Ángel Segovia, el hombre detenido con dos plantas de marihuana que batalla con su enfermedad y adicción por la droga

El detenido, que sufre de psicosis y depresión, podría enfrentar una condena entre seis y quince años por los delitos que se le acusan.

Por Cecilia Fuentes /Oscar Iraheta

2019-03-16 9:12:03

“Mi hijo sí es un enfermo drogadicto, pero no es un narcotraficante como lo cree la Policía”, expresó con cierta pena Antonio Segovia, padre de Ángel Omar Segovia Escobar, de 39 años, a quien la Unidad Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC), lo capturó el pasado 12 de marzo en colonia Nueva Jocoro, en el municipio de Jocoro, en Morazán. Tenía dos plantas de marihuana de 50 centímetros de alto, una porción y varias semillas de la misma droga.

Antonio reconoce que su hijo tiene un problema grave con la marihuana pero insiste en que no es un distribuidor en el pueblo de Jocoro, como lo sospechan los agentes de la PNC.

Ángel fue capturado hace un mes aproximadamente y está siendo procesado por el delito de tráfico ilícito debido a que se le incautó 25.6 gramos de marihuana. En este proceso se le otorgaron medidas sustitutivas y como parte de la investigación fue que se allanó la vivienda donde le encontraron las plantas de marihuana.

“A raíz de ese proceso de la cantidad que él cargaba de droga se inició una investigación, se hizo un allanamiento en su casa y así se le encontró las dos plantas de marihuana, una porción de hierba seca y semillas de marihuana”, informó un agente de la Policía de Jocoro.

Segovia vive duerme en un habitación amplia adornada por fotos de sus 4 hijos, una hamaca y una cama de madera
Foto EDH/ Oscar Iraheta

Pero sobre su primera captura, el padre de Ángel duda de la veracidad o fundamentación de la acusación, pues insiste en que su hijo no trafica drogas, solo es un adicto. De hecho, se queja de que la justicia no haya considerado que el detenido presenta problemas psicológicos.

El padre de Segovia mostró a un equipo de periodistas de El Diario de Hoy, los documentos extendidos el 18 de junio de 2011, por un hospital de salud mental de Maryland, en Estados Unidos, en que consta que se diagnosticó que el hombre sufre de psicosis y depresión.

Segovia vivió en ese país desde los 20 años con su expareja y sus tres hijos, pero tuvo un problema personal que le afectó mucho y eso lo llevó a caer en el camino de las drogas y el alcohol, relató don Antonio.

“Eso lo llevó a las drogas y alcoholismo y fue a parar al psiquiatra, estuvo ingresado y cuando salió de ahí se vino para acá al país, puesto aquí, siguió en los mismos vicios y lo llevamos al médico”, ahondó el padre del sospechoso.

Ángel Omar regresó a El Salvador hace seis años, sostuvo una nueva relación sentimental pero se separó recientemente. Tiene una hija de seis años, de quien aseguran está muy deprimida tras la ausencia de su padre.

En Jocoro, Ángel es conocido por los pobladores, quienes lo describen como un hombre que anda deambulando por las calles y que, a pesar de sus problemas mentales, es tranquilo y trabaja haciendo “mandados” si lo requieren.

También lo identifican porque su hija fue la reina de la Policía Nacional Civil (PNC) en una de las fiestas patronales del pueblo.

Segovia, además, se dedica a la construcción de pozos, trabaja con una almádana y un martillo rompiendo laja en un pozo por un salario de 10 dólares diarios.

“Mi hijo no tiene necesidad de andar vendiendo droga porque Dios nos ha bendecido, pero lamentablemente consume la droga”, aseguró el progenitor del detenido.

El padre de Ángel Omar es pastor en una iglesia.
Foto EDH/ Oscar Iraheta

La detención de Ángel Omar le trajo a la familia no solo un problema emocional grave, sino, un gasto económico. El padre del hombre lleva 1,800 dólares invertidos en gastos de abogados. Dice que lo pagará en cuotas.

El padre de Ángel es un pequeño comerciante de la zona que vende inmuebles y electrodomésticos; la madre, quien está enferma por el impacto que le ha causado la detención de su hijo, hace tortillas para vender. Ambos son fieles religiosos de la Iglesia Adventista.

El detenido se encuentra en las bartolinas de la delegación de San Francisco Gotera. El pasado viernes 15 de marzo fue la audiencia inicial en la que se le decretó detención y su proceso será puesto a la orden del Juzgado Primero de Instancia de San Francisco Gotera.

Requiere de marihuana para su estabilidad

“Como no tiene las pastillas no puede ni comer; me da pena decirlo, pero hasta yo le he dado los $2 para que vaya a comprar el puro para que se levante y se ponga activo”. Antonio Segovia,

Padre del detenido,

El sujeto incumplió la medida judicial

“El sujeto incumplió las medidas que le había dado el juez hace un mes. Por eso no pudo quedar libre. Fue remitido a las bartolinas a esperar la etapa de instrucción”.

Agente de la Policía De Jocoro, Morazán

Segovia ya tiene dos procesos en su contra: uno por tráfico ilícito, posesión y tenencia de droga y por siembra y cultivo de marihuana.

Polémica por la detención de Segovia

La captura de Segovia causó mucho debate en redes sociales, tanto que desencadenó la opinión de varios abogados y lectores, en especial ironizaron sobre el grado de peligrosidad y el nivel delictivo en que pudo caer Segovia Escobar con la cantidad de droga que le decomisaron.

La abogada constitucionalista Erika Saldaña sostiene que en estos casos, donde podría existir el consumo, la posesión u otro ilícito relacionado con la marihuana, la Sala de lo Constitucional se pronunció en el tema dando criterios a los jueces a la hora de juzgar a un acusado por los referidos delitos, cuando las cantidades sean mínimas, solo para el “consumo”.

En noviembre de 2012, el máximo tribunal de justicia en materia constitucional, estableció que “solo la tenencia y posesión de la referida cantidad de cualquier droga no constituye delito, sino que se debe de valorar el comportamiento del propietario, si existe el material para fabricarla y otros aspectos”.

El rostro de Ángel Omar Segovia fue difundido por la PNC el martes pasado en su cuenta de Twitter. Foto EDH / cortesía

La sentencia tenía como discusión en ese momento, los incisos 1° y 2° del artículo 34 de la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas (LRARD) los que establecen que el que sin autorización legal posea o tenga semillas, hojas, flores, plantas o parte de ellas o drogas ilícitas en cantidades menores a dos gramos, será sancionado con prisión de uno a tres años y una multa de cinco a mil salarios mínimos mensuales.

En el caso de Segovia, su captura sí constituye un delito porque tiene más de un proceso judicial y podría enfrentar hasta 15 años de cárcel.