Gabriel Alejandro Cruz nació en junio de 2016. En ese año las autoridades de salud del país informaban del nacimiento del primer niño con microcefalia, como consecuencia de que la madre padeció zika durante el embarazo y le trasmitió el virus al feto.
La angustia para Gabriela Doratt Tejada, madre de Gabriel y ese entonces con 20 años de edad, inició dos meses antes del parto. En abril, cuando le hicieron una ultrasonografía se dieron cuenta de que el tamaño del cráneo del feto era menor a los estándares.
“Me di cuenta cuando tenía alrededor de siete meses. Fue algo impactante para mí porque estaba bien ignorante sobre ese tema. No había escuchado sobre esa enfermedad. Dicen que las madres tienen presentimiento y yo sentía que algo no andaba bien. No estaba en mi chequeo hacerme una ultra, los (exámenes) normales ya me los había hecho y estaban bien. En el sector público no dejan ultras muy frecuentes, me hice una ultra en un privado y ahí me apareció que su cabecita era de cinco meses y yo estaba cumpliendo siete meses de embarazo”, explicó Gabriela.
Su madre, Gabriela Cruz, de 23 años, quien sufrió el virus hace tres años, declara que hay poca información en el Ministerio de Salud acerca de las graves secuelas de la enfermedad.
Para Guadalupe de Cruz, abuela de Gabriel, no fue fácil aceptar el diagnóstico de su nieto.
“Definitivamente no sabíamos nada, de hecho ni sabíamos qué era microcefalia, nada, como ignorantes. Jamás pensamos que esta enfermedad hubiera sido tan dañina, afecta tanto a la familia, afecta a la sociedad. Una picada de zancudo llega y uno solo piensa ¡Ah! un zancudo, pero nunca uno se imagina que atravesará algo difícil”, señaló De Cruz.
Gabriela se infectó en diciembre de 2015, cuando tenía tres meses de gestación; jamás pensó que una temperatura y una pesadez en su cuerpo por tres días causara daño al bebé que tenía en su vientre.
“Cuando a mí me dio el zika no había salido la noticia de que provocaba la microcefalia. Una semana después (de padecer la enfermedad) salió la noticia de que daba microcefalia. Yo me preocupé porque vi la noticia pero en el momento dije: no creo que a mí me vaya a pasar eso. Yo solo tuve el zika como tres días. El primer día fue el intenso y en los demás disminuyó bastante, por eso dije: no, no creo”, comentó.
Luego de enterarse por las noticias, Gabriela se realizó la ultrasonografía. “Me acuerdo que investigaba (sobre el zika y sus consecuencias) lo más posible; era algo que jamás había escuchado”.