Cada día hay 353 nuevos deudores de tarjetas de crédito en El Salvador
El Salvador tiene casi un millón de deudores de tarjeta de crédito. Solamente entre el 1 de diciembre de 2024 al 1 de enero de 2025 hubo un incremento de 74,589 nuevos tarjetahabientes. Expertos señalan que podría ser señal de que las personas no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas con su salario y por eso recurren al endeudamiento.
Casi un millón de salvadoreños se encontraba endeudado con una tarjeta de crédito hasta el pasado 1 de abril de 2025, según cifras del Observatorio de Tarjetas de Crédito (OTC) de la Defensoría del Consumidor.
Los datos demuestran que 937,313 personas poseen una deuda de este tipo. Al comparar esta cantidad con los reportados por la institución en enero de 2024 existe un aumento de más de 170,000 deudores, lo que significa que cada día 353 personas, en promedio, han entrado en este listado.
El crecimiento más drástico ocurrió entre el 1 de diciembre de 2024 y el 1 de enero de 2025. En este periodo, la institución detalla que hubo 74,589 deudores más, es decir, en este lapso hubo 2,406 deudores diariamente.
La cantidad de tarjetas circulantes en El Salvador ya sobrepasan el millón y medio y aumentaron en 187,242 en comparación con las 1.3 millones reportadas por la institución en enero de 2024 . Hasta abril de este año estaban en circulación 1,511,202 unidades de dinero plástico en todo el país.
La analista financiera Adriana Salazar considera "alarmante" el incremento de nuevos deudores en poco tiempo. "El crecimiento de casi 200,000 nuevos deudores en poco más de un año revela una tendencia alarmante de sobreendeudamiento. Este fenómeno tiene implicaciones graves; por ejemplo, más personas viven por encima de sus ingresos reales, hay una pérdida progresiva del poder adquisitivo, lo que obliga a depender de tarjetas y refleja una crisis de liquidez familiar generalizada, donde el crédito suple lo que el salario ya no puede cubrir", analiza.
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Advierte que esta situación no podría definirse como un crecimiento económico "saludable", ya que lo que ocurre es un endeudamiento por necesidad y no por inversión. "Por lo que refleja la poca o nula educación financiera de la población. Cada familia debería tomarse el tiempo de sentarse y presupuestar sus gastos, priorizar necesidades básicas y vivir conforme sus ingresos", dice.
Salazar también advierte sobre una serie de patrones observados en aquellas personas que se convierten en deudores de una tarjeta de crédito. Asegura que existe un uso del crédito para gasto corriente, y no para inversiones; que los pagos que realizan son mínimos y estos conlleva a una deuda indefinida; la falta de planificación o educación financiera y la "salida rápida" ante emergencias, sin evaluar las consecuencias.

Por su parte, un experto en finanzas, que prefirió no ser identificado, indica que el problema con el uso del dinero plástico es un tema de "cultura" de los salvadoreños. "Si me preguntara si estoy de acuerdo con las tarjetas de crédito, la respuesta es sí. El punto es lo que he notado que lleva al descalabro un montón de temas, que es parte cultura y hasta donde se mira la capacidad real que alguien pueda sostener una herramienta de tentación o una herramienta que no pueda manejar y al final lo termina enredando", menciona.
"Las tarjetas de crédito han venido a suplir en alguna medida o complementar la capacidad de adquisición ante el reto de subida de precios, pero al final es deuda. No lo miro tanto que las instituciones bancarias en sí se aprovechan sino que hay ciertas condiciones y mucho tiene que ver el tema de cultura", añade.
Cultura de consumo
Rommel Rodríguez, economista de Funde, coincide con este último planteamiento, y asegura que el aumento del consumo impulsado por el alto nivel de consumismo no es un fenómeno nuevo. "Una parte significativa del consumo, especialmente en un país con una cultura consumista, siempre ha sido financiada por tarjetas de crédito y es probable que esta tendencia continúe", afirma.
Sin embargo, agrega que el problema económico surge cuando el consumo se basa exclusivamente en el uso de tarjetas de crédito y que las personas recurren a este tipo de endeudamiento para suplir la falta de ingresos. "Los agentes económicos están recurriendo a este mecanismo para compensar la falta de ingresos suficientes, una estrategia sostenible a corto y mediano plazo, pero insostenible a largo plazo si la situación económica no mejora", opina.
Añade que "no se debe estigmatizar" el uso de tarjetas de crédito, ya que existe un grupo de personas que hacen un uso responsable de estas. Sin embargo, advierte que es importante no depender de estas, "a nivel macroeconómico, es crucial que el consumo no se financie de manera considerable mediante el uso de tarjetas de crédito".
El observatorio de la Defensoría del Consumidor también ha recibido 604 denuncias entre enero y junio de este año. De estas, más de la mitad, 328, fueron por cobros o cargos indebidos; seguida de casos por sobreendeudamiento con 121.

Sobre este punto, Salazar explica que si bien es cierto la Ley de Protección al Consumidor obliga a informar sobre tasas y condiciones, muchos usuarios no conocen los detalles ni leen sus contratos. "Un número significativo de tarjetahabientes no sabe cuál es la tasa anual que paga, lo cual fortalece su vulnerabilidad o cómo funciona una tarjeta de crédito. Está falta de información y educación financiera agrava la situación", asevera.
Los ingresos no alcanzan
La última encuesta del Centro de Estudios Ciudadanos, de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), presentada en octubre de 2024, reveló que a las familias salvadoreñas les hace falta aproximadamente $254.60 para cubrir sus necesidades cada mes. Para hacer ese estudio entrevistaron a 1,224 personas.
Esa investigación también apuntó que a 3 de cada 10 salvadoreños no les alcanza el presupuesto familiar para salir con los gastos mensuales; mientras que 4 de cada 10 opinan que deben hacer malabares para ajustar los ingresos con lo que gastan. Del total de encuestados, un 88.6% afirmó contar con tarjeta de crédito.
Por su parte, el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), en su última encuesta del año pasado, entrevistó a 1,266 personas y les preguntó sobre el endeudamiento, y ante la consulta si el año pasado tuvieron que adquirir nuevas deudas, un 35.2% de los encuestados respondió que sí. También, 220 personas, es decir un 17.4%, afirmaron que su situación económica empeoró en 2024.
En junio de 2025, Kantar, una empresa especializada a nivel internacional en datos, perspectivas y consultoría, presentó un informe en el que afirmó que un 30% de salvadores batallan para "salir adelante" mes a mes con el presupuesto familiar. Mientras que un 46% gestiona bien su presupuesto y un 24% afirma que su situación económica es "confortable".
Salazar opina que existen diferentes motivos por los que los salvadoreños deciden endeudarse. Considera que en primer lugar está el estancamiento salarial, porque el salario mínimo cubre cada vez menos, luego está el aumento de gastos esenciales, por ejemplo servicios básicos como agua y luz; y el incremento en el precio de la canasta básica y del combustible.
Por último, considera que no existe una cultura de ahorro y que, ante una emergencia, a los salvadoreños no les queda otra opción que recurrir a las tarjetas. "La deuda es una solución momentánea al desequilibrio entre ingresos y necesidades básicas, pero se vuelve una carga difícil de revertir", opina.

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