Osiris Luna pidió "asilo de lujo" a Estados Unidos a cambio de información, según The New York Times

El influyente medio de comunicación estadounidense, The New York Times, publicó este lunes un extenso reportaje acerca de las negociaciones y pactos del actual gobierno de Nayib Bukele con las pandillas; y del papel que jugaron algunos funcionarios claves.

El reportaje titulado "Trump prometió desmantelar la MS-13. Su acuerdo con Bukele amenaza ese esfuerzo" detalla que en medio del pacto, ocurrió un hecho inusual: Osiris Luna, director de Centros Penales, visitó en 2020 en dos ocasiones la embajada de los Estados Unidos en San Salvador, con el fin de negociar un asilo de "lujo" en la nación estadounidense, a cambio de información acerca del acuerdo del gobierno con las pandillas.

LE PUEDE INTERESAR: Disminuyen las detenciones de salvadoreños en frontera de EE.UU.

"Al confesar su malestar por las interacciones del gobierno" con la pandilla, el cable (del Departamento de Estado) del 10 de septiembre de 2020 decía que Luna mostró a los funcionarios de la embajada una captura de pantalla de una cámara de seguridad de varios hombres enmascarados ingresando a una de las prisiones que supervisaba", dice parte del reportaje.

Y prosigue: "Uno de los hombre, dijo, era un alto dirigente de la MS-13 buscado por las autoridades salvadoreñas. El Sr, Luna reconoció que lo había llevado personalmente a las instalaciones para reunirse con algunos de sus colegas encarcelados, aunque negó saber nada sobre sus conversaciones".

El artículo del Times prosigue que los diplomáticos de la embajada "no estaban seguros que hacer" con la información que había proporcionado Luna, debido a su reputación y señalamientos de corrupción.

De hecho el mismo gobierno de los Estados Unidos sancionó a Luna y lo incluyó en la Lista Engel, debido a los reiterados señalamientos de corrupción en su gestión como funcionario.

Antes de asumir como director de Centros Penales, Luna se desempeñó como diputados del partido GANA.

Para este reportaje, los periodistas estadounidenses señalan que tuvieron acceso a los cables que desde la embajada en San Salvador fueron enviados a sus superiores en el Departamento de Estado en los Estados Unidos.