Los influencers virtuales dominan el mundo cibernético. Parece una máxima distante de la vida real, pero está sucediendo. Cada día, la inteligencia artificial acapara más áreas de la cotidianidad y el terreno de las redes sociales se vuelve más vulnerable a la fantasía y los avatares.
Y es así como de empresas especialistas en robótica e inteligencia artificial nacen influencers que reinan en Instagram. No son personas reales, pero promocionan grandes marcas, se fotografían en lugares que cualquiera puede visitar, tienen amigos, visten a la moda, aparecen en revistas de prestigio… y algunos hasta alcanzan el millón de seguidores en Instagram. Sí, hablamos de los influencers no humanos.
A partir de una gran creatividad y de programas web y diseño fueron creados estos personajes de apariencia casi real. Es tanto su atractivo y poder en Instagram que han logrado publicitar importantes marcas de moda y comida, tener un contrato exclusivo con Prada y Nike y han salido en reportajes de Vogue. Los influencers virtuales venden un estilo de vida y los “seguidores” lo compran.
Todo ello parte de la corriente del “influencer marketing”, el cual fija su mirada en la “colaboración con ciertas personalidades sobre la base de una serie de objetivos concretos como venta, interacción o tráfico”, de acuerdo con Retina, sección económica de El País. Pero el mundo artificial dio un paso más futurista eligiendo figuras ficticias.
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De esta manera, Miquela Sousa, Blawko, Bermuda y la supermodelo virtual Shudu se han convertido en importantes anzuelos para que los consumidores, específicamente la generación Z, vuelva a su mirada a ropa, comida y música de lujo.
Entre estos avatares, Shudu es la única de la que se sabe quién está detrás de su creación. Tras el “boom” de haber promocionado un lápiz labial de la línea cosmética de Rihanna, el secreto de la perfecta y hermosa modelo negra fue revelado por la revista Harper’s Bazaar: era irreal. Fue el fotógrafo británico Cameron-James Wilson el responsable de la creación.
Y aunque no sean de carne y hueso, estos influencers desplazan ya a otras celebridades de las redes sociales y facturan millones. Acompáñanos a conocer estas figuras a partir de la imaginación extrema de “geeks”:
Miquela Sousa: Su perfil indica que es una brasileña radicada en Los Ángeles. La primera vez que tuvo eco fue a raíz de que Prada se valió de ella para la colección de otoño. A partir de ese momento la “It girl” se ha convertido en una reina del street style.
Poco a poco Miquela se convirtió en una de las influencers virtuales con más fans en las redes sociales. Su fama fue tal que un día su perfil fue hackeado y a partir de ello nacieron los influencer: Blawko y Bermuda.
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Blawko: Calificado como enigmático, por no mostrar su rostro, este avatar es el único masculino (por el momento). Es considerado el hermano de Miquela y novio de Bermuda. Su vida artificial exhibe sus pasiones: el skating, su novia y el mundo fashionista.
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Falsos influencers, el engaño al descubierto
El deseo de destacar entre los demás y anhelar atraer a las marcas, viajar mucho, lucir ropa de “chic” y comer gratis en restaurantes han hecho que muchos usuarios de redes sociales hagan uso de una artimaña: la compra de grandes cantidades de seguidores.
Shudu: Con una piel reluciente color ébano, Shudu no es más que la imaginación y el trabajo minucioso en 3D del fotógrafo Cameron-James Wilson. El artista expresó en una oportunidad que esta creación era un homenaje a las supermodelos negras: Alek Wek y Duckie Thot. Aunque no alcanza los millones de Miquela, esta maniquí virtual ya ha robado la atención de Vogue Arabia y Cosmpolitan.
Este avatar se convirtió en la primera modelo digital y tal parece que no tiene nada que envidiarle a las redes sociales de las top models. Su primera fotografía en Instagram, donde aparentemente luce desnuda, alcanzó los 10,324 “Me gusta”.
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Bermuda: Según el portal Vanitatis, este avatar de chica rubia fue el responsable del hackeo de la cuenta de Miquela. Luego de muchos insultos virtuales, Bermuda apareció con su propio perfil y lo más sorprendente de todo:convertida en “amiga” de Miquela y novia del otro avatar, Blawko.
Esta creación es la menos realista de los influencers digitales, pero a medida que se publican más imágenes, se ve un trabajo de diseño e ilustración mucho más detallado. Algunos sitios web afirman que el estudio Brud es el responsable de su fabricación.
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