¿Dolores intensos en las articulaciones? 6 consejos eficaces para evitarlos

Estos tejidos anatómicos son los encargados de sostener el peso de todo el cuerpo y darle movilidad. Si padeces intensos dolores en rodillas, hombros, cadera, seguramente tus articulaciones ya han sufrido daños. Conoce cómo protegerlas y evitar el deterioro de ellas.

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Los primeros signos del deterioro de las articulaciones llega en la cuarta década de vida. / Foto Por Foto EDH / Shutterstock

Por Sara Castro

2020-03-07 8:20:02

La relación del dolor de rodillas con la vejez es tomado por muchos con humor, sin embargo, las incomodidades en las articulaciones pueden llegar a cualquier edad. No necesitas tener 70 años para sentir un desgaste considerable de estas partes.

De acuerdo con la descripción de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las articulaciones están diseñadas para soportar el peso y “movilizar el cuerpo a través del espacio”. Por su estructura (músculos, tendones, ligamentos), su principal función es mantener unidos los huesos del esqueleto y facilitar el movimiento de zonas como las rodillas, codos, hombros, dedos, cadera, entre otros.

El desgaste de ellas es normal, debido al paso de los años. Lo más frecuente es que el deterioro inicie en la cuarta década de vida. Pero además de esta situación “natural”, existen factores que pueden lesionarlas, como ciertas enfermedades y actividades deportivas intensas.
Para retrasar los primeros síntomas —que usualmente es el dolor— te compartimos siente hábitos que te ayudarán a mantener unas articulaciones saludables.

1- No más kilos
Como se aclaró antes, las articulaciones tienen como función principal soportar el peso de todo el cuerpo. Si no mantienes un peso adecuado, el desgaste será inevitable, sobre todo en las áreas llamadas sinoviales, responsables de los movimientos que permiten agacharse, sentarse o ponerse de pie. Según la revista española Buena Vida, el cartílago articular es tan flexible que puede soportar cargas muy pesadas, pero si esto es prolongado, como sucede con las personas obesas o con sobrepeso, no resistirá, se dañará y tendrás intensos dolores.

2- Higiene postural
La forma en cómo te sientas, cuántas horas pasas en una misma postura, tu forma de dormir, la manera en cómo escribes en un teclado o estás frente al ordenador inciden en el daño de las articulaciones. Los expertos llaman “higiene postural” al cuidado que tienes al ejecutar las actividades antes mencionadas. Ante ello, se recomienda disminuir los movimientos repetitivos sobre la misma articulación, vigilar la postura al sentarse y flexionar las rodillas al levantar peso y cuidar el descanso por la noche. “Elige un buen colchón y almohada que se ajuste a la anatomía”, detalló la revista Buena Vida.

3- ¡Muévete!
Es cierto que muchos atletas sufren daños en sus articulaciones debido a la intensidad de su rutina. Pero si eres una persona sedentaria, también podrías deteriorar el musculoesquelético. Son 206 huesos y más de 300 articulaciones las que debes poner en movimiento para prevenir la artrosis articular y otros daños. Se recomienda realizar una actividad física regular, moderada y no agresiva, como la natación, carrera suave, pilates y yoga adaptados.

4- Alimentación
Comer de forma balanceada y saludable ayudará a mantener y fortalecer los huesos y articulaciones. Como regla básica debes evitar “la ingesta de azúcares industriales y reducir los alimentos ricos en purinas porque generan ácido úrico, cuyo exceso genera gota e incide en otras patologías del aparato locomotor”, según señaló Buena Vida. Se recomienda consumir alimentos sin procesar, orgánicos y de temporada. Incluye a tu dieta legumbres, verduras, proteínas (pescado y aves), frutas y semillas.

5- Hidratación
Tomar agua tiene dos beneficios en este tema: conservar lubricadas las articulaciones y mantener un peso adecuado. Según el portal Vitónica, beber agua “es la forma más sencilla de tener unas articulaciones y unos tendones en perfectas condiciones”. Y es que tener una buena hidratación contribuirá a la movilidad de todo el cuerpo, dotará de vida a los tejidos y tu cuerpo tendrá una especial predisposición para el ejercicio. Consume dos litros diarios.

6- Suplementos
No solo una buena alimentación contribuirá a mantener saludable tus rodillas, hombros, dedos o cadera. Puedes apoyarte en suplementos nutricionales para fortalecer y proteger dichas zonas, como el colágeno, la glucosamina, el magnesio, el omega 3 o el ácido hialurónico. Gracias a estos componentes, los cartílagos se reparan, se reducen los dolores e inflamaciones, se fortalecen los huesos, se absorbe más el calcio o se lubrican las articulaciones.

7- Doctor de cabecera
Al igual que el corazón, el sistema digestivo o el aparato reproductor, las articulaciones y los huesos necesitan de las recomendaciones de un profesional. Este control será inaplazable si padeces de artrosis u otra enfermedad degenerativa articular, si realizas trabajo físico (como el de construcción o si eres un oficinista) o si practicas deportes. El consejo profesional te sugerirá lo mejor, según tu expediente médico.