Lula Mena presentó exposición de arte “Cuando el tronco florece”

La reconocida artista salvadoreña Lula Mena inauguró su nueva exposición de arte “Cuando el tronco florece”, una instalación situada en la zona de la Puerta 9 del Aeropuerto Internacional Monseñor Romero de El Salvador. La muestra estará abierta hasta febrero de 2026 y representa una potente afirmación del arte nacional, impulsada con el respaldo del Ministerio de Cultura como una forma de exponer lo mejor del talento creativo salvadoreño.

Arte salvadoreño que se transforma y se eleva

“Cuando el tronco florece” está compuesta por piezas elaboradas con materiales recuperados del mar: troncos, escamas, neumáticos y textiles de desecho. Estas obras brotan de un proceso íntimo, poético y profundamente simbólico.

Durante largas caminatas por la playa de la Barra de Santiago —un lugar entrañable para su familia, donde crecieron sus hijos y vivieron momentos que tejieron su historia compartida— Lula fue recolectando objetos arrastrados por el mar. Fragmentos erosionados por la sal y el tiempo que, en sus manos, encontraron una nueva vida.

“Aquello que para muchos podrían ser simples restos, para ella se convirtió en la posibilidad de nuevas historias”, expresó Javier Gómez, Director Nacional de Espacios Culturales del Ministerio de Cultura, durante la inauguración.

Flores del futuro sobre troncos del pasado

Las piezas recolectadas fueron intervenidas con flores hechas de cobre, cuero, escamas de pescado y textiles, utilizando técnicas artesanales que Lula Mena ha reivindicado a nivel internacional. “Estas flores no son adornos, son brotes, manifestaciones de esperanza, ilusión y reinvención”, afirmó la artista.

Lula llama “seres” a cada una de estas obras, reconociendo en ellas la memoria de lo vivido. La exposición propone un recorrido emocional y simbólico por estaciones como el soltar, agradecer, renacer, amar, esperar y expandirse. “Sobre los troncos del pasado brotan flores del futuro”, dijo con emoción durante la presentación.

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Cada estación representa un momento del proceso emocional vivido por la artista, transformando el desprendimiento en impulso vital, y el agradecimiento en raíz suave desde la cual todo florece. Es un recorrido visual que invita a los viajeros a mirar hacia dentro, a detenerse y conectar con sus propias transiciones.

Una puerta como umbral simbólico

La pieza central de la muestra es una antigua puerta que guarda múltiples significados. Esta puerta fue parte de un camión, luego del hotel donde vivió su familia en Suchitoto y, más adelante, la mesa donde compartieron su día a día. Hoy se eleva como un umbral simbólico desde el cual florecen todas las demás piezas.

“El arte del ensamble me permite contar historias desde los fragmentos”, compartió Lula. En esa puerta se entrelazan memoria, cotidianeidad y transformación, recordándonos que incluso los objetos más cotidianos pueden convertirse en testigos de lo que somos.

Un homenaje desde el amor y la gratitud

La exposición es también una despedida amorosa y un homenaje a los ciclos de la vida. En palabras de Lula, esta muestra es una manera de cerrar una etapa desde la posibilidad del amor. La dedicó con ternura a Mamoy, la abuela de sus hijos, figura central en la vida de su familia, y al hogar que los sostuvo con calidez durante tantos años.

“Esta es mi forma más personal de poderle decir adiós a Mamoy y al espacio que nos sostuvo por tanto tiempo de una manera tan linda. Lo quería cerrar desde la posibilidad del amor y por eso es que son todos estos brotes”, expresó emocionada frente al público.

Una instalación con alma salvadoreña y vocación social

Para la curadora Dra. Astrid Bahamond, esta instalación representa una obra con alma profundamente salvadoreña: “Cada partícula de las florecitas de estaño, cuero o escamas se convierte en una obra sublime… Lula ha cambiado la identidad nacional del arte no solo en El Salvador, sino a nivel mundial”.

Bahamond también destacó el impacto social del trabajo de Mena: “No es una firma de artista solamente. Hay una carga social inmensa porque ella convierte su talento en una experiencia positiva para niñas y mujeres de comunidades vulnerables. Es arte con responsabilidad, con corazón y alma”.

La obra, además de tener una fuerza estética impactante, tiene un propósito comunitario: impulsar la creatividad como herramienta de transformación personal y colectiva.

El arte como puente en un espacio de tránsito

Ubicada en una zona de alto flujo como lo es la Puerta 9 del aeropuerto, la exposición transforma un espacio cotidiano en un umbral para la reflexión, el asombro y la emoción.

“El Ministerio de Cultura se enorgullece de respaldar iniciativas como esta, que fortalecen la creación artística nacional y promueven el diálogo entre nuestras comunidades, nuestros territorios y nuestras expresiones culturales”, dijo Javier Gómez en su intervención oficial.

“Cuando el tronco florece” estará disponible hasta febrero de 2026 para todos los viajeros que pasen por esta terminal. Una invitación a detenerse, mirar y descubrir que el arte salvadoreño no solo florece, sino que transforma.