Padres dan $5 al trimestre para alquilar casa que sirve de escuela en Corinto
La vieja infraestructura escolar de 2 escuelas en Corinto fue cerrada porque iban a repararla; tras el desalojo la comunidad educativa a lugares temporales, los padres aportan para pago de alquiler.
En el distrito de Corinto, en Morazán, la realidad educativa de las escuelas rurales está mezclada entre las ganas de aprender del alumno, la vocación de docentes, el sacrificio económico de los padres, y todo se reúne en las aulas provisionales, que distan mucho de las que salen en la publicidad del Gobierno.
El martes pasado, el Ministerio de Educación reaccionó en redes sociales al reportaje “Dos escuelas más cerradas en Corinto, temen pase igual a otras que llevan tres años así” publicado en las páginas de El Diario de Hoy y en elsalvador.com. En su reacción solo hace referencia a las dos escuelas del casco urbano recién cerradas; no así a las dos que están en el área rural y llevan tres años cerradas tras prometerles mejoras en infraestructura, por los que sus comunidades educativas funcionan en lugares alquilados.
Educación también hizo referencia en su publicación que es la Dirección de Obras Municipales (DOM), quien paga los alquileres, en referencia al Centro Escolar Dr. Arturo Romero del área urbana del distrito de Corinto, departamento de Morazán.
DE INTERÉS: Dos escuelas más cerradas en Corinto, temen pase igual a otras que llevan tres años así
Pero en la zona rural la realidad de los alquileres es distinta. Los padres de esos alumnos han dicho que ellos colaboran para esos pagos; lo cual resulta un sacrificio económico en comunidades donde se vive en pobreza; lo que también abre la puerta a la deserción escolar y a la migración ilegal de jóvenes. Y ambos factores se pueden visibilizar en el Centro Escolar cantón Corralito del caserío San Francisco, y en el Centro Escolar caserío La Cacalota, ambos del distrito de Corinto.
Centro Escolar cantón Corralito del caserío San Francisco

“En (la escuela del caserío) San Francisco, a los padres nos toca pagar el alquiler donde reciben clases los alumnos”, dice José Roberto Guzmán, cuyo hijo estudia en esa escuela pública. “Nos están cobrando $5.00 cada 3 meses, y los niños están en espacios reducidos, es lamentable”, opina otra madre de esa misma comunidad educativa.
Este Centro Escolar tiene un promedio de 300 estudiantes de parvularia hasta noveno grado.
Lo que dicen ambos padres fue apoyado por otros adultos vinculados a esa misma escuela y consultados por El Diario de Hoy; ellos explican que desde hace tres años, después del traslado de los niños a la casa privada, están apoyando económicamente para pagar el alquiler.
Pero el caserío está lleno de familias rurales que afrontan serias dificultades económicas y que no pueden apoyar con el pago del alquiler; y el no poder contribuir le lleva a tomar decisiones como no enviar a sus hijos a las clases. Una mujer, quien pidió omitir su nombre, tuvo por algún tiempo a su hijos en esa escuela; uno en parvularia y otro en octavo grado.
“Mi niño ( en nivel de parvularia) solo fue un trimestre porque decidí sacarlo por dicha situación. Tengo un hijo mayor que emigró porque él no aguantó ir ahí, y pues él ya entendía que la situación no daba para estar pagando porque aquí así nos ha tocado desde hace más de dos años. A mi no me han exigido porque yo fui sincera con la directora”, relata la madre, quien además opina que donde funciona la escuela “no es adecuado para ningún niño”.
El hijo mayor de ella cursó hasta octavo grado, sus últimos dos años recibió clases en la casa alquilada; cuando dejó las lecciones y aún siendo menor de edad optó por la labores agrícolas, luego un pariente le apoyó para que viajará ilegalmente a Estados Unidos.
El hijo menor, que se inscribió este año en la parvularia, al inicio fue a clases, pero en una reunión de padres les informaron que el aporte para el alquiler ya no será trimestral, sino antes de ese lapso.

“Antes de los tres meses estaban pidiendo de nuevo los cinco dólares, entonces yo ya no mandé a mi hijo menor, y siento que eso no debería de ser así”, expresó la madre, quien explica que disponer de ese monto es un desafío para ella, porque con su trabajo, de lavar y planchar ropa, hacer oficios domésticos o ventas informales, escasamente logra el dinero necesario para la comida del día y el pago de recibos. “No es fácil pues el sueldo es poco y las cosas caras”, lamenta..
Debido a que el personal educativo tiene restringido brindar declaraciones, no se pudo indagar sobre deserción escolar en ese lugar en los últimos tres años, tras el traslado de los estudiantes del Centro Escolar cantón Corralito del caserío San Francisco.
Algunas personas vinculadas a la escuela comentaron que hace algún tiempo atrás habían pedido a los profesores desalojar el inmueble; sin embargo el pasado lunes se constató que la comunidad educativa sigue funcionando en el mismo lugar y en las mismas condiciones que el año anterior.
PUEDE LEER: Educación restringe el uso de teléfonos celulares en las escuelas
Padres de los alumnos comentan que los niños reciben clases amontonados, no tienen baño lavable sino que de fosa, las clases se mantienen semi presenciales, de 5to a noveno grado solo asisten tres días por semana en turno vespertino, el turno matutino se mantiene la presencialidad diaria; está dinámica es en respuesta a la cantidad de alumnos que tienen y el espacio que tiene la casa para albergar a los alumnos.
“No creo que este año sea diferente. No dan los gastos, que de por si hay que estar pagando para que alguien haga los alimentos (refrigerio escolar), los proyectos que se tienen que hacer en las tareas, el uniforme de física y otros gastos, ese fue el acuerdo que quedó entre los padres, no es culpa de la administración o la directora”, dice un hombre cuyos hijos estudian ahí.
Como el pago es por niño, otro padre explica que solo en su familia se están pagando $20.00 mensuales. Similares situaciones sobre pagos han expuesto padres de alumnos del Centro Escolar cantón Llano Grande y de la escuela del cantón La Cacalota.
Centro Escolar caserío La Cacalota

Una madre expresó que el Centro Escolar caserío Cacalota cantón Laguna, desde que desalojaron a los niños no han visto acercarse personal que realizará el trabajo de infraestructura en el inmueble, de eso ya pasaron unas dos semanas.
“Ellos dieron 70 días, a partir de mayo de este año, ellos vinieron el 6 de mayo y desde ahí me dijeron que ya contaban y miren no han vuelto”, relató la madre de familia.
En este caso, el día del anuncio de la obra llegó personal del proyecto, vestido con uniforme amarillo, y solicitó a la directora que entregará las llaves de la escuela. Ante esa solicitud, la también profesora, con ayuda de los padres y usando su vehículo personal trasladó el mobiliario escolar ese mismo día a la casa provisional que se convertiría en su nueva escuela.
LE PUEDE INTERESAR: Instalaciones de escuela cerrada en Sonsonate sigue en desuso
Tuvieron que hacerlo de emergencia porque luego de que ella entrega las llaves, nadie podría volver al inmueble sin tener permiso; de acuerdo al relato hecho por una madre de familia. Según expresan los padres, la casa donde se imparten las clases de los alumnos del Centro Escolar cantón Cacalota no tiene agua potable, baños por lo que los niños deben acudir a una casa vecina cuando sienten la necesidad de hacer uso de un baño.
Una maestra de su dinero compra los garrafones de agua y los lleva diariamente desde Corinto, para que los niños puedan tomar y lavarse las manos. Además deben “ajustar” para el pago de la persona que cocina los alimentos. Debido a las condiciones en las que están, son vulnerables a situaciones como que personas ebrias llegan a perturbar las clases, esto debido a que cerca se encuentra un lugar de venta de bebidas embriagantes.
En esta escuela, los padres acordaron colaborar con tres dólares al mes según una madre de familia. Este centro educativo atiende a un aproximado de 100 alumnos, desde parvularia hasta noveno grado.
En el casco urbano

Cuando el Ministerio de Educación hizo referencia a las escuelas reiterando que no estaban cerradas, sino que seguían funcionando en lugares pagados por la DOM, se refirió a una casa amplia diseñada con aulas para los estudiantes de parvularia a quinto grado del Centro Escolar DR. Arturo Romero, y al edificio distribuido también con áreas tipo aulas donde reciben clases los estudiantes de sexto a noveno grado del mismo Centro Escolar.
Ambos están ubicados en zonas accesibles urbanas del distrito de Corinto, El inmueble escolar fue cerrado hace unos tres meses. Y según la promesa de las (DOM) a los padres de familia, las dos escuelas recién intervenidas una del caserío Los Méndez y Arturo Romero estarán renovadas en un periodo de un año.

CONTENIDO DE ARCHIVO: