El lunes 26 de agosto fue el Día Nacional del Combate al Zancudo. También fue el día en que una familia, residente en Ciudad Arce, lloraba la muerte de una niña de 13 años, diagnosticada con dengue.
A causa del deceso ocurrido el domingo pasado, la Comisión de Protección Civil realizó, el lunes, una campaña de fumigación en el cantón Veracruz, cerca de donde la familia González velaba a su primogénita, quien falleció en el hospital San Rafael, en Santa Tecla. La niña tuvo choque hemorrágico, por sospecha de dengue, indica la ficha de defunción.
Esta es la segunda muerte que ocurre en el municipio de Ciudad Arce, departamento de La Libertad, vinculada al dengue.
La primera fue la de un niño de nueve años, quien falleció a principio de año. Su muerte está dentro de las estadísticas de Salud, que a la fecha registra siete muertes por el virus.
La muerte de la niña se sumará a los 10 decesos que ya investiga Salud, para determina si fueron causados por dengue.
El padre de la niña explicó que su hija tuvo temperaturas durante una semana y fue diagnosticada con catarro y en la unidad de Salud le recetaron Acetaminofén y amoxicilina. Debido a que la condición desmejoró, los padres la llevaron al hospital San Rafael; en donde el personal, inmediatamente, la ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Una semana. Fuimos el día lunes a pasar consulta por la fiebre y la trataron como gripe. Martes siguió lo mismo y le dieron tratamiento para lo mismo. Le dieron acetaminofén y amoxicilina, que tomó por dos días. La niña estuvo tres días en la UCI y falleció al tercer día de estar hospitalizada”, relató el padre.
El infectólogo, Jorge Panameño, declaró hace un mes que ante el incremento de los casos sospechosos de dengue crece la posibilidad de que haya cuadros de dengue grave e insiste en que Salud debe capacitar continuamente sobre esa enfermedad al personal de los niveles 1 y 2 (unidades de salud y hospitales del interior del país) de los servicios de salud para que hagan un diagnóstico certero.
González denunció que ni las autoridades municipales ni las de Salud están dando importancia a la enfermedad.
“No hay que esperar que un menor muera, hay que prevenir. Las alcaldías, Salud deben obligar y prevenir. Nosotros hemos tenido el cuidado debido, con uso de repelente, mosquiteros. Acá no se acercan los promotores de Salud. Ellos dicen que tiene controlada la situación, si fuera así, mi hija no se hubiera muerto”, dijo el padre.
El municipio de Ciudad Arce mantiene un índice larvario de 11 por ciento, es decir por cada 100 viviendas, 11 presentan focos de proliferación de zancudos. La cifra es superior al promedio de indice larvario que maneja el departamento de La Libertad, que es del ocho por ciento.
El dolor de la familia
Roberto Miranda, de la Comisión Municipal de Protección de Ciudad Arce, opinó que el índice es alarmante. “La fumigación solo elimina al zancudo adulto, el que anda afectando, pero la larva no se muere. Cada uno de los ciudadanos debe eliminar todo tipo de criadero de zancudo para bajar el índice, que es bastante alarmante. Podemos tener todos los recursos pero si el ciudadano no hace la parte que le corresponde vamos a seguir en la misma situación o en peores condiciones”, declaró.
Miranda espera que las autoridades de Salud pongan mayor atención en Ciudad Arce y declaren una alerta estratificada para que se desarrollen acciones masivas para combatir el zancudo.
“Lastimosamente, para nosotros con un seis por ciento no podemos declarar una emergencia a nivel municipal (…) mientras el director General de Protección Civil, junto con el Ministerio de Salud, no se pronuncie lamentablemente ahí nos quedamos”, agregó Miranda.
El padre lamenta que tanto Salud como la municipalidad llegaron a la zona solo por la muerte de la niña.
“Ahora que mi hija murió andan aquí, dicen que no es culpa de ellos. En Los Indios murió otro niño hace como un mes y ¿qué esperan? Ahí hubieran puesto cartas en el asunto y le apuesto que no hicieron eso. Como es segundo caso allí andan fumigando, ¿por qué esperan que muera un niño para hacer esto (fumigación)?”, dijo el padre.
González explicó que compró inyecciones para coagular la sangre, valoradas en $100, así como otros fármacos, porque en el hospital no había. Cuando le entregaron el cadáver de la niña, también le dieron las medicinas de menor costo.
En el cantón residen cerca de 4,500 habitantes. Ayer la fumigación abarcó 100 metros a la redonda de la casa de la familia González.
De las 55 viviendas inspeccionadas, en 22 tenían criaderos de zancudos.