero, la visión de la familia empresarial, etc.”, detalló Monterrosa.

También puede establecerse un gobierno de familia, que se crea cuando una empresa ya ha crecido, este incluye un concejo de familia, una junta directiva y un equipo de gerentes.

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Grupo Arome comenzó como una tienda de conveniencia y gracias al ingenio de sus fundadores y con el apoyo de sus hijos, se ha convertido en un conglomerado de siete exitosos negocios, entre ellos, Termos del Río.

“No solo los miembros consanguíneos ( hijos y fundadores), deben integrar el concejo de familia, puede haber miembros externos para equilibrar talentos”, dijo.

Otro aspecto a considerar es estructurar el legado familiar, establecer cuándo se va retirar el fundador, y hacer un protocolo de sucesión, crear el testamento y distribuir el patrimonio.

¿Por qué se quiebra el modelo?

Apenas el 4% de las empresas familiares subsiste como tal, en la cuarta generación, según datos del Tec de Monterrey, muchos de los parientes deciden ya sea dividir el negocio o cerrarlo y, esto, dice el experto, es una tendencia mundial.

Pero, por qué sucede ese quiebre. El especialista detalla, que las nuevas tecnologías, la pérdida de los valores familiares, la escasa o nula educación en empresa familia, entre otros factores, influye en este quiebre. “ En la primera generación se deben consolidar los valores y tradiciones de la familia, el amor a la empresa, todo tiene que ver que el proyecto empresarial sea atractivo para las nuevas generaciones”, recomienda.

Además, a los nietos o bisnietos, desde pequeños se les debe involucrar en el negocio. Llevarlos a conocer cómo funciona, por qué es valiosa y que les pertenece, para que por decisión propia decidan continuar el legado.

Otros de los retos es que se conserven los valores, las tradiciones ancestrales, resolver los conflictos en el momento en que surgen y educar las siguientes generaciones.

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