Dueña de casa donde hallaron cadáver de costurera de Comalapa fue enviada a prisión

La Fiscalía sólo la acusó del delito de tenencia de un arma hallada junto al cuerpo de una costurera asesinada.

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Vivienda donde residía Mayra del Carmen Rivera de Guerra, considerada una buena costurera. Elaboraba los uniformes escolares. Foto EDH / archivo

Por Jorge Beltrán Luna

2019-12-06 4:30:09

El Juzgado de Paz del municipio de Comalapa, en el departamento de Chalatenango, envió a prisión preventiva a Ana Mercedes Escobar Galdámez, a quien la Fiscalía General de la República acusa del delito de tenencia de arma de fuego.

El arma que fue decomisada en casa de Ana Mercedes fue encontrada en la misma habitación donde el martes 26 de noviembre, la policía encontró el cadáver de Mayra del Carmen Rivera de Guerra, quien era reconocida como la mejor costurera del cantón Candelaria, del municipio de Comalapa.

Ana Mercedes fue capturada ese mismo día, aparentemente, como sospechosa del homicidio de la costurera, sin embargo, tres días después, es decir, el viernes 29 de noviembre, al no tener suficientes indicios, la Fiscalía ordenó liberarla pero simultáneamente le leyeron otra orden de captura administrativa por el delito de tenencia de arma de fuego, pues ella no presentó los permisos respectivos del arma.

El homicidio de Mayra del Carmen causó mucha conmoción en todo el municipio de Comalapa y en especial en el cantón Candelaria, pues es un lugar pacífico, según vecinos del mismo. La víctima era la encargada de elaborar los uniformes escolares del sector.

De acuerdo con versiones de familia y amigos, la costurera salió el lunes 25 de noviembre, de su casa en el mismo cantón, a visitar a Ana Mercedes, pero ya no regresó. Cuando cayó la noche y no regresó, sus familiares comenzaron a buscarla. Fueron a preguntar a la cada de Ana pero ésta dijo que no había llegado a su casa.

 

El cuerpo de Mayra Rivera fue encontrado por la Policía en la casa de una las vecinas del cantón Candelaria, municipio de Comalapa, en Chalatenango, el pasado 26 de noviembre

 

Cuando unos policías llegaron a la casa de Ana notaron algunas manchas de sangre y una habitación asegurada con candado. Sin embargo, Ana insistía en que no sabía nada de su amiga y que en el cuarto no había nadie ni nada.

Los agentes encontraron una escena de horror al revisar la habitación: el cadáver de Mayra estaba dentro de un barril, con un disparo en la cabeza y varias heridas en las extremidades, hechas aparentemente, con un machete. En otras partes de la vivienda también encontraron ropa ensangrentada, un machete y el revólver.