Un aproximado de 350 pacientes que padecen de cáncer colo-rectal y tienen ostomías intestinales, conocidas como colostomías, se mantienen desprotegidos y piden apoyo ya que deben gastar $95 mensuales para compra de insumos y mantener limpia su abertura en la pared intestinal.
“Es una barbaridad, pasó esta pobre gente casi todo el mes de marzo y la mitad de abril sin que les diera sus insumos. Menos mal que algunos logramos darle material para tres meses porque hay gente que no tiene ni los cinco pesos para el transporte para venir. Tengo pacientes que vienen desde Morazán a traer sus bolsas”, explica Carlos Emilio Álvarez, un renombrado cirujano coloproctólogo.
La ostomía o colostomía es el procedimiento que se realiza a una persona a través de una intervención quirúrgica en la cual se hace una salida artificial, que fisiológicamente puede ser de eliminación heces, alimentación y drenaje, las mayoría de estos se realizan para heces que se movilizan a través del intestino, salen por el estoma hasta la bolsa adherida al abdomen.
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Según este médico, los pacientes con colostomías siempre han sido olvidados por todas las administraciones de Salud, desde hace más de 30 años, y ante esta pandemia la situación se agudiza más, ya que para este año el Gobierno no ha invertido en insumos para estos pacientes.
“El abandono del Gobierno es total, aunque esto no es de hoy y vienen de diferentes partidos que han estado en el Gobierno, es un tema que ha estado totalmente abandonado en este país.
Entonces ante la desesperanza de esta gente y la gran cantidad grande de pacientes que estoy viendo, es importante que se le preste atención a este problema. Imagínese usted si estaban abandonados cuando el país estaba bien, ahora con la pandemia el 100 % de atención del COVID-19 y se les olvida que hay pacientes con diabetes, pacientes con cáncer. Yo peleo por mis pacientes de colostomía”, señala Álvarez.
El médico comentó que, ante la falta de inversión para esta población, a los hospitales de la red pública les derivan la mayoría de pacientes; sin embargo, no cuentan con las bolsas necesarias para este tipo de intervención.
“El Ministerio de Salud tiene la osadía y el descaro de mandar a los pacientes con un papel membretado y sellado para que yo le regale las bolsas. Ese es un descaro, de esos ladrones, pícaros”, sostiene Álvarez.
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Por lo cual en la clínica San Vicente de Paúl, ubicada en Santa Tecla, recibe al menos 10 pacientes nuevos con colostomía cada mes. Agrega que para el 2019 tenía 450 expedientes, de estos algunos ya fallecieron, unos 350 están activos, mientras otros tuvieron suerte que les cerraron la colostomía porque era temporal.
“Es una barbaridad, pasó esta pobre gente casi todo el mes de marzo y la mitad de abril sin que les diera sus insumos. Menos mal que algunos logramos darle material para tres meses porque hay gente que no tiene ni los cinco pesos para el transporte para venir. Tengo pacientes que vienen desde Morazán a traer sus bolsas”, lamentó.
Desde el 2016, el médico mantiene un programa en el cual apoya a pacientes con colostomía y dona insumos médicos mensualmente para que esta población logre mantener las medidas sanitarias para su tratamiento. Esta población necesita utilizar, como mínimo, 10 bolsas drenables (se cambia cada 3 o 5 días), un tubo de pasta que se aplica alrededor de la estomago para sellar la bolsa, 10 sobres limpiadores y 10 sobres protectores, se utilizan en cada cambio de bolsa, el costo en el mercado ronda los $95, que es lo que mensualmente deben tener disponibles los pacientes.
Según Álvarez, las personas con colostomía en su mayoría son de escasos recursos, por lo cual la propuesta de ley que realizó la Sociedad de Cirujanos Coloproctólogos, el pasado 16 de mayo de 2019, expone que debido al alza de diagnósticos de cáncer colorectal, enfermedades infecciosas y traumas que desencadenan en incremento de colostomías, el Estado debe garantizarle los insumos.
“Mensualmente lo que yo les proveo cuesta $95 mensuales, imagínese esta gente que vive en el campo y que no gana más de $ 300 y que tenga que gastar la tercera parte de su entrada para mantener su colostomía. Esta es obligación del Estado que lo mandata a través de la Constitución de la República”, explica Álvarez.
El galeno agrega que existe una mala comunicación en los hospitales nacionales para educar a la población a vivir con las colostomías, sobre qué hacer, cómo el paciente va a manejarla, y hasta adónde van a comprar las bolsas de colostomías.
“Esta situación es un caos, porque la población que tiene este procedimiento son personas de escasos recursos, es decir sus domicilios no tienen los servicios sanitarios lavables, entonces es terrible tener una colostomía en esas condiciones, imagínese usted esas personas donde no hay baño, esperanza, donde no hay plata para comprar, en fin es una desesperanza terrible”, lamentó el doctor Álvarez.