El recinto vibró al ritmo del vallenato moderno con la llegada de Carlos Vives al escenario, este jueves 8 de mayo de 2025. Con una energía arrolladora y el carisma que lo caracteriza, el artista colombiano dio inicio a su esperado espectáculo en San Salvador como parte de su gira internacional “El rock de mi pueblo vive”.
La jornada comenzó desde las 6:00 p. m. con la apertura de puertas y un flujo constante de admiradores que llenaron las localidades Carito, Mayte y VIP. A las 8:00 p. m., un DJ nacional subió al escenario como telonero, animando al público con un mix de canciones que fusionaban ritmos latinos y sonidos contemporáneos.
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Pero fue a las 9:50 p. m. cuando la verdadera fiesta comenzó. Entre gritos, aplausos y miles de celulares encendidos, se proyectó un documental que relataba la historia de Carlos y el "rock de su pueblo". Luego, con el inicio de la banda sonora y una descarga de ritmo y energía, Carlos Vives apareció en el escenario entre llamas y una ovación eufórica.



El show abrió con “La gota fría”, uno de sus clásicos más emblemáticos, provocando una explosión colectiva de canto y baile en el Cuscatlán. Le siguió “Ella es mi fiesta”, tema que puso a todos de pie y convirtió el estadio en una pista de baile al aire libre. “¡Buenas noches, El Salvador!”, exclamó el cantante tras interpretar el éxito, desatando aún más entusiasmo entre los presentes.
Después, el romanticismo y el sabor de “Déjame entrar” avivaron la emoción con una interpretación vibrante que conectó con el corazón del público. Las luces, los visuales, las llamas y la banda en vivo envolvieron a los asistentes en una atmósfera festiva y cálida, tan característica de los conciertos de Vives.
Apenas comenzado el espectáculo, el repertorio ya prometía una velada inolvidable. Mientras la multitud coreaba sin cesar, Vives se alistaba para continuar con “La bicicleta”, uno de sus éxitos globales, originalmente grabado junto a Shakira.


El Cuscatlán se transformó en una celebración colectiva donde se respiraba alegría, nostalgia y orgullo latinoamericano. Con solo las primeras canciones, Carlos Vives dejó claro que su música sigue más viva que nunca y que su vínculo con El Salvador permanece tan fuerte como siempre.