Las dudas de familiares y vecinos del agricultor que murió por heridas de bala mientras estaba bajo custodia policial

Familiares y vecinos niegan que la víctima fuera pandillero y que hubiera atacado a un policía. Vecinos lo recuerdan como "un hombre que solo trabajando pasaba en sus tierras".

??ngel Josué tenía algunos tatuajes pero no eran alusivos a pandillas. Se los hizo cuando vivió en los Estados Unidos.

Por Jorge Beltrán Luna

2019-07-21 8:30:40

La muerte de Ángel Josué Vigil Ramos, un agricultor de 37 años, ocurrida el martes anterior mientras estaba bajo la custodia de la Policía de la delegación de San Francisco Gotera, departamento de Morazán, ha dejado varias interrogantes tanto en la familia como en vecinos de la Comunidad Segundo Montes, donde vivía.

El repentino fallecimiento también ha generado profunda conmoción, y reclamos de una seria investigación, en la comunidad Segundo Montes, donde muchos de sus habitantes son excombatientes de la guerrilla y lisiados de guerra que el sábado fueron parte del multitudinario sepelio de Ángel Josué.

La víctima fue capturada a las 10:00 de la noche del domingo 14 de julio por agentes del puesto policial de Osicala, quienes lo llevaron al hospital de San Francisco Gotera, donde según familiares, le dieron ingreso dos horas después, es decir, a las 12:00 de la medianoche del 14 de julio, dándole de alta a las 8:00 horas del lunes 15.

Una de las dudas más fuertes es cómo fue que Ángel Josué resultó herido de bala.

La Policía Nacional Civil no ha informado nada del caso, excepto que la víctima había sido capturada por el delito de tener de manera ilegal una escopeta.

En el lugar donde el agricultor fue capturado, es una pupusería y venta de bebidas embriagantes. Aquella noche se escuchó un altercado en ese lugar y luego sonaron disparos, afirman lugareños.

La versión que a nivel policial, de manera extraoficial, se maneja es que Ángel Josué atacó a un agente policial en el negocio, donde viven dos agentes policiales que ese día estaban de licencia y que uno de estos hirió Ángel Josué. Esa es la versión que difundido entre vecinos de la Segundo Montes.

Horas después, en algunas redes sociales manejadas por supuestos agentes policiales, fueron divulgaron imágenes del capturado con el rostro manchado de sangre. En las mismas se decía que el pandillero había sido herido por un policía que se defendió y que los demás delincuentes habían escapado.

¿No le vieron la herida?

De tales afirmaciones surgen varias dudas; una de ellas es que si Ángel Josué fue herido por el policía, por qué en el hospital de San Francisco Gotera no le detectaron esa herida, si allí estuvo durante ocho horas.

Otra de las interrogantes es que si el agricultor atacó al agente policial, por qué la Policía lo presentó ante periodistas y en redes sociales sólo como un capturado por el delito de tener una arma de fuego y no por intento de homicidio.

Además, se preguntan familiares y vecinos, si el ahora fallecido era pandillero, como se dijo en algunas redes sociales, por qué la Policía no lo presentó como tal, como suele hacerlo con esos delincuentes.

De manera extraoficial se sabe que la escopeta supuestamente decomisada a Ángel Josué, nunca fue disparada. También no se sabe si al detenido le hicieron la prueba de bario y plomo, como es usual, como prueba judicial de que había disparado contra el agente policial.

A las 9:27 de la mañana del lunes 15 de julio, así lucía Ángel Josué Vigil Ramos (derecha, con barba y bigote); al siguiente día murió por heridas de bala mientras estaba detenido en la delegación policial de San Francisco Gotera.

Repudio y exigencias de justicia

La familia de Ángel Josué se enteró el martes en la mañana de que su condición de salud había desmejorado y que por ello lo habían trasladado a una clínica de Fosalud de donde fue remitido al hospital San Juan de Dios de San Miguel.

Al indagar sobre lo que ocurría, en Fosalud dijeron a la familia que el reo había sido llevado en tal estado que fue necesario ponerle ventilación artificial para trasladarlo a San Miguel. Cuando uno de sus parientes llamó a ese hospital, le dijeron que había muerto y que ya se lo habían llevado a Medicina Legal.

Familiares y amigos no se explican cómo es que durante la presentación que el lunes hizo la Policía, no se miraba mal de salud, solo con algunos golpes en el rostro, y horas después ya estaba muerto.

Familiares y vecinos aseguran que no consideran que Ángel Josué hubiera tenido el desatino de atacar a un policía y que tampoco era pandillero. Cierto que tenía tatuajes pero no eran de pandillas. Se los hizo cuando vivió en Estados Unidos, país del que regresó voluntariamente, a finales del 2012, para cuidar de su esposa y sus dos hijos.

“Siento indignación por lo ocurrido con Ángel Ramos, un amigo que también aportó de diferentes maneras para que en nuestra comunidad no se dieran hechos lamentables a causa de grupos pandilleriles, el fue víctima de estos grupos y fue acosado para que fuera parte de ellos, pero el nunca aceptó, por tal razón el siempre recibió amenazas de muerte. Doy fe (. . .) que él no fue en ningún momento pandillero y tengo la seguridad que en ningún momento atentaría en contra de miembros de la PNC”, escribió en su muro de Facebook, Joel Pineda, psicólogo y catedrático universitario, quien por varios años fue parte del comité de seguridad ciudadana del cantón Los Quebrachos, municipio de Jocoaitique, donde está el caserío Hatos 1, que es parte de la Comunidad Segundo Montes, donde vivía Ángel Josué.