La historia de la humanidad registra casos de cánceres de mama desde el año 1600 a. C., en Egipto, y las primera intervenciones para retirar estos tumores o úlceras aparecen en los papiros de Edwin Smith (documento médico que data de la Dinastía XVIII de Egipto). Pero el médico griego Leónidas de Alejandría es a quien se le atribuye el “primer procedimiento quirúrgico registrado para el cáncer de mama, antecedente de la moderna mastectomía“.
Sin embargo la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos publicó estudios sobre la historia de anestesiología, donde atribuyen el uso de este líquido en las operaciones de cáncer de mama a Seisshu Hanaoka, un cirujano japonés que se dio a conocer por el uso de anestesia de manera general. Y este importante hecho lo ha vuelto a rescatar el portal web de ciencia Quo.es.
Con ilustraciones quedó registrado el proceso que hizo Hanaoka a Kan Aiya, una mujer de alrededor de 60 años. Según los diarios de este renombrado médico, la intervención se realizó el 13 de octubre de 1804, utilizando como anestesia general “una fórmula que él mismo desarrolló y a la que llamó ts?sensan”, de acuerdo con la biblioteca estadounidense.
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Gracias a este descubrimiento, Kan Aiya bebió siete gramos de esa pócima, que en realidad eran la mezcla de tres plantas: estramonio, Aconitum carmichaelli y Angelica dahurica; y la mañana del 13 de octubre de 1804 estaba inconsciente sobre la mesa de operaciones de Hanaoka, lista para que extrajeran el tumor que tenía en su seno.
Pero esta mujer decidió ponerse en las manos de este experto en hierbas chinas al saber que él había realizado, por años, muchas pruebas. El diario de Hanaoka describe las horas que pasó recolectando y combinando varias hierbas “hasta encontrar la mezcla adecuada”.
“La masa cancerosa se extirpa con un cuchillo curvo modificado por mí, luego la cavidad de la herida se lava con alcohol ardiente para limpiarla y esterilizarla. Se introducen drenajes de hilos de algodón en la cavidad, se cierra la superficie de la herida suturando cuidadosamente y se aplica un ungüento hecho de aceite de coco en la línea de sutura”, escribió hace más de 200 años el cirujano japonés en sus manuscrito titulado “Nyugan Bensho”.
Luego de que la paciente se reincorporara, Hanaoka sabía que lo que había hecho era importante para la historia de la medicina, sin embargo, su hazaña no pudo trascender porque en ese momento Japón vivía “cerrado al mundo”, nadie podía entrar ni salir de la isla. Pero el uso del ts?sensan fue la antesala y guía de la anestesia moderna.
Según la revista Quo.es, el doctor Hanaoka realizó 156 operaciones de cáncer de mama, además de muchos otros procedimientos. “La Sociedad Japonesa de Anestesiólogos (JSA) rinde homenaje a través de su emblema, con las letras ‘JSA’ sobre una flor de datura, el principal ingrediente del tsusensan. Además, el Colegio Internacional de Cirujanos incorporó a su Salón de la Fama en 1954”, señala el portal web de ciencia.