Ángel lleva seis meses preso por sembrar dos plantas de marihuana

El sistema judicial ha suspendido tres veces la audiencia para buscar su libertad. Su familia sufre por su triste historia.

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El padre del reo afirma que su hijo no es un narcotraficante como dice la Policía, es un hombre enfermo que consume marihuana. Foto EDH/Lissette Lemus

Por Oscar Iraheta

2019-09-08 5:50:14

A Ángel lo capturó la principal unidad que tiene la Policía para investigar estructuras de narcotraficantes y delitos relacionados a las drogas, el pasado 12 de marzo en colonia Nueva Jocoro. Tenía las plantas de marihuana de 50 centímetros de alto, una porción y varias semillas de la misma droga.

El rostro de Segovia, desaliñado, su cabello largo y a punto de reírse, fue difundido por la Policía a través de su cuenta de Twitter @PNC_SV destacando que “la captura se había realizado con el apoyo de la Sección Antinarcóticos y bajo un allanamiento en el municipio de Jocoro en Morazán”.

 

Segovia ha sido acusado de posesión y tenencia de droga y por siembra y cultivo de marihuana. Esta es la segunda vez que es detenido, en febrero de este mismo año fue arrestado por tener 25.6 gramos de marihuana, pero recobró la libertad a cambio de medidas. Video: Lissette Lemus, Eduardo Alvarenga.

 

En el mismo tuit, se publicó la foto de las dos plantas de marihuana que Ángel había cultivado en un rincón de su casa en un recipiente viejo de lata. Además, una porción de marihuana y un tubo delgado de vidrio que funciona como una pipa.

Seis meses después, la familia de Ángel dice que ya no tiene el cabello largo, se lo cortaron en la cárcel de San Francisco Gotera, a donde lo trasladaron después que un Juez de Paz de Jocoro lo enviara a la cárcel. Luego de un mes lo removieron hacia la cárcel de Jucuapa, en Usulután.

Desde el 30 de junio pasado, los padres de Ángel aseguran que ya no saben nada de él. Las autoridades del penal les informaron que estaban suspendidas las visitas por tiempo indefinido por órdenes del presidente Nayib Bukele.

En el penal de Jucuapa en Usulután se encuentran reos que no son considerados de alta peligrosidad. Sin embargo, la orden de Bukele de restringir el acceso a las visitas y el aislamiento total, abarcó todas las cárceles del país. El pasado lunes 2 de septiembre el mandatario ordenó suspender la emergencia en las prisiones.

Los parientes del reo relatan que otro interno que conoció a su hijo en la cárcel, salió libre recientemente y fue quien llegó a la casa de los padres de Ángel a confesarles del estado de salud de su pariente. “La última vez que visitamos a mi hijo le llevamos medicina para los hongos y otras cosas de higiene personal, pero ya pasaron varios meses y no sabemos cómo está”, declaró el padre del joven que omitió revelar su identidad.

Los parientes de Ángel expresan que cuando no había emergencia en las cárceles, visitaban a su hijo una vez al mes y le depositaban 70 dólares en las tiendas penitenciarias para la alimentación y saldo para el uso de teléfonos institucionales. Pero ese fue otro beneficio que cesó el presidente en las prisiones.

“Mi hijo comía bien, le pagamos un poco de alimentación y se comunicaba con nosotros. Nos relataba que en la cárcel estaban sobre poblados y dormía con tres reos más en una sola colchoneta. Hace un calor insoportable y varios de los reos sufren desmayos constantemente”, dice el padre de reo.

Ángel Segovia acostumbraba a leer la Biblia por las noches y su familia dice que era creyente de Dios. Foto EDH/Lissette Lemus

Una audiencia para buscar la libertad suspendida tres veces

El sistema de justicia le ha fallado tres veces al interno. Sus familiares dicen que las audiencias especiales para buscar su libertad, han sido suspendida tres veces por un juzgado de instrucción. Para este 10 de septiembre se ha programado a las 10:00 de la mañana una cuarta audiencia.

El padre del interno confesó a El Diario de Hoy que a su hijo se le practicó un examen de sangre solicitado por su abogado defensor y dio positivo a marihuana.

“Mi hijo consume marihuana, lo hace para tranquilizarse de una enfermedad que tiene. Pero no es un narcotraficante como lo hizo creer la Policía. Tenía dos plantas de marihuana para su consumo. Él me confesó que no tenía droga el día de su captura, la que aparece ahí se la pusieron los policías”, explicó el padre del detenido.

Según el padre del reo, el abogado le explicó que la marihuana decomisada ha sido valorada en 25 dólares, el precio que tiene en el mercado de drogas en Estados Unidos, sin embargo, acá en El Salvador no supera los 10 dólares.

“La detención de mi hijo me ha generado un desgaste emocional muy grave, sobre todo a mi esposa. También he gastado más de 4,000 dólares. Creo que no es justo todo este desgaste para alguien que sólo consume droga”, razonó el sexagenario.

Segovia ha sido acusado de posesión y tenencia de droga y por siembra y cultivo de marihuana. Esta es la segunda vez que es detenido, en febrero de este mismo año fue arrestado por tener 25.6 gramos de marihuana, pero recobró la libertad a cambio de medidas. Ángel era un reincidente y por eso dice la Policía que no recobró su libertad.

Ángel Segovia vivió más de 20 años en Estados Unidos donde se casó y procreó dos hijos. En El Salvador tuvo otra relación y una hija. Foto EDH/Lissette Lemus

Quién es Ángel Segovia

Ángel se crió en el municipio de Jocoro donde realizó sus estudios de básica. Las pocas oportunidades de superación en ese caluroso municipio, lo obligaron a viajar hacia Estados Unidos desde joven.

En Estados Unidos trabajó mucho como constructor de casas y llegó a tener comodidades. Se casó y tuvo dos hijos que aún viven en ese país. Sin embargo, problemas familiares lo dañaron y Ángel se perdió en el alcoholismo, tanto que padeció de psicosis y depresión hasta volverse adicto a la marihuana.

El padre de Segovia mostró a un equipo de periodistas de El Diario de Hoy, los documentos extendidos el 18 de junio de 2011, por un hospital de salud mental de Maryland, en Estados Unidos, en que consta que se diagnosticó que el hombre sufre de las referidas enfermedades.

Tras su padecimiento, Segovia fue deportado y se dedicó a trabajar en la construcción. El día de su captura recién llegaba de trabajar en la construcción de un pozo.

Ángel se volvió acompañar en El Salvador pero luego de varios años se volvió a separar. De esa relación tiene una hija de 9 años, quien fue reina de la Policía Nacional Civil durante las fiestas patronales de Jocoro hace un par de años.

La niña es una de los familiares que más sufre la ausencia de Segovia, tanto así, que cuando supo que su papá iba a salir de prisión, llegó desde temprano a la casa de sus abuelos e hizo limpieza en la habitación de su padre y lo esperaba con ansias. “Mi nieta cuando supo que mi hijo no saldría libre se puso a llorar y se fue con mucha tristeza. El daño es muy fuerte para todos”, razonó el señor.

El padre de Ángel dice que es un hombre justo y de palabra, es un líder de una iglesia Adventista desde hace 30 años, y en todo ese tiempo, sólo ha faltado seis sábados a los cultos, entre ellos cuando se murió su mamá y su papá.

A pesar que su hijo depende de la marihuana para sobrevivir, el señor dice que en el país no se debe legalizarse esa droga, aún cuando sea para medicina. “Es una locura legalizarla, habrán más drogadictos. Sólo Dios puede curar las enfermedades. Mi hijo tiene que seguir ese camino para curarse”, subraya el sexagenario.