María junto a sus hijas en la Finca Acapulco. La producción de café de la finca Acapulco en 2023 fue inspeccionada por expertos en cata de café obteniendo un buen puntaje en grados brix, o nivel de azúcar que alcanza el grano durante su madurez. Foto EDH/ Jessica Orellana "Cuando una mujer siembra un árbol de café no sirve, no da", fueron las duras palabras de uno de los pocos hombres que aceptó trabajar en la finca Acapulco, ubicada a las afueras de Apaneca en Ahuachapán, una propiedad dirigida completamente por mujeres. Foto EDH/ Jessica Orellana María Vilma Pérez heredó la finca hace 24 años, tras la muerte de sus padres, a pesar de haber vivido siempre en el campo asegura que "no estaba preparada", para todos los retos que le esperaban al dirigir la propiedad de cuatro manzanas. Foto EDH/ Jessica Orellana María junto a su hija Ana Pérez lideran la finca Acapulco. Foto EDH/ Jessica Orellana los 38 años Vilma se dedicó de llenó a las tareas de la finca argumentando que "antes solo hacía trabajos pequeños como eliminar maleza, yo veía que no se usaba abonos y se producía café, pero con el tiempo la tierra sin abono no producía, cuando ellos faltaron fue completamente diferente y en eso cayó la roya". Foto EDH/ Jessica Orellana Ana, hija mayor de doña Vilma, es quién ahora ha tomado un fuerte compromiso con el desarrollo de la finca, durante los últimos años se ha empeñado en la diversificación de las plantas de café llegando a cultivar al menos ocho variedades entre resistentes a la roya y ancestrales por la calidad de su grano. Foto EDH/ Jessica Orellana También han desarrollado una importante cantidad de árboles frutales con los que aseguran un ingreso extra entre ellos malanga, plátano, guineo, malanga, cúrcuma, limón rey, naranja, tomates, pimienta gorda, entre otros para venta y consumo propio. Foto EDH/ Jessica Orellana Las tres mujeres que dirigen la finca señalaron que se encontraron en grupos de estudio donde todos eran hombres, pero esto no fue un motivo para desanimarse, tomando en cuenta que estos espacios eran monitoreados por expertos nunca se sintieron aisladas ni sus capacidades fueron desvaloradas, por lo que pudieron desarrollar de forma amplia y técnica sus conocimientos sobre el cultivo, cuidado, reproducción del café. Foto EDH/ Jessica Orellana De forma paralela Ana está incursionando en la reproducción de plantas ornamentales para la venta. Foto EDH/ Jessica Orellana "Lo principal es enseñar la caficultura regenerativa para producir un café cosecha azul, que restaure todos los recursos naturales de la finca", y se encuentre libre de químicos, señaló el técnico que se ha encargado de supervisar el trabajo en la Finca Acapulco. Foto EDH/ Jessica Orellana Para lograr esta calidad los productores deben hacer un manejo integral de las diferentes prácticas y métodos para el control de plagas, insectos y aplicación de abonos orgánicos para que aplicar un producto químico sea la última opción porque se llegó a un nivel crítico de plagas. Foto EDH/ Jessica Orellana En los últimos años la familia Rivera Pérez tomó diferentes talleres y capacitaciones ofertadas por organizaciones que llegaron al municipio para ayudar a los productores locales a mejorar la calidad de sus producciones, entre los cuales se encuentra el programa Raíces, un programa dirigido desde Catholic Relief Services (CRS). Foto EDH/ Jessica Orellana solo el 25% de los productores de café a nivel nacional están haciendo uso de las prácticas eco amigables que ayudan a la conservación del suelo. Foto EDH/ Jessica Orellana Foto EDH/ Jessica Orellana Foto EDH/ Jessica Orellana La finca aún conserva algunos árboles de más de 50 años que sobrevivieron a los hongos que atacaron en esta zona. Foto EDH/ Jessica Orellana "Nosotros ya no buscamos volumen, sino que calidad", señala Marco Tulio Marroquín, un ingeniero agrónomo y pequeño productor de café en la zona de occidental del país, que ha dejado a un lado los métodos tradicionales para aplicar técnicas sostenibles para el medio ambiente. Foto EDH/ Jessica Orellana En la finca Bendición de Dios en la comunidad Centenario, Juayúa, Sonsonate, tiene importantes diferenciadores al resto de terrenos de cultivos aledaños, debido a que es una de las pocas propiedades a nivel nacional que le apuestan a una cosecha azul desarrollada por mujeres. Foto EDH/ Jessica Orellana ara la eliminación de plagas en la finca recurren a las trampas para brocas y otros insectos, aunque reconoce que en algunas ocasiones han tenido problemas con las plantas de café más cercanas a otros cultivos vecinos donde no se tienen las mismas condiciones. Foto EDH/ Jessica Orellana
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