El 2025 fue el año en que el cine de autor y las series sacudieron al público

Con una oferta casi inabarcable de estrenos, propuestas arriesgadas y producciones que trascendieron la pantalla para instalarse en el debate público, el audiovisual del 2025 volvió a confirmar su capacidad para emocionar, incomodar y reflejar las tensiones del mundo actual. En medio de esta avalancha de títulos, dos producciones lograron destacarse con fuerza: “One Battle After Another” en el cine y “Adolescence” en la televisión, aunque el panorama estuvo lejos de ser unidireccional.

El cine de autor marcó el pulso del año

El llamado cine de autor fue uno de los grandes protagonistas del año, con películas en las que la mirada personal de sus directores se impuso sobre las fórmulas comerciales tradicionales.

Se trata de un tipo de cine que prioriza la identidad creativa, el riesgo narrativo y una relación más directa con los temas sociales, políticos o emocionales que atraviesan a sus creadores.

En 2025, estas propuestas no solo encontraron espacio en los grandes festivales internacionales, sino que también lograron instalarse en la conversación del público, demostrando que las historias con sello propio siguen teniendo un lugar relevante en la industria audiovisual.

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Aunque la taquilla mundial estuvo dominada por el fenómeno de la animación china “Ne Zha 2”, que superó los 1,900 millones de dólares en recaudación —con una cifra récord concentrada en su país de origen—, el cine de autor fue el que acaparó premios, titulares y largas discusiones entre críticos y espectadores.

Uno de los títulos más celebrados fue “One Battle After Another”, la nueva película de Paul Thomas Anderson. El director estadounidense sorprendió con una historia tan caótica como provocadora, cargada de humor negro y con evidentes ecos del cine de Quentin Tarantino. Leonardo DiCaprio y Benicio del Toro encabezan un reparto en estado de gracia en esta adaptación de una novela del inclasificable Thomas Pynchon, que no esquiva la crítica a la política migratoria de Estados Unidos y se perfila como una de las grandes favoritas de la temporada de premios.

En un registro completamente distinto, “The Voice of Hind Rajab” se convirtió en una de las películas más desgarradoras del año. La cineasta tunecina Kaouther Ben Hania construyó el relato a partir de las grabaciones reales de las llamadas de Hind Rajab, una niña palestina de seis años que murió por disparos del Ejército israelí. El filme ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes y se transformó en un potente símbolo antibelicista, con una fuerte presencia en la carrera hacia los principales premios internacionales.

Otra de las obras que dejó huella fue “Sirat”, del director español Oliver Laxe. La película sacudió al público del Festival de Cannes con una reflexión profunda sobre la muerte como motor de la vida, narrada a través de la desesperada búsqueda de un padre por su hija en raves clandestinas en medio del desierto marroquí. Su recorrido por festivales y nominaciones marcó un momento histórico para el cine español contemporáneo.

Entre las producciones más esperadas también figuró “Frankenstein”, el proyecto largamente soñado de Guillermo del Toro. Tras años de espera, el director mexicano presentó su versión del clásico de Mary Shelley, protagonizada por Jacob Elordi y Oscar Isaac. Aunque su sello visual barroco fue ampliamente reconocido, la película no logró el impacto esperado en la Mostra de Venecia, generando opiniones divididas.

La gran sorpresa del año llegó con “K-Pop Demon Hunters”. Estrenada casi sin promoción en Netflix, esta cinta animada inspirada en la mitología y el folclore coreano se convirtió en la película más vista en la historia de la plataforma. Su éxito fue tan contundente que dio el salto a salas de cine y acumuló nominaciones tanto en los Globos de Oro como en los Grammy gracias a una banda sonora que se volvió fenómeno global.

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Series que atraparon, sacudieron y emocionaron

En el ámbito televisivo, 2025 ofreció propuestas para todos los gustos: despedidas muy esperadas, adaptaciones literarias exitosas y series que crecieron gracias al boca a boca.

La producción que más impacto generó fue “Adolescence”. Estrenada en marzo, esta serie británica dejó al público noqueado desde su primer episodio. La historia de un niño de 13 años acusado del asesinato de una compañera de escuela se cuenta desde múltiples perspectivas, con una crudeza y sensibilidad poco comunes. La interpretación de Owen Cooper como Jamie Miller fue, para muchos, una de las actuaciones más impactantes del año.

“Squid Game” llegó a su desenlace definitivo y, aunque no alcanzó los niveles de audiencia de su primera temporada en 2021, volvió a posicionarse entre las series más vistas, manteniendo su crítica social sobre el abuso de poder y la desigualdad.

Otra de las sorpresas fue “Dept Q”, una producción británica que, pese a la escasa promoción inicial, se convirtió en tema de conversación gracias a su solidez narrativa. Matthew Goode lidera esta adaptación de las novelas del danés Jussi Adler-Olsen, que explora lo más oscuro del ser humano sin renunciar a pequeños destellos de esperanza.

En el género médico, “The Pitt” se consolidó como una de las apuestas más sólidas de la televisión actual. Con Noah Wyle retomando un rol que remite a su icónico John Carter de “Urgencias” y una narrativa en tiempo real, la serie logró conquistar tanto a la crítica como al público.

Finalmente, “Andor” reafirmó su lugar como una de las producciones más adultas del universo Star Wars. Diego Luna regresó como Cassian Andor en una segunda temporada más oscura y política, acercando su trama a los eventos de “Rogue One” y demostrando que la saga aún tiene historias relevantes que contar.

Y ahora, que venga 2026 con más sorpresas, ¿qué serie o producción estás esperando con ansias?