Así se vivió el concierto de Carín León en El Salvador, una noche de amor y despecho en el “Mágico”

El estadio Jorge “Mágico” González fue escenario de una de las noches más vibrantes del año. Sombreros, botas, luces y miles de salvadoreños dieron la bienvenida al cantante mexicano Carín León, quien volvió a El Salvador con su "Boca Chueca Tour 2025". Desde temprano, los alrededores del recinto se llenaron de fanáticos con banderas, pancartas y una sola meta: cantar con el corazón.

Alrededor de las 9:30 de la noche, las luces se apagaron y el sonido de los metales rompió el silencio. En las pantallas gigantes se proyectaron imágenes del tour, y segundos después, el artista apareció.“¡Cómo está mi gente de El Salvador! Si alguien anda dolido, saludcita”, gritó entre risas. Esa frase marcó el inicio de un show donde el amor y el despecho caminaron de la mano.

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El repertorio comenzó con “Me la aventé”, un tema que encendió al público desde el primer acorde. Luego llegaron éxitos como “De compas”, “Ahí estabas tú” y “Ni me debes ni te debo”, cada uno recibido con la misma emoción.

El artista sonorense, dueño de una voz rasposa y sincera, alternó el ritmo entre canciones para los dolidos y temas que invitaban a celebrar el amor. “Esta noche no se llora, se canta fuerte y se olvida lo malo”, dijo, provocando risas y aplausos. La complicidad entre Carín y el público fue inmediata.

Acompañado de una banda de más de diez músicos, el intérprete demostró por qué se ha convertido en uno de los referentes del regional mexicano. Su propuesta fusiona el estilo norteño con toques de pop y country, sin perder la esencia tradicional.

Como es tradición en sus conciertos, dedicó un espacio especial a rendir homenaje a los grandes del género. Con su toque personal, interpretó “Acá entre nos” de Vicente Fernández, “La mesa del rincón” y “La puerta negra” de Los Tigres del Norte. “Crecí escuchando estas canciones; son parte de nuestra historia y también de la suya”, dijo con orgullo.

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El público respondió con emoción, y entre gritos, el estadio se convirtió en una sola voz. Los arreglos de banda reforzaron la potencia del show, demostrando la calidad musical del equipo que acompaña al cantante.

Luego de casi dos horas de concierto, León anunció el final con una sonrisa. “Nos queda una canción para despedirnos con el corazón”, apuntó. El público ya sabía cuál venía y el estadio estalló en aplausos: “Primera Cita”. Fue el cierre perfecto. Entre fuegos artificiales, confeti y una energía indescriptible, el cantante se despidió.

Organizado por En Vivo Producciones, el concierto destacó por su impecable producción técnica y su puesta en escena llena de detalles. Cada elemento —luces, sonido y pirotecnia— fue diseñado para acompañar la intensidad de la voz del artista.

De esta manera, el "Boca Chueca Tour 2025" continuará por Guatemala y Nicaragua, pero su parada en San Salvador dejó huella. En una sola noche, Carín León logró lo que pocos artistas consiguen, hacer que un estadio entero cantara con el alma, entre el amor y el despecho.