El debate sobre el extraordinario busto de Nefertiti

El busto de la reina de los faraones, Nefertiti (1370 a. C.- 1331 a. C.), se atesora en el Museo Egipcio de Berlín, una obra de arte que destaca sus delicados rasgos faciales, su inteligencia, sus penetrantes ojos y su majestuosa postura.

Este vestigio fue descubierto en 1912 por arqueólogos alemanes en el taller donde se elaboraba y en el cual se encontraron obras menores y varios modelos inconclusos.

El busto de Nefertiti es un símbolo cultural del antiguo Egipto como de Berlín, donde se expone desde hace un siglo, por lo que es el centro de una intensa discusión entre Alemania y Egipto, que quiere repatriarlo, aunque actualmente está en las mejores manos.

El busto fue elaborado en piedra calcárea pero terminado con un revestimiento especial, además de haberse colocado los ojos de cuarzo, uno de los cuales carece de iris.

En el taller se elaboraban bustos de nobles de las dinastías egipcias.

Nefertiti fue la esposa principal del faraón Akenaton, el primer monoteísta de la historia, pues hizo eliminar —en la medida de sus posibilidades— al resto de deidades egipcias para proclama el Sol, el disco solar, como Dios único, lo que contrastaba con lo que fue la costumbre en esos tiempos de tener muchos "dioses" al estilo del Panteón griego y romano y, en cierta forma, de la Iglesia, que concibe la divinidad como compartida en Padre, Hijo y Espíritu Santo, además de la plétora de santos que interceden ante Dios por los mortales.

Para griegos y romanos al lado de Zeus, Júpiter, existieron dioses para los infiernos, el océano, los vientos, los dioses propios de un clan familiar...

Como ya hemos expuesto, Giordano Bruno, el gran genio del Renacimiento, asesinado por los tatacuras de su tiempo, decía que "Dios no puede partirse en tres", agregando que en el universo hay un número prácticamente infinito de estrellas y galaxias, e inclusive de "universos" que están al lado del nuestro.

Actualmente se plantea la posibilidad de que nuestro universo, con sus incontables estrellas, surgió de un agujero negro...

Cuando somos niños y nuestros padres nos llevan a la playa, nos preguntamos si hay más arenas en el mar que estrellas en el cielo, pero la ciencia nos dice que el número de estrellas es superior al de las partículas atómicas del globo terráqueo —electrones, protones, neutrones—, lo que confirman las observaciones astronomías realizadas por los más avanzados telescopios y radiotelescopios...

Irán era un país libre, abierto, que no limitaba a mujeres y niñas

Nefertiti es un símbolo de la libertad y dignidad de la mujer, de poder presentarse al mundo con su majestuosa y límpida belleza, lo que contrasta con las reglas del Islam de nuestros días, que llegan a negar la educación a las niñas después de la pubertad y a cubrirse con trapos su cabellos, una regla que fue ya descartada por los clérigos iraníes que enfrentan una abierta rebelión en su contra después que el expresidente estadounidense Jimmy Carter derrocara al Shah de Irán para instalar en el poder al Ayatola Khomeini, sacándolo del exilio francés donde pocos hacían caso de sus prédicas incendiarias para instalarlo en Irán.

Lo que asombra es que el Sha, un aliado de Estados Unidos que se ocupaba de tener bajo control las bandas terroristas del Medio Oriente, se haya dejado intimidar.

Fotografías y testimonios muestran muchachitas iraníes yendo abiertamente a sus escuelas en una sociedad muy libre, abierta, donde la mujer ocupaba su puesto al lado de los hombres sin sufrir discriminaciones de ninguna naturaleza, como nos consta a quienes visitamos Irán en esa época.

En vista de la presión popular y la llegada del reformista Masud Pezeshkian a la presidencia, el Consejo de Seguridad Nacional de Irán ha suspendido la aplicación de la polémica ley que imponía a las mujeres que llevaran puesto en público el hiyab, el velo islámico.

Ojalá fuera el inicio del fin de la pesadilla teocrática que se inició en 1979.