Una tienda de conveniencia fue el primer negocio que don Alberto y doña Loli se animaron a emprender, cuarenta años después esto se convirtió en Grupo Arome, un conglomerado de siete negocios, entre supermercados, ferretería, farmacia, distribuidora de granos y plásticos y, el más conocido, Termos del Río, un parque de diversiones, todos asentados en Ciudad Arce, La Libertad.
A lo largo de todo ese esfuerzo, tanto don Alberto como doña Loli enfrentaron varios tropiezos, desde atentados delincuenciales hasta enfermedades, pero supieron salir adelante y crecer, como empresa y como familia.
Hoy, cuatro de sus siete hijos están al frente del grupo empresarial y, los tres menores, el último de apenas 17 años, se perfilan como los sucesores.
Elena, la única mujer de los siete, y la tercera en orden de nacimiento, es la gerente general del grupo, y asegura que tanto ella como sus tres hermanos mayores aprendieron desde niños la importancia de mantenerse unidos para lograr el éxito.
Desde los seis años, cuenta Elena, sus papás los llevaban a organizar los granos, embolsar productos para la tienda y, más tarde, cuando fundaron el parque de diversiones, a conocer a los empleados y valorarlos.
“Las empresas familiares son más cálidas, más humanas, empatizan más con las personas, sabemos que nuestros colaboradores son humanos no números, crecimos aprendiendo a entender que no se puede mandar lo que no se conoce”, comentó Elena. Actualmente Grupo Arome da empleo a 600 salvadoreños.
Elena asegura que ella y sus hermanos están comprometidos con mantener el esfuerzo que edificaron sus padres. La empresaria destacó la importancia de establecer un protocolo familiar que permita regir las acciones presentes y futuras de una compañía y facilite la resolución rápida de conflictos.