Hace casi 500 años, los conquistadores llegaron al Golfo de Fonseca

En mayo de 2022 se cumplirán cinco siglos de la llegada de la flota de Andrés Niño y Gil González Dávila al golfo de Fonseca y al litoral del Rostro Fragoso.

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·0 ??leo de Carlos V en Mühlberg, hecho en 1548 por el pintor veneciano Tiziano. Con 3.35 m de alto y 2.83 m de ancho, se exhibe en el Museo del Prado (Madrid, España).

Por Carlos Cañas Dinarte

2019-04-20 9:06:51

El 16 de abril de 1519, en Barcelona, el rey Carlos I de España (y V de Alemania desde el 28 de junio) renovó los votos del cargo que antes juró ante las Cortes del Reino de Aragón y Castilla reunidas en Zaragoza, el 28 de enero.

Un día antes, el futuro emperador del Sacro Imperio había suscrito los 69 numerales de una real provisión que ordenaba una expedición por la Mar del Sur (océano Pacífico), desde Panamá hasta mil leguas al poniente y 200 leguas dentro de la tierra firme. Para organizar aquella flota realizó contrato con el piloto y armador andaluz Andrés Niño, así como el asiduo cortesano Gil González Dávila, a quien designó capitán de esa flotilla exploradora.

Para aquella empresa fue necesario reunir más de 3.5 millones de maravedíes, de los que el monarca aportó 4 mil castellanos (450 maravedíes cada uno), pero con lo cual esperaba obtener la vigésima parte para destinarlo a la redención de cautivos o esclavos en África, una quinta parte para pagarle al fisco real y partes iguales entre el emperador y Niño, quien aportaba más de 500 mil maravedíes y esperaba recibir 50 mil maravedíes anuales y el derecho a participar en futuras flotas que conquistarían los territorios a los que él llegara primero en aquella expedición, en la que no debía molestar a los indígenas ni a los lugares dominados por Portugal tras el Tratado de Tordesillas.

Con insumos alimenticios, armas, marinos y soldados, los barcos Victoria, Santa María de la Merced y Santa María de la Consolación levaron anclas del puerto gaditano de Sanlúcar de Barrameda, el 13 de septiembre de 1519, con destino a Castilla del Oro y Tierra Firme, como se le denominaba entonces al istmo de Panamá, no sin antes hacer viajes de repostaje en las islas Canarias, Santo Domingo y Jamaica.

La costa salvadoreña aparece ya bastante bien definida en este mapa del océano Pacífico o Mar del Sur, trazado por Abraham Ortelius en 1589. Imagen digital proporcionada por la Biblioteca Nacional de Chile, Santiago.

Al llegar a Panamá, se dieron cuenta de que las cosas no serían tan fáciles como la documentación con la firma del emperador podía hacerlo suponer. Para empezar, el nuevo gobernador Lope de Sosa había fallecido al recién tomar posesión de su cargo, por lo que Pedrarias Dávila se sabía más poderoso que nunca y hasta había tomado la decisión de fundar la nueva ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá en la costa del Mar del Sur descubierto por el ya para entonces decapitado Vasco Núñez de Balboa. De esa manera, ordenó despoblar a Santa María la Antigua en la costa Caribe y trasladar habitantes y bienes hacia el nuevo asentamiento.

Lectura recomendada:


- "Pedrarias Dávila, la ira de Dios", Óscar Castro Vega.

- "Crónicasde Cuzcatlán-Nequepio y del Mar del Sur", Pedro Escalante Arce.

- "ElSalvador: descubrimiento, conquista y colonización", Jorge Lardé y Larín.

Pedrarias y sus lugartenientes se negaron, por todos los medios posibles, para entregar los barcos que pertenecieron a Núñez de Balboa para que la expedición surcara las aguas del Pacífico hacia el norponiente. Por ello, trataron de fabricar nuevas naves en un astillero, pero los intentos fracasaron. Al final, lograron construir las tres naves y un bergantín, con los que Niño, González Dávila y sus tropas se hicieron a la mar el 21 de enero de 1522.

Gil González Dávila desembarcó en el territorio ahora de Nicaragua y se adentró en tierra, mientras que el piloto mayor Andrés Niño continuó su viaje por mar. Fue así como, en mayo de 1522, arribó a las aguas e islas del golfo de Chorotega, al que bautizó Fonseca, al igual que a la costa de acantilados a la que denominó Rostro Fragoso. Fue el primer encuentro que los españoles tuvieron con el territorio ahora perteneciente al estado y república de El Salvador. Tres años después, Niño y 70 hombres se perdieron para siempre en las selvas de Hibueras (ahora Honduras), mientras participaban en otra empresa exploradora, como había sido convenido por escrito con el monarca español.

De aquí en adelante, faltan tres años para que El Salvador llegue a ese quinto centenario de su ingreso a la era de los descubrimientos, una etapa histórica liderada por marinos y exploradores de Portugal y España, que posibilitó la construcción de un enorme imperio a golpes de espada y prédicas de la nueva palabra. De aquí hacia 2022, quizá nuestros centros de pensamiento, el nuevo gobierno salvadoreño y las autoridades españolas debieran de destinar recursos para constituir un comité que conduzca esa efemérides crucial y abra un gran debate nacional e internacional acerca de esos años fundacionales de la presencia europea en los antiguos territorios pipiles y lencas de Cuzcatán-Nequepio y Popocatépec.