Gustavo Adolfo Martínez, el supuesto cabecilla de la MS que pagaba $1,500 por alquilar una casa de campo en Concepción de Ataco, Ahuachapán; vestía camiseta y calzoneta que llevaban impresos logos de marcas costosas cuando fue llevado para que enfrentara la audiencia preliminar por los cargos de financiación de actos de terrorismo.
La vestimenta de Martínez contrastaba con las camisetas y calzonetas sencillas que viste la mayoría de los pandilleros cuando son llevados a las audiencias judiciales.
Ayer se le iba hacer la audiencia preliminar por el Juzgado Antimafia de Instrucción B de San Salvador.
Antes de que se instalara la audiencia preliminar en contra Martínez, los defensores del supuesto cabecilla dijeron a la jueza que el imputado estaba dispuesto a confesar el delito de financiamiento de actos de terrorismo a cambio de que le reduzcan la pena de prisión, informó la oficina de prensa del Centro Judicial a periodistas, a quienes no se les permitió ingresar a la sala.
Sin embargo, la Fiscalía General negaron negociaciones con los defensores del acusado pero dijeron que analizarán la petición.
El tribunal autorizó el juicio corto para Martínez, pero sus defensores y fiscales del caso tendrían que negociar los términos en los que estaría sustentado el procedimiento abreviado y los beneficios para el acusado, según fuentes judiciales.
El referido delito tiene penas de prisión de entre 20 y 30 años. La ley establece que las penas de prisión que se pueden negociar en un procedimiento abreviado es la pena mínima y la tercera parte de esta.
En el caso específico de Martínez, sus defensores deberán negociar entre los seis años y siete meses y los 20 años de cárcel para él siempre que confiese el delito.
Si se llega a un acuerdo con Fiscalía, Martínez podrá enfrentar una audiencia especial junto con otros 272 imputados más que son vinculados a la operación Cuscatlán con la que se golpeó a las finanzas de la pandilla mara Salvatrucha (MS) en febrero de 2018.
La audiencia especial se ha previsto para entre el 12 y 16 de agosto.
Pero Martínez enfrenta otro proceso judicial. Esta semana fue enviado a prisión preventiva por el delito de portación, conducción y tenencia ilegal de armas de fuego por el Juzgado de Paz de Ataco.
Acusado hacía costosas fiestas
Martínez fue capturado el 10 de julio pasado en una casa de campo situada en una residencial privada situada entre Concepción de Ataco y Apaneca, por la que pagaba 1,500 dólares de alquiler, dinero que provenía de las extorsiones que hacía en el sector, según la Policía.
Las autoridades policiales explicaron que Martínez, además de pagar el alto precio por la vivienda, vivía de manera holgada en una zona exclusiva entre Concepción de Ataco y Apaneca.
Aseguraron que Martínez organizaba fiestas los fines de semana al estilo de los narcotraficantes, con mujeres, drogas y licor.
Al ser capturado, los policías le decomisaron 1,627 dólares en efectivo, 21 teléfonos celulares además de otros cuatro celulares enlazados en red, dos tablet, dos pistolas ilegales con sus cargadores y cartuchos; y camioneta todoterreno placas P-868-281.
También se incautaron de un cuaderno que contenía un listado, en clave, de las víctimas de la extorsión y montos de dinero exigidos.