El migrante salvadoreño que acompañó a Óscar y Valeria al cruzar el río Bravo volverá a vender café en el mercado Central
Cuatro días después de haber regresado de México, el joven ya anda afanado en cómo volver a comenzar con el negocio que tenía antes de emprender el viaje a Estados Unidos. Milton narró la tragedia que le dio la vuelta al mundo.
A Milton de Jesús Paredes Menjívar lo conoce la mayoría de vendedores ambulantes y estacionarios que se ganan la vida sobre la calle Gerardo Barrios, en San Salvador donde él también comenzó a ganarse la vida vendiendo café con pan desde que tenía 12 años.
De hecho, algunos vendedores, amigos del joven, aseguran que se sorprendieron cuando el sábado anterior lo vieron en las imágenes de noticieros, caminar a la par de Tania Vanessa Ávalos, la esposa y madre de Óscar Alberto Martínez Ramírez y de Angie Valeria, los dos salvadoreños ahogados en el río Bravo, en la zona de Matamoros, Tamaulipas.
El día que Óscar y Valeria perdieron la vida en el río bravo Milton los acompañaba y vivió en carne propia el trágico momento para la familia de Vanessa.
Milton es un joven humilde. Cree que lo que hizo con Tania no fue un acto heroico sino que fue Dios quien lo hizo y que la muerte del joven y su bebé fue algo de lo que a nadie se debe culpar.
Él no es primo de Óscar, como lo han dicho algunos medios de comunicación nacionales e internacionales. Tampoco eran vecinos. Asegura que a la familia Martínez Ávalos la conoció en México, en los primeros días de abril. Él salió de El Salvador el 7 de abril, cuatro días después de que la joven pareja con su bebé lo hicieran.
Tampoco es cierto, como se ha dicho, que se conocieron en un albergue. Vivían en habitaciones que alquilaban y que pagaban con lo que ganaban (menos de $8 por día), pues las autoridades mexicanas de migración les habían otorgado un permiso para permanecer en su territorio por razones humanitarias.