MORAZÁN. Las hermanas Marlyn del Carmen, de 14 años, Sara Judith de 13 años, Suleima Epifania Flores Hernández de 10, y la hermana menor de 6 años que cursa el 1o grado son consideradas un orgullo para los maestros del Centro Escolar Pedro Pablo Castillo, del municipio de Yamabal, debido a su buen desempeño académico y buenas notas.
Las cuatro niñas viven junto a sus padres en una casa de adobe en colonia Guadalupe II. La madre vende antojitos, el padre realiza trabajos agrícolas y como albañil, sin embargo debido a que su diagnosticado de insuficiencia renal crónica no puede esforzarse mucho.
La cuarentena no ha sido fácil de sobre llevar para la familia, ya que al carecer de servicio de energía eléctrica les dificulta cumplir con las tareas escolares.
“A veces el teléfono que tenemos no agarra señal, ellas buscan la forma de hacer las tareas y andan de casa en casa buscando que le regalen carga para el teléfono para cumplir con las tareas, porque ellas son bien aplicadas y les gusta llevar siempre las tareas”, explica Epifanía Hernández de Flores, madre de las niñas.
Los maestros que conocen del caso de las hermanas Flores Hernández buscan la forma de llevarles las guías para que puedan trabajar y mantener sus buenas calificaciones.
Desde hace dos meses, la familia Flores Hernández no cuenta con ingresos económicos, el apoyo de algunos personas les ha ayudado a salir adelante. Para la madre, la mayor preocupación es contar con servicio de energía eléctrica.
“La mayor necesidad que tenemos es la luz eléctrica, así las niñas, que son buenas estudiantes, necesitan la luz para hacer sus tareas, cargar el teléfono y siempre cumplir. Los maestros las felicitan porque siempre se llevan un lugar honorífico”, dijo Epifania.