Tres presuntos pandilleros muertos al enfrentarse a agentes de la Policía en San Martín, al oriente de San Salvador; y un hombre lapidado en el cementerio de Santa Cruz Michapa, en Cuscatlán, son parte de las muertes violentas reportadas ayer. Pero este clima, a decir de las autoridades, está cambiando, ya que en la última semana han bajado a cinco homicidios en promedio por día.
El pasado lunes, el presidente Nayib Bukele aseguró en su cuenta oficial de Twitter que desde que comenzó el plan Control Territorial, el 13 de junio, “los homicidios han bajado a un promedio de 5 diarios”.
Pero ese promedio no concuerda con las cifras oficiales dadas a la prensa que corresponden hasta el 18 de junio, ni con otras a las que tuvo acceso El Diario de Hoy.
Este Periódico solicitó ayer al Ministerio de Justicia y Seguridad la cifra actualizada pero no ofrecieron respuesta.
Sin embargo, se tuvo acceso a información sobre los homicidios registrados del 1 al 24 de junio y estas reflejan si bien una disminución, difieren en cuanto al promedio manejado. Hasta esa fecha se tenía un total acumulado de 176 homicidios, lo que resulta que se tiene un promedio de 7.3 por día.
Según estas cifras, ya sobrepasaron a las registradas en el tiempo de la tregua pactada por las pandillas y apoyada por el gobierno de Mauricio Funes, cuando en todo junio de 2012, por ejemplo, se llegó a 150 homicidios.
En el cierre del gobierno anterior, el número de homicidios reportados por la Policía Nacional Civil a nivel nacional, desde el 1 de enero al 31 de mayo, fue de 1,342.
Lo anterior significaba un promedio de 8.9 casos por día, menos de los 12 registrados en 2017, por ejemplo, según registros policiales.
Del 1 al 24 de junio, cuando el país pasó a ser administrado por Nayib Bukele, los reportes oficiales reflejan que los homicidios han seguido disminuyendo.
Según los reportes de muertes violentas facilitados por el gobierno, del 1 al 18 de junio, la Policía contabilizó oficialmente 147 homicidios, lo que hasta ese momento hacía un promedio de 8.7 víctimas.
Si se compara esa cifra de muertes con la del mismo período de 2018, que fue de 198 muertes, resulta 51 víctimas menos, es decir una reducción del 25.7 %, según la Policía.
El gobierno de Salvador Sánchez Cerén se despidió insistiendo en que habían logrado bajar los homicidios, a 50 por cada 100 mil habitantes. Estos crímenes alcanzaron una cifra récord en esa misma administración.
Tras el desarme de la tregua, este tipo de crímenes comenzó a subir hasta alcanzar en 2015, durante la gestión de Sánchez Cerén, 6,670 homicidios. Esto hizo un promedio de 18 casos por día.
Las medidas de seguridad de Bukele
El gobierno de Bukele está amparando esta reducción a las medidas de seguridad que ha estado implementado desde el pasado 13 de junio, fecha en que comenzó el despliegue de 1,000 agentes de la Policía y 3,000 de la Fuerza Armada en 12 municipios, considerados de los más violentos del país.
Esta intervención consiste en patrullajes en los cascos urbanos de estos municipios, zonas comerciales y algunas colonias. La finalidad, según ha dicho el gobierno es recuperar el control territorial que ha estado en manos de las principales estructuras de pandillas.
De hecho los tres jóvenes muertos ayer en la colonia Anémona de San Martín, señalados como miembros de la pandilla 18, entre ellos un cabecilla identificado con el alias de “Chele Will”, se habrían enfrentado a agentes de seguridad que patrullaban en la zona, según la información compartida por la Policía.
Los presuntos pandilleros habrían abierto fuego con fusiles contra los agentes de la seguridad pública. Luego de repeler el ataque, dice la Policía, les decomisaron un fusil M-16 que habrían utilizado en el hecho.
A eso se agrega la presión que han ejercido para que las compañías telefónicas bloqueen toda señal de acceso a telefonía e internet dentro de los penales, como una forma para impedir que cabecillas sigan enviando desde allí órdenes para matar y extorsionar.
Hasta ayer reportaba el gobierno que la señal había sido bloqueada, información recabada a través de los monitoreos que habían hecho en distintos centros penitenciarios técnicos de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget).
“Los resultados de las mediciones confirman que de los intentos de llamadas, el 0 % fueron conectadas; es decir que ninguna se realizó con éxito y se mantiene el bloqueo de señal en los centros penales”, informó vía Twitter la Siget al presidente Bukele.
El gobierno dice haber hecho requisas en reclusorios en busca de teléfonos y otras herramientas a fin de cortarles la comunicación. Hasta ayer no reportaban móviles incautados.
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