Santa Ana 20oC   87% H San Salvador 25oC   89% H San Miguel 25oC   89% H Surf City 25oC   89% H
  mapa
EDH

Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
   CONTENIDO DE ARCHIVO: ¡Estás navegando en el pasado! 🚀 Da el salto a la nueva versión de elsalvador.com. Te invitamos a visitar el nuevo portal país donde coincidimos todos.
Oscar Picardo El Diario de Hoy

La lista de “los mismos de siempre…”

“Los mismos de siempre” es una categoría sociológica y política, que, si bien se utilizó como recurso comunicacional en época electoral para señalar a los políticos del pasado, el concepto terminó alcanzando a los políticos del presente.

Avatar del autor

Por Óscar Picardo Joao
Publicado el 11 de agosto de 2025


“Los mismos de siempre” es un eslogan de marketing político –similar a “el dinero alcanza cuando nadie roba”-, paradójicamente utilizado para describir a los sujetos -parásitos o conversos- que se mueven y sobreviven en la cultura política de nuestra maltratada democracia a través de un periodo de tiempo prolongado.  

Hace unos años, con el periodista Oscar Luna decidimos diseñar una lista formal de “los mismos de siempre”, lo cual nos pareció importante para que los ciudadanos identificaran y conocieran a políticos, funcionarios, actores, “asesores”, analistas o personas que han hecho de la política un modo de vida; y porque a través de este estilo de vida han accedido a múltiples oportunidades y ventajas que les ha cambiado de la vida. 

La propuesta era completa, contaba con una definición formal que delimitaba el fenómeno, y con una metodología basada en una taxonomía y en indicadores para darle sustento técnico y evitar subjetividades e ideologización.

¿Quiénes son los mismos de siempre?, lo definimos: “Una casta política -o parapolítica- que se ha acercado al poder, a través de los espacios y herramientas democráticas y que han hecho de la política un modo de vida, se han acostumbrado a vivir de los fondos públicos y que además hay evidencia de ciertas anomalías o inconsistencias éticas”. 

“Los mismos de siempre” es una categoría sociológica y política, que, si bien se utilizó como recurso comunicacional en época electoral para señalar a los políticos del pasado, el concepto terminó alcanzando a los políticos del presente; en efecto, la mayoría de los políticos tienen un pasado, que toca diversas aristas partidocráticas o experiencias negativas, pueden caer en esta etiqueta peyorativa. 

Así, existe una taxonomía de los “Mismos de Siempre”: 1.- Legales pero ilegítimos: Llegaron al mundo público por una vía legal pero su conducta política es inapropiada o se ha desviado; 2.- Ilegales e ilegítimos: Accedieron a un cargo público por compadrazgo o clientelismo y actúan por conveniencia; y 3.- Oportunistas, aprovechados o incapaces: Funcionarios que no poseen las capacidades o competencias para un cargo, pero están ahí aprovechando las circunstancias.

Son los “mismos” políticos que “siempre” han utilizado al sistema de gobierno para lograr beneficios personales, enriquecerse, robar, o simplemente estar obteniendo algún rédito, para ellos, sus familiares o amigos; son los que no saben o no pueden sobre valerse en el mundo privado, porque no tienen las capacidades para competir, y se han acostumbrado al dinero fácil gubernamental y a utilizar todos sus privilegios.

¿Cuáles privilegios?, muchos, entre los que podemos destacar: Seguridad, vales de combustible, incrementar su patrimonio, viajes, vehículos de lujo, ayudar amigos con información de licitaciones, evadir burocracias, colocar familiares y amigos en otros cargos públicos, pagar deudas de modo acelerado, obtener préstamos de banca Estatal y un largo etcétera.  

Son los que se han acostumbrado a vivir del erario público; los que se han anquilosado o amalgamado en la vida pública, utilizando el espacio de servicio a la sociedad por uno personal y fácil que les ha solucionado la vida. 

“Los Mismos de siempre” son enemigos de la transparencia y del periodismo; prefieren la opacidad y la oscuridad, ya que tarde o temprano proyectan su vida de lujos y privilegios. Crean verdaderos sistemas de vida sofisticados y se protegen con mecanismos institucionales, con corrupción, amiguismo y clientelismo. 

No era una lista que proyectaba consecuencias materiales, penales o restricciones -como pueden ser la Lista Engel o Magnitsky- era más bien una lista de carácter ético y universitario que presentaba y denunciaba un fenómeno.

En esta lista se incluían actores políticos, asesores, correligionarios y funcionarios de un amplio espectro ideológico (de derecha, de centro y de izquierda; valga decir: de ARENA, FMLN, PDC, PCN, GANA, CD, NI y de “empresas o consultores de comunicación política”), no estaba sesgada ni tenía una orientación política partidaria u opositora. Era simplemente una lista de sujetos que han encontrado en la función pública una forma permanente y desfigurada de hacerse su vida a costa de los impuestos que pagan los salvadoreños.   

Pero para evitar subjetividad y percepciones diseñamos un método con un baremo y criterios objetivos, para que se sustentara la lista en base a evidencia; a continuación, los criterios: 

  • C1: Haber estado militando en más de un partido político (transfuguismo o conveniencia); 
  • C2: Haber ejercido más de un cargo público en ramas diversas del Estado; 
  • C3: Haber vendido servicios al Estado –con o sin prestanombre- y además ejercer un cargo público; 
  • C4: Haber estado involucrado en casos de: corrupción, nepotismo o impunidad (sea la evidencia desde el sistema de justicia o de investigaciones periodísticas); 
  • C5: Movilidad bilateral entre el escenario político y medios de comunicación;
  • C6: Cambio de ideología por intereses personales o políticos;
  • C7: Haber asesorado a nivel comunicacional, marketing o encuestas a más de un partido político.

La metodología partía de la evidencia encontrada desde los criterios y ordenaba la lista en base a la intensidad o suma de los criterios; así, se encontrarán funcionarios o políticos que cumplan uno, dos, tres, cuatro o los seis o siete criterios; dependiendo de esta intensidad se ordenará el listado de mayor a menor casos acumulados. 

En algunos países con mayores niveles de desarrollo hacer una carrera pública es posible cuando hay una meritocracia sólida; en Latinoamérica, lamentablemente, las castas de políticos corruptos se enquistan en el poder y luego no quieren dejarlo por conveniencia o temor.

Llamaba la atención la facilidad e hipocresía de cómo muchos de estos adalides de la democracia, se cambiaban de partido e ideología, de un extremo al otro, de derecha a izquierda, de progresismo a conservadurismo y viceversa, como cambiarse de calcetín… 

Algunos, por misteriosas razones, son de los mismos de siempre, pero intentan deslindarse como conversos o arrepentidos, intentando redimir su pasado con ataques y críticas a sus orígenes. Pero no dejan de ser los mismos de siempre, su contrición, arrepentimiento y confesión no borran su expediente ni su patrimonio.

En este momento registramos 68 sujetos; dos especímenes cumplían los entre seis y siete criterios, la mayoría entre dos y cuatro criterios; y como anotamos, eran de diversos institutos políticos. Por el momento no es necesario publicar la lista (quizá más adelante), con poca imaginación el lector podrá crear su propia lista utilizando los criterios propuestos; es fácil, y por más que disimulen su historial está a la vista…

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor. Nos disculpamos por las posibles e involuntarias erratas cometidas, sean estas relacionadas con lo educativo, lo científico o lo editorial. A los nuevos críticos: Paren de sufrir.

💡
¿Qué deseas ver ahora?