Salvadoreña necesita ayuda para tratamiento urgente en México

Alejandra Mijango tiene 31 años, reside en el distrito de Soyapango, en San Salvador Este, y desde hace cinco años fue diagnosticada con una cardiopatía congénita e insuficiencia pulmonar severa, una condición que la hace dependiente de oxígeno las 24 horas del día.

Señala que fue diagnosticada en 2020 con una enfermedad que es de nacimiento pero que se le desarrolló hasta los 25 años.

Tras el diagnóstico en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, tuvo que ser pensionada por incapacidad, asimismo relata que ha tenido que enfrentar varias dificultades para acceder una  atención médica adecuada.

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En un inicio la enfermedad empezó a presentarse con síntomas aparentemente inofensivos: calambres y fatiga al caminar largas distancias o subir gradas.

En marzo de 2020 “llegué al hospital con una saturación de oxígeno de 60. Ahí me dejaron internada y comenzaron las pruebas”, relata. 

Tras múltiples estudios, se le detectaron dos orificios en el corazón y uno en el pulmón, además de una grave hipertensión pulmonar secundaria.

Actualmente, Alejandra depende de oxígeno las 24 horas del día y toma hasta cinco medicamentos, algunos de ellos de altísimo costo. Uno en particular, bosentan (el se usa para tratar la hipertensión arterial) cuesta hasta $4,000 por frasco, apunta.
 

Aunque el ISSS le provee insumos, su seguimiento médico ha sido irregular y describe una serie de diagnósticos erróneos y tratamientos ineficaces. 

“El doctor que me atendía antes de la pandemia renunció por todo esto que se está dando (en la institución), me cambiaron de doctor, me repitieron exámenes y hasta perdieron mi expediente del cateterismo cardíaco”, denuncia.

Y continúa: "Lastimosamente cuando el especialista me vio otra vez, 6 meses después del diagnóstico, tenemos la mala noticia que la hipertensión pulmonar había pasado de secundaria a severa. Y que el medicamento que había estado recibiendo no era el correcto para lo que tenía".

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De acuerdo a la paciente, los nuevos estudios arrojaron que era candidata para hacerle un cateterismo cardíaco, el cual se realizó y el expediente fue extraviado, y ahora se aleja la posibilidad de realizar nuevamente el procedimiento, pues en el ISSS los médicos le ha informado que no lo resistiría.  

Alejandra vive una batalla diaria por mantenerse con vida. Su condición requiere atención especializada. También le han realizado evaluaciones en el Hospital Rosales.

En tanto, médicos tanto a nivel privado como público le han dicho que un doble trasplante de corazón y pulmón podría salvarle la vida, un procedimiento que no se realiza en el país.

Gracias a la gestión de una fundación mexicana ha logrado hacer contacto con el doctor Guillermo Cueto Robledo, especialista en Medicina Crítica y Terapia Intensiva, Jefe de la Sala de Emergencias Cardiopulmonar del Hospital General de México, donde será reevaluada. 

Sin embargo, el reto más urgente ahora es reunir fondos para el viaje, incluyendo la compra de un concentrador de oxígeno hospitalario aprobado para aerolíneas, cuyo costo ronda los $3,500 a $4,000.

“Solo quiero una oportunidad para vivir. No busco lujos, solo salud”, dice Alejandra.

Tras su jubilación, su esposo, que trabaja desde casa, la cuida a tiempo completo. Ambos han obtenido la visa mexicana para poder viajar. Planean poder hacerlo en junio o julio, no obstante depende del apoyo solidario para cubrir el costo del viaje, transporte y estadía en México.

La joven ha iniciado una campaña en redes sociales donde aparece como @AMijango5857 en X; también puede contactarse al número de Whatsapp 7153 2310. Su número de cuenta en Banco Cuscatlán es 404489000227884 a nombre de  Marjorie Alejandra Mijango Quintanilla. 

¿Qué es la cardiopatía congénita?

La cardiopatía congénita (CC) es un problema en la formación del corazón antes del nacimiento. Algunos problemas son más graves que otros, pero todos impiden el flujo sanguíneo normal a través del corazón, explica Clínica Claveland, de Estados Unidos.

La combinación de cardiopatía congénita e insuficiencia pulmonar severa puede ser extremadamente grave, especialmente en niños. La cardiopatía congénita puede causar problemas en la circulación sanguínea, mientras que la insuficiencia pulmonar limita la capacidad del cuerpo para obtener oxígeno, explican sitios especializados. La combinación de estas puede resultar en una disminución significativa de la oxigenación de la sangre y conducir a una serie de complicaciones.