Joel Isaac Castillo Arévalo, uno de los acusados en el caso Carla Ayala, no pudo ser trasladado a la audiencia preliminar por estar a la orden de otro tribunal. Eso obligó al Juzgado Especializado de Instrucción de la Mujer a reprogramar para este martes la referida audiencia en contra de 12 policías y dos civiles, vinculados a la desaparición y asesinato de la agente de la Policía, Carla Mayarí Ayala, registrado el 29 de diciembre de 2017.
Joel Isaac se encuentra recluido en un centro penal del Oriente del país, ya que es procesado por su supuesta vinculación con un grupo de exterminio que operaba en San Miguel y Usulután. Fue arrestado a finales de septiembre pasado junto a 38 personas más, entre éstas 14 agentes de la Policía por estar acusados de 37 homicidios.
Joel Isaac es hermano del principal sospechoso y prófugo de la justicia, Juan Josué Castillo Arévalo, de indicativo Samurai, un expolicía élite que integró el extinto Grupo de Reacción Policial (GRP).
“Está a la orden de un juzgado de San Miguel, entonces tiene que pedir permiso al referido juzgado para que lo puedan sacar del penal y que lo puedan traer mañana (este día) a la audiencia”, dijo Luis Servellón, uno de los abogados defensores.
En este proceso, Joel Isaac es acusado de haberle ayudado a su hermano Juan Josué a desaparecer el cuerpo de la agente Ayala, quien fue encontrada nueve meses después de haber sido asesinada, supuestamente, por Samurai.
Los policías procesados son el subcomisionado, Julio César Flores Castro, exjefe del extinto GRP; el inspector, Pablo Estrada Villalobos; los agentes Wilfredo Deras, Ovidio Pacheco, Víctor David Castillo, Edgardo Alfonso Chavarría Castillo, y Alex Ovidio López Martínez; entre otros.
Algunos de ellos son acusados de incumplimiento de deberes, complicidad y encubrimiento del homicidio de la agente Ayala.
El fiscal del caso explicó que el subcomisionado Flores Castro incumplió con sus deberes al solo dar ciertas instrucciones para la captura de Samurai, pero “se mantuvo al margen de todo procedimiento policial de la captura, mencionando de que iba a observar todo desde la terraza de su oficina”.
Tampoco verificó si el personal policial colocó el dispositivo para capturar a Castillo Arévalo, cuando este llegó a dejar un auto patrulla que antes había sacado de la sede del exGRP.
Con respecto al inspector Estrada Villalobos, el fiscal aseguró que él actuó de manera negligente porque tuvo la oportunidad de arrestar a Castillo Arévalo y no lo hizo.
“Tuvieron contacto físico con el imputado, hablaron con él, hay un testigo que manifiesta que si hubiesen querido capturarlo , lo hubiesen hecho en el trayecto del GRP a la salida de la colonia, porque iban tranquilamente platicando entre ellos”, dijo el fiscal.
El ministerio Público aún no tiene el móvil del asesinato, solo que “fue un momento de arrebato o de enojo de parte del imputado Josué Castillo que de forma machista le propino la muerte a la víctima”.
El acusador particular, Arnau Baulenas, dijo que es preocupante que la Policía no haya capturado a Castillo Arévalo a casi dos años del homicidio de la agente Ayala.